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Resumen La inexplicable sociedad- Cap. 06/ “Los términos teóricos: empirismo racional y operacionalismo”

Lucia ManzoResumen25 de Junio de 2017

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TEÓRICO

La inexplicable sociedad- Cap. 06/ “Los términos teóricos: empirismo racional y operacionalismo”

TÉRMINOS EMPÍRICOS Y TÉRMINOS TEÓRICOS:

En la investigación científica aparecen hipótesis y teorías que, además de referirse a la base empírica y a los objetos observables, se refieren a entidades inobservables.

Si bien muchos campos de la ciencia tienen teorías donde sólo se habla de entidades observables, ninguna ciencia llega a un nivel explicativo importante si no usa los términos teóricos. Éstos se oponen a los que conocemos como términos empíricos, que se refieren a entidades y propiedades observables.

En el ejemplo del átomo, vemos cómo el haber pensado en algo inobservable en algún momento, permitió encontrar una explicación a lo observable, pues las generalizaciones empíricas (o leyes de 2do nivel) se deducen de leyes que emplean términos teóricos (o leyes de 3er nivel) es decir, que ponen en juego entidades inobservables. La utilidad de postular la existencia de entidades y propiedades inobservables y de adjudicarles términos y conceptos consiste en que, de esta forma, podemos llegar a conclusiones que serían imposibles por otros medios.

Esto conlleva una posición ANTICONDUCTISTA, ya que para los “conductistas” el empleo de términos teóricos es contrario a su idea de que una proposición científica debe ser directa o indirectamente una descripción de lo observable. Ellos consideran que postular la existencia de lo no visible puede llevar a inventar explicaciones para cualquier cosa. Pero si se postulan ciertas entidades inobservables (átomos, genes, inconsciente, superyó, estructura social, etc.) y se desea que tengan carácter científico, se requiere, invariablemente, tomar la precaución de que el conjunto de hipótesis que se formulen acerca de ellas sea contrastable, es decir, que permitan la derivación de consecuencias observacionales que nos den la posibilidad de poner a prueba la teoría. Todo esto permitiría hacer predicciones.

Lo que se contrasta son teorías enteras, pues una hipótesis aislada bien puede ser incontrastable. Pero cuando una teoría ya es muy débil y se reduce a una simple hipótesis aislada, no habrá más remedio que agregarle otras hipótesis, si deseamos extraer conclusiones y ponerla a prueba. En el silogismo aristotélico típico es posible hacer una deducción porque contamos con dos premisas. Si quitáramos una de ellas no podría extraerse la conclusión porque nos falta la premisa con la cual hicimos el puente y la deducción.

Se cree en ocasiones que las hipótesis que aluden a inobservables son incontrastables porque si se toman aisladamente no hay forma de deducir consecuencias observacionales. Pero sucede que, en generan, no deben ser tomadas así, sino formando parte de un edificio que puede funcionar muy bien, tener contrastabilidad y poder predictivo e incluso ser útil tecnológicamente, como lo han demostrado una gran cantidad de teorías con términos teóricos.

Así lo importante, desde el punto de vista metodológico es preguntarse si es posible deducir implicaciones contrastadoras de las hipótesis en las que figuran términos teóricos, es decir, que suponen la postulación de la existencia de entidades inobservables. Esta clase de preguntas afecta a hipótesis donde figuran muchos conceptos en los que creemos firmemente: clase social, plusvalía, anomia, conflicto, etc.

Todo este análisis se refiere a la oposición de término teórico al empírico en su uso anglosajón.

Entre algunos pensadores franceses, afirmar que un término es “teórico” apunta a señalar que adquiere su significado por el hecho de estar inserto en una teoría. Se lo opone de este modo a todo aquello que provenga del lenguaje ordinario, al que se considera un lenguaje preteórico.

Las objeciones al empleo de términos teóricos que plantean los conductistas, tanto como los pragmáticos y los empiristas, provienen de que todos ellos experimentan un fenómeno que llamará horror a la metafísica. Desconfían así de las palabras que aluden a lo que va más allá de lo observable, pues para un científico serían admisible sólo estas entidades y se debería abandonar todo lo demás por su carácter especulativo. A esto opone un horror al conductismo, que consiste en sostener que el mundo no tiene por qué coincidir con lo observable: lo observable por los sentidos puede ser una pequeña parte de lo que verdaderamente existe y hablar de entidades no observables no implica caer en esa metafísica a la que tanto se teme.

Se detalla a continuación la respuesta de 4 escuelas: EMPIRISMO RADICAL O CONSTRUCTIVISMO, OPERACIONALISMO, INSTRUMENTALISMO Y REALISMO, dando respuesta a las siguientes preguntas: 1) cuándo es legítimo usar términos teóricos y 2) que significan términos teóricos.

