Resistencia Cultural

LA RESISTENCIA CULTURAL COMO SIMBOLO DEL SABER POPULAR COTIDIANO,

En la Dinámica Descolonizadora de Nuestro Barlovento Caribe Venezolano

MSc. NELSON ALEXANDER MIERES URBINA

Rio Chico Arriba, Municipio Paez, Barlovento, Estado Miranda

Venezuela

En estas brevísimas líneas resumidas en pocas cuartillas de redacción, no pretendo profundizar, rebuscando palabras que imposibiliten la apertura hacia la comprensión de las buenas ideas, esos pensamientos que son necesarios expresarlos, compartirlos y aprovecharlos para nutrir el debate cálido lleno de sabor y substancia donde se geste la emancipación integradora, en todos nosotros como seres pensantes. Pues bien, estoy plenamente convencido que de eso trata la ejercitación de este tipo de encuentros, donde la colectividad manifieste su diversidad y acercamiento de lo que vivimos en cada día de cotidianidad. En esta dinámica inexorable nos encontramos a veces sin percibir la importancia de nuestros aportes aunque sean pequeños, para la vida. ¡El mundo está cambiando!, es el decir de la gente que nos encontramos por los caminos y aquellos que también visualizamos, oímos por los diversos medios de comunicación dentro y fuera de nuestro maravilloso país, pero me pregunto: bueno, ¿ y cuándo es que nuestro mundo ha dejado de cambiar?, nuestro planeta y “única nave espacial” mensaje irrevocable de nuestro lúcido hermano Walter Martínez, cada segundo que recorre en su “eje imaginario” moviliza naturalmente los cambios, esto lo sabemos de sobra, pero en nuestra actualidad están sucediendo aceleradamente desequilibrios con signos de irrersivilidad que la Pacha Mama no puede soportar, atentando con la existencia humana y de todas las especies del planeta. ¿Quiénes están causando esta hecatombe?, no es la naturaleza quien atenta contra nosotros, no es un supuesto, tampoco una presunción afirmar que a lo largo de los ciclos históricos han estado y están directamente implicados un reducto de seres humanos quienes agrupados en lo que llaman elites, imponen con señorial prepotencia la hegemonía de dominación destructivas en todo el mundo, causando desastres en todos los niveles y ámbitos. Valiéndose de cualquier elementos o medios que le permitan conquistar a toda costa, pero entre todos los mecanismos de experimentación, implantación, practicas perversas, “de ensayo y error”, progresivamente han ejecutado toda clase de artilugios antihumanista para cumplir el propósito que motiva el delirio de poder y las ansias de grandeza, entre las que podemos identificar están el egoísmo que es la fuerza motriz de toda ambición enfermiza, la invisibilizacion y el desprecio por el reconocimiento de otros.

No en vano acierta la profesora Nora Castañeda (2012), cuando afirma que “son más de quinientos años de colonialismos impuestos”, y que hoy seguimos viviendo en sus versiones suavizadas pero aún más crudas, obsesivas y real, el neocolonialismo imperialista capitalista burgués. Este modelo super destructivo es el que enfermizamente pretende con su legión de seguidores intencionalmente manipulados, inoculados de engañosas y falsas esperanzas, transformar la realidad secuestrada y mecanizada a sus intereses mezquinos. Pero el punto radica en que cada vez más, angustia el hecho de encontrarnos personas que asumen esta situación como algo normal y natural. Tan poderosa es la maquinaria opresora, que en el trayecto de todas estas etapas, nos ha hecho creer entre otras aberraciones, que no somos seres humanos, sino una especie de sub-humanos, los “no-gente”, que no somos capaces de pensar para construir y en verdad que nos lo creemos. Más aun, nos robaron el discurso para que no seamos

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