Problematica Colombiana

UNA MIRADA A LA HISTORIA

¿Porqué razón Colombia nunca ha dejado de ser un país altamente violento y porqué razón, nosotros, sus ciudadanos no hacemos nada por cambiar nuestra realidad? Aparentemente esta pregunta es el centro de atención de nuestra vida actual, pero haciendo un análisis de nuestra realidad histórica puedo concluir que someramente se puede llegar a responder la razón de ser de la violencia en nuestro país, pero es imposible llegar siquiera a acercarse a un intento de respuesta sobre la razón que da lugar a la indiferencia, ineptitud y excesiva pasividad de sus habitantes.

La violencia que ha imperado desde las épocas de la colonización en nuestro país se debe, como todas las guerras en el mundo, a conflictos de poder en un estado, es decir, estas guerras giran alrededor de decidir o mejor dicho, combatir por quien será el encargado de dirigir nuestro estado. Particularizando el asunto, en Colombia se han destacado a lo largo de los años las guerras bipartidistas, que no han sido mas que instigaciones generadas por el grupo de personas privilegiadas del país que lo único que buscan es no perder lo que tienen y para esto se valen de comentarios discursos con la suficiente elocuencia para convencer al pueblo no conocedor que el diferente es el enemigo y generando así inimaginables enemistades, tratos crueles, delincuencia y homicidios, que se han visto materializados mas que todo en el campo y no en las ciudades, porque estas están habitadas por los sectores mas privilegiados y estudiados de la población colombiana, aunque en la actualidad esto se materialice en todos los lugares del país.

Son estos grupos de personas los que han ostentado el poder en todos estos años, olvidando que son un mínimo porcentaje de la población nacional y que las demás personas, con menos privilegios, necesitan del estado para ver satisfechas sus necesidades básicas y garantizados sus derechos y libertades; pero, como bien lo vemos en la actualidad, estos asuntos parece no importarles a nuestros dirigentes, pues han dejado que las cosas sigan de esta misma manera sin tomarse la molestia de siquiera tratar de hacer un cambio, lo que ha traído como consecuencia que estos sectores pobres se vean obligados a buscar por medios ilícitos, pero mas fructíferos, su sostenimiento digno.

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