EL CONSTRUCTIVISMO O EMPIRISMO RADICAL

Según los empiristas radicales es lícito emplear términos teóricos sólo cuando éstos se pueden definir EXPLICITAMENTE o de manera CONTEXTUAL ELIMINABLE a partir de términos empíricos. No se puede apelar a ellos si al introducirlos no podemos definirlos a través de términos empíricos.

Lo que llaman “definición contextual eliminable” es una definición donde se indica el significado de una frase del tipo “Tal cosa es X” que alude a un contexto simple en el que el término puede aparecer.

Es decir que afirman que sólo se pueden aceptar cierto tipo de lenguaje en ciencia si, a pesar de su aparente aspecto teórico, se muestra que se refiere a lo observable mediante definiciones adecuadas. Si esto no sucede, tal lenguaje no será considerado legítimo.

Para esta corriente el significado de los términos teóricos admitidos, es que el sentido de los mismos proporciona la definición explicita o contextual eliminable que se está proponiendo.

En muchas ciencias este tipo de concepción puede resultar suficiente, pero en psicología, sociología, antropología y aún biología y medicina, resulta dificultoso o casi imposible definir los conceptos más interesantes por este método, porque no podremos usar entidades no observables para su definición.

EL OPERACIONALISMO

Tiene diversas versiones. La original de EEUU de P. Brigman, propuso que además de la definición explícita y contextual eliminable, se podría admitir la DEFINICION OPERACIONAL. Por tanto, es legítimo usar términos teóricos cuando se los puede definir no sólo empíricamente sino también OPERACIONALMENTE, a partir de términos empíricos. Es decir, donde se incluyen propiedades DISPOSICIONALES o CAPACIDADES, como la inteligencia o la racionalidad que, si bien no puede observarse ostensiblemente, se manifiesta en ocasiones determinadas, o si hacemos determinadas cosas, como son los test.

Casi todo lo que se considera tendencia, potencialidad o capacidad se relaciona con este tipo de operación.

Para esta concepción los términos teóricos significan lo que la definición operacional estipula.

Es evidente que los operacionalistas piensan que los conceptos científicos en general no se definen por mera sinonimia o igualdad de significado, pero tampoco quedan definidos a la manera estructuralista, mediante la propia teoría que los emplea. Para ellos en 1er lugar, cada concepto puede ser definido independientemente, mediante sus propias definiciones operacionales y, en 2do lugar, esa definición supone un proceso activo, porque, para poder decidir si es legítimo o no un concepto, siempre habrá que realizar una serie de operaciones, averiguar algo o realizar determinadas acciones.

Una vez que se define un concepto, éste queda adoptado y puede figurar en nuevas definiciones. Así es muy común encontrar cadenas definicionales en las que el primer eslabón de la cadena comienza con los términos empíricos. Después, se obtiene una primera tanda de términos teóricos a partir de las primeras definiciones operacionales; luego una segunda, una tercera, etc.

Para poder establecer correctamente qué es la definición operacional Carnap propuso la siguiente forma: si se hace E a x, entonces x es D si y sólo si x responde R.

Por ej. Significado de “inteligencia”: “si se aplica el test de Raven, entonces diremos que x es inteligente si y sólo si x responde dentro del percentil de 95”.  

En esta forma el bicondicional “si y sólo si” que era lo principal en la formulación de Brigman, se transforma en segundario y lo central es un condicional que dice lo siguiente: si se hacen ciertas operaciones o si se produce determinado estímulo, encontraremos que hay inteligencia si y sólo si existe una respuesta dada. Si no existe aquel, no la habrá.

La definición operacional muestra de la manera más amplia posible, cómo introducir un concepto a partir de términos empíricos. Y tiene la ventaja de que permite trabajar evitando suponer demasiadas hipótesis o teorías. Exige tan solo conceptos empíricos que aluden a entidades o propiedades observables. De modo que el operacionalismo se asemeja, en cierto sentido, a la metodología estadística, en que se puede desarrollar una investigación con independencia de teorías científicas o de un marco teórico elaborado.

Si bien no es posible realizar investigaciones científicas siempre de este modo dado que surge la pregunta sobre la conveniencia o no de operacionalizar algunos de los términos teóricos que figuran en las hipótesis de 3er nivel.

DOS VERSIONES DE OPERACIONALISMO: Hay dos versiones del operacionalismo en cuanto al significado de los términos teóricos: Brigman sostiene que cada definición operacional es una especie de caracterización abreviada de un concepto, a ser utilizada únicamente en esa oportunidad. En cambio, Carnap, sostiene que cada definición operacional proporciona una caracterización parcial de un mismo concepto.

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