Rol De La Mujer En La Sociedad

Rol de la mujer en la sociedad

Introducción:

Este tema es muy polémico ya que desde el principio de los tiempos la mujer fue alejada de las labores y actividades que se consideraban “solo para hombres” y las discriminaban por su físico ya que pensaban que su condición física “más pequeña y menos fuerte que un hombre” no podría realizarlas por el esfuerzo físico que significaba.

Pero ahora todo esto va cambiando, ya que desde hace mucho tiempo las mujeres luchan por un trato igualitario y ser consideradas igual que los hombres, y lo han logrado ya que han conseguido que se le sea consideradas para las distintas labores no solamente las domesticas, pero han logrado lo que se proponen como que se les considere para ir a la escuela o para poder votar, y últimamente las mujeres se encuentran trabajando en las oficinas o en trabajos que se consideraban “solo para hombres” y hasta lo hacen mejor, y mucho más de reconocer su esfuerzo no solo para ser amas de casa y mantener y cuidar a sus hijos, si no que al mismo tiempo trabajan y ayudan con el aporte económico para la caso o es más hay mujer que deciden vivir sin el apoyo de un hombre y mantener ellas mismas a sus hijos trabajando y sin descuidar sus labores como madre/padre de familia.

Por eso es de reconocer su esfuerzo para que sean tratadas de una forma equitativa e igualitaria.

Desarrollo

La mujer desde el principio de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr trascender su condición de madre y tener la posibilidad de participar en la sociedad.

Su constitución física, más pequeña que la del hombre, la mantuvo alejada de las actividades que demandaban esfuerzo físico, tareas reservadas a los hombres, que cuentan naturalmente con una estructura más robusta.

Los grupos humanos primitivos se organizaron de una manera natural, manteniendo este estado de cosas sin la posibilidad de alternativas, respetando el poder del más fuerte.

Con el comienzo de la agricultura, la raza humana abandona su vida nómada y comienza los primeros asentamientos cerca de los principales ríos.

En ese momento, la necesidad de brazos para trabajar la tierra lleva a la mujer a los campos de cultivo y terminan siendo las encargadas de estas actividades en la mayoría de las comunidades; mientras los hombres se dedican a la caza de animales salvajes, la pesca y al cuidado de su territorio, quedando el cuidado de la prole a cargo de los hijos mayores y los familiares no aptos para el trabajo de la tierra.

Mientras tanto, con el aumento de la población y la necesidad del intercambio comercial, fueron naciendo las ciudades y surgiendo de ellas una nueva clase social, la burguesía, compuesta de comerciantes y artesanos.

En esa época, la vida de la mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos, las tareas domésticas y los trabajos manuales artesanales.

Este estado de cosas fue creando a su vez una cultura de roles rígidos difíciles de trascender, sostenidos además por la

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