Programa de economía de fichas
akaePráctica o problema13 de Junio de 2018
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Universidad Autónoma de Sinaloa
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Facultada de psicología
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Angulo Espejel Annia Karina
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Fundamentos y modalidades de intervención en psicoterapia
Dr. Ulises Armenta López
Programa de economía de fichas
Introducción
En el presente trabajo se encontrara una presentación breve al modelo conductual, el cual tiene como objetivo el estudio de la conducta, al mismo tiempo se presenta la técnica del programa de economía de fichas, la cual se basa en el conductismo.
Esta aplicación del programa fue experimental, ya que fue la primera vez que realice la aplicación, tuvo una duración de 2 semanas y se obtuvo éxito por que cumplió con los objetivos de aplicación.
Justificación
Este proyecto se realizo con la finalidad de conocer, a manera personal, como se lleva a cabo el programa, cada uno de los pasos que se deben de realizar y los detalles problema que se puedan observar durante la aplicación, desde que el niño comprenda completamente que es lo que se realiza hasta que los padres comprendan que deben apoyar durante el programa para poder obtener los resultados deseados.
Objetivos
El objetivo general de este trabajo fue el hacer una practica de la aplicación del programa de economía de flichas.
Objetivo especifico fue aprender a desarrollar el programa, desde la entrevista inicial con los padres hasta el final al revisar los resultados obtenidos.
Otro de los objetivos fue que el programa tuviera un impacto en el niño con el que se realizo el programa, que redujera sus conductas negativas.
Marco Teórico
Psicoterapia
La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas.
Se lleva a cabo entre un profesional con la formación y las habilidades necesarias para facilitar el cambio psicológico, y el paciente/cliente que requiere la ayuda para aliviar los síntomas que le producen un grado de sufrimiento importante.
La persona que llega a terapia, cualquiera que sea la naturaleza de sus síntomas psicológicos, se encuentra en un estado de desmoralización que puede ser caracterizado por: pérdida de la autoestima, sentimientos de incompetencia, desvalimiento y desesperanza. Esa sensación de incompetencia subjetiva deja al individuo incapaz para afrontar las demandas del medio ambiente y con frecuencia le lleva a confundir el significado de los síntomas, a exagerar su severidad, a temer volverse loco, etc.
Los síntomas de los que se quejan las personas que solicitan psicoterapia son variados, afectan a la experiencia personal, la relación con los demás o dificultan de forma significativa sus actividades cotidianas. El malestar con frecuencia se manifiesta a través de ansiedad, depresión, estrés, conflictos con la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, etc. o dan lugar a ciertos comportamientos que interfieren la vida de una persona en distintas áreas, como por ejemplo las adicciones (alcohol, drogas, etc.) los referidos a la alimentación (anorexia nerviosa, bulimia, etc.). Resumiendo, las circunstancias que llevan a una persona a solicitar ayuda profesional son diversas y complejas.
La psicoterapia propicia cambios congruentes con los objetivos que desea alcanzar el cliente. Proporciona orden al caos facilitando la comprensión de ideas y acciones que habían sido confusas. Conduce a cierto alivio al capacitar a la persona para afrontar ansiedades y tensiones que habían sido evitadas. Conduce a nuevas oportunidades para aprender modos diferentes de pensar, sentir y actuar. En definitiva, provoca que la sensación de malestar progresivamente vaya dejando paso a la de dominio y control personal.
El cómo se consiga depende del problema que plantee el paciente, de las metas que quiera conseguir y en gran medida del modelo teórico seguido por el terapeuta, puesto que cada perspectiva en psicoterapia se caracteriza por un conjunto de conceptos y principios que explican cómo ocurre el cambio. La naturaleza, ritmo y objetivos de las intervenciones quedan en parte definidos por la orientación teórica del terapeuta.
Algunos de los aspectos comunes de los tratamientos exitosos son:
-Los pacientes se encuentran insatisfechos con sus pensamientos, sentimientos y/o conductas y buscan ayuda.
-Los terapeutas procuran crear una atmósfera emocional cálida, de apoyo y respeto, no crítica, favorecedora de la confianza y la esperanza.
-Se establece una alianza terapéutica para fomentar una actitud positiva hacia el tratamiento y la motivación para asumir riesgos que permitan al paciente experimentar conductas, sentimientos y procesos de pensamiento nuevos.
-Las intervenciones se diseñan para aliviar el sufrimiento y favorecer cambios congruentes con los objetivos del cliente.
-Buscan la asimilación e integración en la vida del cliente de los aprendizajes emocionales, conductuales y cognitivos significativos.
-Neutralizan los miedos irracionales.
