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Qué tanto nos importa la cultura


Enviado por   •  21 de Enero de 2018  •  Tareas  •  1.605 Palabras (7 Páginas)  •  98 Visitas

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Qué tanto nos importa la cultura.

Rodríguez J. Paola Yesenia. Comunicación y Cultura.

“La cultura, expresión más alta de los pueblos y naciones. A través de ella se abre camino a la libre expresión de ideas y constituye un medio idóneo para comunicar y confrontar mundos de vida entre personas, grupos étnicos, artistas, intelectuales y organizaciones sociales. Las manifestaciones culturales hablan de la vida de los individuos y de su interacción con la sociedad y juegan un rol fundamental en la vida pública; unen lo que a veces separa la política y la economía y permiten identificar y comprender la diversidad de una sociedad que, permanente, se expresa de manera creativa. La cultura propicia la construcción de espacios de convivencia que favorecen la construcción de ciudadanía.” Sánchez, G. (s.f.).

Como poetas en un frenesí, son aquellos aventureros de diferentes ramas de las ciencias sociales que se adentran en la mar de los estudios culturales y su promoción, y con su pesca alimentar a las generaciones venideras, así como a todos aquellos que viven con hambre de conocimiento.

Pero en un país en que sus ciudadanos pareciera que se colocan una venda desde el minuto en que se despiertan, y la retiran cuando cierran los ojos para volver a dormir (sin afán de generalizar, pero a sabiendas que la mayor parte de la población actúa de esa manera), es en sumo difícil el crear cambios, compartir y difundir “aspectos” relevantes para nuestra sociedad.

Para nuestro pesar, está ínfimamente ligado a la educación que desde generaciones atrás se viene imponiendo y trasmitiendo.

“En sentido inverso, los mexicanos en Estados Unidos se ciñen a las normas y reglas de ese país. La cultura del entorno los envuelve, la asimilan y funcionan de manera diferente en sus relaciones laborales, empresariales y de negocios. En territorio nacional, en cambio, los mexicanos tiramos basura, obviamos las reglas de tránsito y evadimos impuestos debilitando la capacidad del Estado para corregir fallas del mercado. Estas actitudes tienen un efecto en nuestro desempeño económico.” Palacios, J; Molano, M. (2011).

Debido a que la necesidad de espacios donde explotar diferentes habilidades y conocimientos en cuanto a la música, la danza, el teatro, entre otros más, depende totalmente de un presupuesto designado de nuestra economía, si esta no se encuentra “estable”, se busca la manera de “equilibrarla” y en muchas ocasiones (si no es que siempre), nuestras necesidades culturales salen perdiendo.

 Tal vez podría ser diferente, si en lugar de quejarnos por lo corrompido que se encuentra el sistema, marcáramos nosotros la diferencia; o quizás sea solo un ideal en el que difícilmente lograremos siquiera visualizarnos.

Dónde se localiza…

“(…) la cultura no solo está socialmente condicionada, sino que constituye también un factor condicionante que influye profundamente sobre las dimensiones económica, política y demográfica de cada sociedad (…) define las finalidades, las normas y los valores que orientan la organización de la producción  y del consumo (…) por todo ello la cultura es una clave indispensable para descifrar la dinámica social, (…) [ésta] constituye una pieza esencial para la comprensión de los determinantes de los comportamientos y de las prácticas sociales.” Giménez, G. (1999).

Pero en la sociedad mexicana normalmente las dimensiones dominantes (política y económica) le conciben como algo superfluo; cuando en realidad citando a de nueva cuenta a Giménez, la cultura no es un “epifenómeno, (…) sino [se le debe interpretar], como un factor determinante que nos permite entender la organización y el funcionamiento de una colectividad, y una clave decisiva para descifrar los enigmas, las contradicciones y los conflictos que les son inherentes.” (Giménez G. , 1998) 

Entonces, qué sucede con el papel que juega la cultura dentro de la mente de nuestros funcionarios públicos y legisladores, cuando recortan el presupuesto dedicado a fomentar los diversos actos que “cultivan las facultades o las capacidades humanas (Carpentraux, J: Kaes, R. 1962)” (Giménez, G. 2005), o cuando seleccionan discrecionalmente proyectos de asociaciones civiles afines  y de familiares.

Dónde queda la oportunidad para el resto de ciudadanos, dónde queda la regulación.

Hablemos de Pilares

Tengo el deber de admitir, que antes de mi tercer semestre en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, nunca había prestado atención a lo que significa la historia de las personas como de la infraestructura en general.

Tenía una idea muy vaga de lo que significa el contar y difundir las anécdotas que envuelven nuestro origen, y nuestras dinámicas sociales, para llevarnos a estar y ser quienes somos en la actualidad.

Queda claro que la siguiente historia, es solo un pequeño ejemplo, y vaya que existen obras no terminadas, instituciones que ya no son apoyadas, proyectos que quedan a medias, etc.

Todo ocurrió en una clase de fotografía, cuando se nos pidió la elaboración de diferentes materiales fotográficos, en este caso un foto-reportaje, con la finalidad de conocer y practicar las técnicas aprendidas.

Mi proyecto, junto con dos estudiantes de la misma licenciatura consistió en ir a Nacozari de García, más específicamente a Pilares y así lograr  capturar su esencia.

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