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Prof. Juan C. Malavé-Rexach


Enviado por   •  4 de Agosto de 2014  •  3.507 Palabras (15 Páginas)  •  446 Visitas

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ABUSO SEXUAL Y RELIGION: SEXUALIDAD SECRETA

Prof. Juan C. Malavé-Rexach

Sexólogo Perito Forense

“Dejad que los niños se acerquen a mí…” (Mateo 19:14), es una de las frases de Jesucristo más famosas, pero que aparentemente algunos sacerdotes católicos han malinterpretado.

La Iglesia católica ha confrontado diversas acusaciones, las cuales comenzaron a salir a luz pública de la década de 1940, aún cuando antes habían estos conflictos de abuso sexuales, era escondidos por la misma Administración Eclesiástica. Hay un documento revelador de 1962 firmado por el Papa Juan XXIII donde amenaza con excomulgar a quien revele información de los abusos sexuales en la Iglesia. En la actualidad la Iglesia Católica enfrenta reveladoras situaciones relacionadas con abuso sexual de menores, en la mayoría de ellas demandas y querellas de adultos/as que fueron objeto de abuso sexual cuando era menores de edad. Aunque todos/as sabemos que hay una gran intención material económica en el asunto, tampoco es menos cierto las consecuencias biopsicosociales que le causaron a las víctimas de estos terribles actos sexuales.

Según el mismo Cardenal Darío Castrillón Hoyos, representado al Papa Juan Pablo II, en respuesta a los abusos sexuales de sacerdotes católicos y basándose en los estudios del Dr. Philip Jenkins (1998), de la Pensilvania State University, alrededor del 3% de los sacerdotes americanos podrían tener tendencias de abuso a menores (marzo, 2002). Este número estadístico no es ni significativo ni no significativo, sino es el signo de la aceptación de que la Iglesia tiene un grave problema de sexopatología parafílica. La Iglesia es parte de la sociedad y refleja los mismos problemas que la sociedad tiene. Sin embargo, es más significativo un caso de un sacerdote pedofílico que de un comerciante pedofílico. Ambos son problemas serios, dado a que los trastornos sexuales parafílicos no tienen nada que ver con lo espiritual o moral y si mucho con lo psicoemocional y psicosexológico. La misma Iglesia lo ha comprendido enviando a miles de sacerdotes con trastornos pedofílicos a psiquiatras, psicólogos/as y sexólogos/as.

En un estudio del Colegio John Jay para la Justicia Criminal y la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (Swann, 2004), basado en cuestionarios que se entregaron en 195 diócesis católicas, demostró que 4,392 sacerdotes (4%) de 109,694 fueron acusados de abuso sexual contra 10,667 menores. Aproximadamente 6,700 casos presentaron suficientes pruebas, otros 3,300 no fueron investigados porque los sacerdotes ya habían fallecido, y otros 1,000 no presentaron pruebas fiables para justificar una investigación. Los abusos denunciados fueron cometidos contra niños/as entre 11 y 14 años; el 81% eran varones y el 19% mujeres. El 40.9 por ciento de los abusos ocurrió en la residencia del sacerdote, el 16.3 por ciento en la propia iglesia y el 42.8 por ciento en otros sitios.

Analizando la conducta sexual de 354 sacerdotes, el Psicólogo español Pepe Rodríguez (1995) en su investigación “Planteos Metodológicos Previos a la Investigación sobre la Conducta Sexual del Clero Católico” publicada en su libro “La Vida Sexual del Clero” obtuvo el siguiente resultado: “Entre los sacerdotes actualmente en activo, un 95% de ellos se masturba, un 60% mantiene relaciones sexuales, un 26% soba a menores, un 20% realiza prácticas de carácter homosexual, un 12% es exclusivamente homosexual, y un 7% comete abusos sexuales graves con menores.”

No existe evidencia empírica alguna que demuestre que los sacerdotes estén más inclinados a abusar de menores que otras grupos profesionales. Tampoco existe evidencia que la pedofilia sea más común entre los sacerdotes católicos que entre los ministros protestantes o los líderes judíos. En el estudio de Philip Jenkins concluye que solamente uno de cada 2,252 sacerdotes que formaron parte del estudio a lo largo de 30 años, se ha visto afectado por la pedofilia. Algunos teóricos han señalado que el por ciento de que un hombre casado puede cometer pedofilia es semejante al de los sacerdotes.

El asunto es que la Iglesia, aun cuando ha realizado, diversas reuniones y ha pagado millones de indemnizaciones y demandas, el problema continua y es retroactivo. Esto debe de llevar a reflexionar a la jerarquía eclesiástica como implantar códigos más liberadores contemporáneos relacionados a las necesidades psicosexuales de los/as miembros/as de la Iglesia. Aunque no hay estudios serios realizados dentro del campo de la sexología y psicología que establezcan que el proceso de represión sexual desarrolla algunos trastornos en la no canalización de líbido, si hemos visto por estudio de casos los resultados de la represión sexual. La solución del asunto de los abusos sexuales de sacerdotes no es dogmática sino es científico.

Los abusos sexuales en el ambiente del catolicismo han pasado barreras socioculturales. Un ejemplo de esto son los siguientes sucesos en diferentes culturas y sociedades:

Bolivia (2002). En La Paz, José Álvarez Villalba, párroco de la Iglesia de Entre Ríos fue destituido por el Vaticano luego que un examen de ADN confirmará su paternidad. El sacerdote abuso de una menor de 14 años, la cual expresó que éste tuvo relaciones sexuales con ella a cambio de favores materiales.

Connecticut (2002). Dos hombres denunciaron que el sacerdote Alfred J. Bietighofer les había sometido a abusos sexuales cuando eran niños a fines del 1970 y comienzos del 1980. El sacerdote católico Bietighofer renunció a su parroquia en Connecticut tras ser acusado de abusos sexuales contra menores. Poco tiempo después, se suicidó en una clínica psiquiátrica de la localidad de Silver Spring, en el estado de Maryland.

Miami, Florida (2002). Los sacerdotes Ricardo Castellanos y Álvaro Guichard fueron acusados por un exmonaguillo, José Albino, de haberlo obligado a participar en orgías con los religiosos y otros adolescentes en la Iglesia de la Pequeña Flor de Miami. Los abusos sexuales sucedieron entre 1971 y 1974.

Boston (2002). El sacerdote católico Paul Shanley fue arrestado por acusaciones de violación de menores. La identificada víctima, hoy un adulto de 35 años, formuló la acusación ante la fiscalía de Middlesex. Se acusó a Shanley de violar a la víctima entre 1983 y 1990 en la parroquia St. Jean. Según las investigaciones realizadas arrogan que funcionarios de la arquidiócesis sabían que Shanley asistió en 1978 a una reunión en Boston donde supuestamente

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