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Regímenes Politicos

hugouzcategui953 de Noviembre de 2013

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Regímenes Políticos.

Aristóteles.

La idea del Ciclo de Polivio: Los Regímenes Mixtos.

La vinculación entre la escuela estoica y la política romana, al menos en la etapa de la república, se da a través del vínculo existente entre Panecio y Polibio (cir. 200-120 a.C.), ambos griegos de origen. A éste último, portador de un conocimiento íntimo de la actividad política (tanto griega como romana) se debe la más antigua de las historias de Roma que se conservan y el primer estudio de las instituciones políticas romanas, donde se reflejan muchas de las ideas de Panecio.

Polibio no fue un filósofo sino un historiador. Griego de nacimiento, fue deportada a Roma después de la conquista de Grecia, y se relacionó con los círculos más altos de la ciudad, especialmente con el ambiente de los Escipión.

Su historia de Roma fue escrita en griego. Al terminar victoriosamente las guerras púnicas, Roma se acercó a la cumbre de su fuerza. Después de narrar los acontecimientos de la batalla de Cannas (216 a.C.), Polibio se detiene precisamente en el libro VI, para hacer una exposición detallada de la constitución romana, con lo cual elaboró un verdadero tratado de derecho público romano en el que se describen las diversas magistraturas: los cónsules, el senado, los tribunos, la organización militar. Aquí se presentan las tres tesis fundamentales de su estudio:

a) Existen fundamentalmente seis formas de gobierno, tres buenas y tres malas.

b) Las seis formas de gobiernos se suceden una a otra según cierto ritmo, y por tanto constituyen un proceso cíclico que se repite en el tiempo.

c) Además de las seis formas de gobierno tradicionales, existe una séptima, de la cual la constitución romana es un ejemplo, que en cuanto síntesis de las tres formas buenas es la mejor constitución. Por consiguiente, en esta última tesis, se desarrolla por primera vez de manera completa la teoría del gobierno mixto.

De las tres tesis, la primera representa el uso sistemático de la teoría de las formas de gobierno; la segunda representa el criterio historiográfico; la tercera el criterio axiológico.

Hay en la historia, planteaba Polibio, una ley inevitable de crecimiento y decadencia. Explica esto por la tendencia de todas las formas no mixtas a degenerar en formas características: de la monarquía a convertirse en tiránica, de la aristocracia a hacerse oligárquica, y así sucesivamente. El motivo que explica la fortaleza de Roma consiste en que ésta había adoptado inconscientemente una forma mixta de gobierno, en la cual los elementos se encuentran exactamente ajustados y en perfecto equilibrio. Los cónsules constituyen un factor monárquico, el senado uno aristocrático y las asambleas populares uno democrático; pero el verdadero secreto del gobierno romano consiste en el hecho de que los tres poderes se frenan recíprocamente, , impidiendo así la natural tendencia a decaer que se produciría en el caso de que alguno de ellos llegase a ser demasiado poderoso. Considérese que Polibio, al usar el término «democracia» para aludir a la forma buena de gobierno popular, introduce una nueva palabra para nombrar al gobierno popular en su forma corrupta: «oklocracia» (de okhlos, que significa multitud, masa, chusma, plebe) y que corresponde a la actual definición de gobierno de masa o «de las masas», cuando el término «masa» es utilizado en un sentido peyorativo.

Polibio modificó en dos aspectos la vieja teoría de la forma mixta de gobierno, que había sido durante mucho tiempo un lugar común. En primer lugar, convirtió en ley histórica la tendencia de los gobiernos no mixtos, a degenerar, pero su ciclo está formado en la experiencia griega y no encaja en absoluto en el desarrollo de la constitución romana. En segundo término, su gobierno mixto no es, como el de Aristóteles, un equilibrio de clases sociales sino de poderes políticos. Aquí probablemente Polibio se apoyó en el principio jurídico romano de la colegialidad, por virtud del cual un magistrado podía oponer su veto a lo decidido por cualquier otro magistrado que tuviera igual o menor imperium que él. Dio así al gobierno mixto concretamente por Montesquieu y llevada a cabo por los fundadores de la constitución norteamericana.la forma de un sistema de frenos y contrapesos, forma que posteriormente fue expresada

El ciclo polibiano se caracteriza por una secuencia de momentos buenos y malos, y el final del ciclo constituye el punto de partida de un nuevo ciclo. Todas las constituciones simples, por el hecho de serlo, son malas (incluso las rectas). ¿Cuál es el remedio? El gobierno mixto; es decir, una constitución que sea producto de un arreglo de las tres formas clásicas. Así concluye con que la primera causa del éxito o fracaso de un pueblo debe buscarse en su constitución.

