Economia De Fichas

El trabajo que presento a continuación tiene los siguientes objetivos:

1.- Determinar los fundamentos tanto normativos como teóricos de la modificación conductual.

2.- Definir las principales técnicas de modificación de conducta.

3.- Presentar un ejemplo de programa de modificación de conducta basado en el método de economía de fichas.

Frecuentemente el niño manifiesta conductas disruptivas en el aula. Tales conductas son inadecuadas e inaceptables a nivel psicopedagógico, dadas las negativas repercusiones para el que las manifiesta y para los que le rodean, compañeros y profesores.

Voy a comenzar este trabajo analizando lo que establece la LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de Educación con respecto a este tema.

El preámbulo de dicha Ley Orgánica establece:” A fin de garantizar la equidad, el título II aborda los grupos de alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar alguna necesidad específica de apoyo educativo y establece los recursos precisos para acometer esta tarea con el objetivo de lograr su plena inclusión e integración. Se incluye concretamente en este título el tratamiento educativo de las alumnas y alumnos que requieren determinados apoyos y atenciones específicas derivadas de circunstancias sociales, de discapacidad física, psíquica o sensorial o que manifiesten trastornos graves de conducta”.

Como acabamos de ver la atención educativa al alumnado que presenta alteraciones de comportamiento, como el resto del alumnado con necesidades educativas especiales merece una atención educativa.

La conducta disruptiva adquiere gran frecuencia y relevancia, adoptando formas muy diversas, que en mayor o menor medida, no son aceptadas ni por los profesores, ni por los compañeros, dada la grave inferencia en el desarrollo de las actividades escolares y su notable incidencia en el rendimiento.

La conducta disruptiva puede incidir notablemente en las dificultades en el aprendizaje de una forma directa (a través de la falta de atención, del desinterés y de la realización de actividades incompatibles con el desarrollo de las tareas escolares, entre otros aspectos).

Asimismo lo puede hacer de una forma indirecta, a través de su relación con alteraciones emocionales. Por ello se requiere una adecuada evaluación de los diferentes tipos de conducta disruptiva, previa a la intervención y la reestructuración.

Una eficaz modificación de la conducta disruptiva ha de partir no de juicios morales sobre su bondad o maldad, sino de criterios psicopedagógicos. Entre estos se encuentran:

-Que la conducta interfiera con el progreso académico.

- Que atente contra su integridad física o contra su integración social.

- Que atente contra el bienestar o la libertad de actuación de sus compañeros.

- Que dificulte la actividad profesional del profesor.

2.- TRASTORNOS DE COMPORTAMIENTO.

2.1. Definición.

Las expresiones “tiene problemas de conducta” o “esto es un trastorno de comportamiento” son hoy día frecuentemente escuchadas en diversos contextos vinculados a la población infantil. Pero ¿cuál es realmente el significado de estas expresiones?

Al revisar el contenido de las definiciones y clasificaciones sobre trastornos del comportamiento, se constata que existen diversas facetas que, de forma más o menos explícita permiten la caracterización de estos trastornos.

Una faceta resalta la referencia social como criterio para la identificación y definición del trastorno, esto supone su consideración como patrones de conducta estables que implican la violación o no adquisición de las reglas o normas que regulan los intercambios sociales, y que deberían estar adquiridas según la edad del sujeto.

Otra faceta implica su consideración como manifestación externa de un trastorno más global del niño, bien de personalidad o de su relación con el entorno.

Y por último, otro criterio está relacionado con las posibles consecuencias negativas que dichas conductas tendrían para el desarrollo global del sujeto. Por ejemplo dificultades de aprendizaje, de adaptación social, desarrollo afectivo…

¿Cuándo se considera que un alumno presenta un problema de comportamiento? La respuesta no es nada fácil.

· Cuando el comportamiento resulta peligroso o molesto para las personas de su entorno o para él mismo.

· Porque los demás no lo realizan o lo hacen en menor o mayor medida.

· Porque se prevé que dificultará el desarrollo del niño a nivel social, emocional, físico...

· Porque su repertorio conductual interfiere en su aprendizaje.

La DSM (1980) lo define como “patrón persistente y repetitivo de conducta en el que destaca la violación de los derechos fundamentales de los demás”.

Los alumnos con problemas de comportamiento presentan una serie de necesidades educativas especiales que precisan de:

- La puesta en marcha de procesos sistemáticos para la adquisición y desarrollo de determinadas capacidades: autocontrol, regulación de la propia conducta.

- La dotación de recursos y apoyos especializados para que este alumnado pueda cursar una educación lo más normalizada posible.

- El empleo de técnicas específicas para favorecer:

· Un comportamiento ajustado a la edad y al medio.

· La modificación de aquellas conductas desadaptativas que puedan estar infiriendo negativamente.

· La generalización de los aprendizajes conductuales.

- Según el caso, la provisión de una adaptación curricular.

2.2. Clasificación de los trastornos conductuales según la DSM-IV

· Trastornos de atención con hiperactividad. Tenemos que considerar 3 áreas:

- Área de la atención. Es típico que no acaben las tareas que empiezan. Se distraen fácilmente. Pero puede tener una tarea por la cual sientan una especial atracción y a la que le dediquen mucho tiempo y atención.

- Área de impulsividad. Actúan antes de pensar, sin reflexionar sobre

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