RECLUTAMIENTO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES..

RECLUTAMIENTO DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

A lo largo de la historia de la humanidad se han desarrollado conflictos por infinitas razones que han generado la creación e innovación de maniobras para afrontar estas duras situaciones, algunas muy degradantes para las personas, un ejemplo de ello se evidencia con el reclutamiento de los niños, niñas y adolescentes por medio de falsas promesas, dadivas o simplemente amenazas que vulneran desde todo punto de vista sus derechos como personas que se encuentran en su etapa de desarrollo más preponderante para su vida, pues de allí es donde el niño, niña o adolescente sienta las bases para todo lo que le venga de ahí en adelante; Colombia no ha sido la excepción a este flagelo de carácter internacional, al contrario ha llegado a ocupar posiciones muy destacadas en cifras que afectan a los niños. El Estado consciente de esta problemática real, ha creado instituciones que propenden por el cuidado de los menores y los ha blindado con gran variedad de herramientas desde la constitución política de 1991, la ratificación de convenios internacionales dado por medio del bloque de constitucionalidad, tal es el caso de la convención de los Derechos del niño, el código de infancia y adolescencia del año 2006 que a través del órgano judicial sitúan a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de especial y superior protección por parte de la sociedad. Específicamente en nuestro país el fenómeno del reclutamiento ilegal de menores, entendido este como la  vinculación permanente o transitoria de menores de 18 años de edad a grupos armados organizados al margen de la ley y se da principalmente en zonas veredales caracterizadas en su mayoría por ser territorios abandonados por la fuerza pública, de condiciones económicas muy frágiles, con el fin de colaborar como transportadores de mercancías, que puede ser desde drogas hasta armas logrando primero desviar la atención de las autoridades y segundo en caso de capturarlos estos menores no son sujetos de prisión sino de medidas alternativas, es decir aprovechados por bandas criminales de cualquier orden; sus funciones pueden ir además como informantes que favorezcan los delitos y en casos extremos son reclutados a las filas de grupos guerrilleros desde muy tempranas edades, destruyendo en todas sus dimensiones su desarrollo emocional y psicológico. Estos crímenes cometidos contra los niños, niñas y adolescentes tienen implicaciones de diversa índole, no son solo morales, legales y éticas sino también económicas y políticas en tanto que estas situaciones atentan contra el capital humano de un país y por ende, su desarrollo. Según cifras oficiales se estima que un total de 13.000 niños soldados con una edad promedio de 13 años, sin tener en cuenta los engañados y ultrajados por bandas comunes. Este fenómeno se mantendrá a pesar de las fuertes medidas adoptadas por el Estado, porque mientras en gran parte del territorio nacional existe una protección garantizada a los niños, niñas y adolescentes, existe la cara opuesta a familias enteras que son víctimas de hechos atroces donde la educación es un factor de privilegio para estos asentamientos, serán los menores los únicos afectados en su integridad como seres humanos, pues el ser reclutados ilegalmente solo beneficiara a los actores ilegales. Finalmente podemos decir que los valores y los principios que se  inculcan en la  familia son fundamentales para conseguir una comunidad que junto a las políticas y recursos que ofrece el estado solvente la necesidad de que se cometan actos aterradores hacia los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, pero antes como ciudadano es mi deber tener conocimiento de las normas existentes que tienen como fin combatir esta problemática, para así brindar la mano con seguridad y contribuir a proteger ésta parte de la población vulnerable (niños, niñas y adolescentes).

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