El arreglo de las tres formas de gobierno consiste en que el rey es frenado por el pueblo que tiene una adecuada participación en el gobierno, y el pueblo a su vez lo es por el senado. Al representar el rey al principio monárquico, el pueblo al democrático y el senado al aristocrático, resulta una nueva forma de gobierno que no coincide con las tres formas de gobierno corruptas porque es recta. Polibio encuentra la razón de la excelencia del gobierno mixto en el mecanismo de control recíproco de los poderes, o sea, en el principio del «equilibrio». Este punto es extremadamente importante: el tema del equilibrio de poderes (que en la época moderna se vuelve el tema central de las teorías «constitucionalistas» con el nombre de balance of power) es uno de los temas dominantes en toda la tradición del pensamiento político occidental.

De todos modos, aún cuando la teoría del gobierno mixto, que observamos ya bien formada en Polibio, no debe ser confundida con la moderna teoría de la separación y equilibrio de poderes de Montesquieu señalada anteriormente.

Los planteamientos modernos:

Monarquía (absoluta y constitucional).

La Monarquía es una forma de gobierno de un estado en la que el cargo supremo es vitalicio y comúnmente designado según un orden hereditario. Este cargo se denomina monarca en términos generales aunque este puede variar según la estructura jurídica del gobierno o la región, como rey o reina, emperador o emperatriz, zar o káiser. En algunos casos se elige por un grupo selecto, y el estado regido por el monarca también recibe el nombre de monarquía, junto con el de reino.

La Monarquía es una milenaria institución que se ha forjado a lo largo de la Historia con luces y sombras. En la actualidad existen en Europa 10 países con sistemas monárquicos. En los albores del siglo XXI parece sorprendente la supervivencia de un sistema político que basa su legitimidad en la tradición histórica aunque bien es cierto que sobrevive gracias al respaldo de sus súbditos pues sin su confianza resultaría imposible su existencia. Por lo tanto, podemos decir que la

Monarquía es una institución que se fundamenta tanto en la Historia como en la voluntad de los ciudadanos, expresada en la Constitución, que han confiado en la

Corona como la mejor garantía de estabilidad, concordia, democracia y libertad.

Los ingleses, desde Bagehot, suelen decir que la principal función de la Corona es: «to advise, to encourage and to be informed» (aconsejar, animar y ser consultado). Habría que añadir otros verbos más: inspirar la vida del Estado, arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones y por encima de todo, escuchar el sentir de la ciudadanía

En palabras del insigne escritor Francisco de Quevedo: «Que el reinar es tarea que los cetros piden más sudor que los arados, y sudor teñido de las venas; que la Corona es el peso molesto que fatiga los hombros del alma primero que las fuerzas del cuerpo; que los palacios para el príncipe ocioso son sepulcros de una vida muerta, y para el que atiende son patíbulos de una muerte viva; lo afirman las gloriosas memorias de aquellos esclarecidos príncipes que no mancharon sus recordaciones contando entre su edad coronada alguna hora sin trabajo».

La Monarquía Absoluta

La monarquía absoluta hace referencia a un gobierno ilimitado, sin controles. El estado absolutista se fundaba en la idea de que la fuente de legitimidad del soberano era divina: el rey recibía su poder de Dios, y lo ejercía sin límites sobre el pueblo. El monarca sólo estaba sometido a la ley de Dios y las costumbres del reino.

Desde el Renacimiento, el poder político de Europa comenzó a centralizarse en las monarquías. Sin embargo, esta concentración no fue estable hasta el siglo XVII, cuando en muchos países europeos se estableció definitivamente el Estado absolutista, a pesar de las resistencias que algunos nobles locales ejercieron aliados ocasionalmente con los campesinos o burgueses.

En general, las características más evidentes de estas monarquías fueron las siguientes:

1. Frente a la multitud de poderes feudales locales encarnados en los nobles, los reyes intentaron constituir un poder central, de alcance nacional que llegara a todo el territorio.

2. Comenzó a crecer el aparato burocrático, constituido por funcionarios y técnicos pagados por el poder central. Una de las tareas centrales asignada a estos cuerpos de funcionarios fue el cobro de los impuestos, que pasaron a ser recaudados por la Corona.

3. El Estado absolutista fomentó la creación de cuerpos militares permanentes , sujetos a las órdenes de la monarquía.

El ejercicio de la soberanía real implicaba: presentar como la autoridad poderosa, «padre y protector» del reino. El modelo de monarquía absoluta de esa época fue Francia; el estado francés

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