-Conciben estrategias para cambiar los patrones de conducta desajustados, las creencias irracionales, las emociones disfóricas y las formas autoderrotistas de relacionarse con otros.
-Favorecen la transferencia de las nuevas conductas hacia la vida diaria del cliente propiciando así actitudes saludables.
Modelo conductual:
El enfoque cognitivo-conductual considera que los comportamientos se aprenden de diversas maneras. Mediante la propia experiencia, la observación de los demás, procesos de condicionamiento clásico u operante, el lenguaje… Todas las personas desarrollan durante toda su vida aprendizajes que se incorporan a sus biografías y que pueden ser problemáticos o funcionales.
El psicólogo o psicóloga cognitivo conductual aplica a cada dificultad los modelos que explican cómo cambia el comportamiento general. Para ello, es necesario conocer cuál es el comportamiento problemático, en qué situaciones sucede, con qué frecuencia e intensidad, etcétera. Después, se analizan sus antecedentes, consecuentes, la historia general de aprendizaje, condiciones biológicas y entorno social. Y finalmente se elabora un proceso terapéutico único.
Las técnicas cognitivo conductuales van dirigidas pues a tratar de cambiar estos comportamientos problemáticos, aumentando unos y disminuyendo otros, creando nuevos comportamientos, ayudando a relativizar o mejorar otros, y un largo etcétera, buscando siempre el objetivo de que la persona adapte eficazmente sus comportamientos a su entorno.
Condicionamiento clásico, se basa en los trabajos del fisiólogo ruso Iván Pavlov (1849-1936) y sus trabajos se centran en el estudio de los reflejos animales. Pavlov utilizó estímulos medioambientales para incitar los reflejos (por ejemplo utilizó una campanilla antes de dar la comida con el resultado que cuando había trascurrido un tiempo solo con el sonido de la campanilla y sin necesidad de poner delante la comida los perros segregaban jugos gástricos). Según Pavlov las conexiones entre los estímulos medioambientales y las reacciones de los animales era el resultado del aprendizaje. Este sistema de aprendizaje es conocido actualmente como aprendizaje por Condicionamiento Clásico. El Condicionamiento Clásico se interesa en los estímulos que evocan las respuestas. Según Pavlov existen los estímulos neutros (son los que en un principio no evocan la respuesta si no se encuentran asociados a los estímulos incondicionados), los incondicionados (son los que primitivamente evocan las repuestas) y las respuestas. Las respuestas pueden ser automáticas o aprendidas (automáticas son las involuntarias y aprendidas son las que se asocian con los estímulos neutros). El Condicionamiento Clásico es una teoría importante para ayudar a explicar el desarrollo de las diferentes clases de fobias.
El condicionamiento operante, en este tipo de condicionamiento el énfasis recae en la conducta y en las consecuencias de sus acciones. En general, si a una acción le sigue una recompensa, un refuerzo positivo, la acción se repetirá cuando el sujeto se encuentre en la misma situación. Si la recompensa cesa, aparecerán otros tipos de comportamientos. En el condicionamiento instrumental u operante, la atención recae en la utilización de refuerzos, negativos o positivos, para modificar la conducta. Por tanto consiste en una forma de aprender, no a partir de los reflejos responsables de las conductas sino, evaluando el impacto de las diferentes consecuencias sobre el desarrollo de una nueva conducta. La probabilidad de que una respuesta incremente o decrezca es proporcional al grado de refuerzo o castigo que se reciba por ella. Las conductas se fortalecen con consecuencias satisfactorias y se debilitan con consecuencias desagradables o insatisfactorias. Thorndike fue el máximo responsable del desarrollo de los principios del condicionamiento operante basándose en una técnica en la que se priorizan las condiciones de investigación.
Las teorías cognitivas aseguran que los individuos son participantes activos en su entorno, juzgando y evaluando estímulos, interpretando eventos y sensaciones y aprendiendo de sus propias respuestas. La manera de procesar (reconocer, percibir, razonar y juzgar) la información tiene un papel importante para intentar entender los posibles trastornos. Según Beck el individuo desarrolla un esquema desde el cual se ve a sí mismo y a otros en el medio ambiente. Este esquema afecta lo que percibe, renombra y prioriza como importante. Cuando aparece algún síntoma de psicopatología se hipotetiza que los esquemas activados son desadaptados, como resultado una persona puede sistemáticamente mostrar errores en el procesamiento de la información, de manera que puede generalizar, tener una atención selectiva, magnificar o minificar, personalizar o hacer arbitrariamente referencias sobre la información que recibe. Un ejemplo de esto sería la tendencia a culparse a uno mismo por los errores, la percepción errónea de las situaciones interpersonales o la tendencia a ser pesimista.
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