Reseña sobre identidad cultural, un concepto que evoluciona

Reseña sobre identidad cultural, un concepto que evoluciona

Cada población de personas tiene características particulares que las van a diferenciar de otras, esto se conoce como su identidad cultural, esta puede ser vista desde el aspecto económico, donde la cultura se vincula con el mercado y el consumo, siendo manifestado en la televisión, cine, casas de música, etc, el humano, donde hace la función de cohesión social, creatividad, memoria histórica, y el patrimonial, encontrándose incluidas las actividades y políticas orientadas a la conservación y uso social de los bienes patrimoniales. Este artículo busca dar aspectos relacionados a la identidad cultural, haciendo énfasis en definir qué es cultura y patrimonio cultural para comprender mejor estos.

Realiza un recorrido sobre la evolución del concepto de cultura, dando su origen en el siglo XVIII, como algo que era característico de una población civilizada, asociado específicamente al progreso material (monumentos, pinturas…), en Alemania se separan la civilización de la cultura, siendo la primera definida como algo externo, racional y universal, mientras que la segunda estaba referida al espíritu, a las tradiciones locales; en el siglo XX el concepto se relaciona con una visión más humanista, relacionada con el desarrollo espiritual e intelectual, siendo incluidas todas las actividades, características, e intereses de una población, finalmente la UNESCO la define como “El conjunto de los rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, creencias y tradiciones”.

Posteriormente define la identidad cultural, donde su concepto encierra un sentido de pertenencia a un grupo social con el cual se comparten características culturales, como costumbres, valores y creencias, esta no es fija, sino que se recrea de manera individual y colectiva alimentándose de forma continua de la influencia exterior. Finalmente se encuentra el patrimonio cultural, el cual inicialmente se relaciona únicamente con lo monumental y artístico, naciendo su concepto en la Revolución Francesa, hasta llegar a ser incluido lo inmaterial como las costumbres,  tradiciones, la lengua, literatura, danza, ritos, y los juegos también como parte de dicho patrimonio; este es importante para una sociedad porque es la historia entre su memoria individual y colectiva, según De Romilly (1998) “Nadie puede vivir sin recordar y nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos de la historia (...) la historia está allí orientando nuestros juicios a cada instante, formando nuestra identidad, determinando la fuente y toma de conciencia de nuestros valores”.

El destruir un patrimonio o permitir su deterioro es negar una parte de la historia de dicho grupo poblacional, de su cultura; todo el valor patrimonial que ha producido a lo largo de su historia y conservado un pueblo, es lo que lo distingue, lo que logra su identificación, lo que alimenta su identidad cultural y lo que define mejor su aporte específico a la sociedad global.

Referencia bibliográfica

Molano, O. (07 de Mayo del 2007). Identidad cultural, un concepto que evoluciona. Revista Opera, pp 69-84. Enlace: https://www.redalyc.org/pdf/675/67500705.pdf 

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