SABER HABLAR
19 de Abril de 2013
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1. Producción del discurso oral
Suele suceder que las personas que se expresan mal al momento de hablar con otras personas tienden a confundirlos ya que utilizan nuevas palabras las cuales algunas personas Ho la han escuchado. En estos casos, a veces, la confusión y el engaño verbales son tales que los oyentes, a pesar de no haber entendido absolutamente nada de lo que han escuchado, llegan a alabar las palabras del emisor.
Saber hablar es tener claras las ideas que se desean transmitir, ser claros y precisos en la elección lingüística, en la palabra dicha y, por ende, en la exposición de esas ideas.
La Claridad en las ideas:
La claridad en la expresión: En este caso se refiere a la claridad que debe tener las personas al momento de comunicarse, debe poseer una buena pronunciación, combinada con el tono, la entonación, la intensidad y el ritmo, oportunos en cada caso.
Las personas somos capaces de comunicarnos, simultáneamente, con las palabras, con la fuerza de la mirada, con el contacto visual, pero también con el cuerpo, particularmente con las manos y brazos al gesticular, con la expresión facial y corporal.
2. Estrategias y habilidades para una comunicación oral efectiva.
Para que exista una comunicación oral efectiva existen unas estrategias y habilidades las cuales son:
La voz.
La voz es el sonido que produce el aire expelido de los pulmones al pasar por las cuerdas vocales.
Para darle a la voz la preeminencia que tiene en la comunicación existan unos elementos que se encuentran inmersos en ella.
a) Volumen.
Es la fuerza o amplitud de los sonidos, la potencia de la voz. El volumen varía de acuerdo a la situación que se nos presente si vamos a estar dando charlas en auditorio o ¬
en una plaza etc. Tenemos que utilizar un micrófono ya que es muy grande el espacio y hay muchas personas. Las cuales necesitan escuchar la información y el tono de voz no es tan alta o adecuada para dicha situación.
b) Ritmo.
Es la cadencia o compás de la voz, es la velocidad con la que emitimos las palabras. Hablamos más rápido o más lento.
El ritmo “normal” o “anormal” de la voz depende de cada hablante y de cada discurso. Se recomienda que el ritmo no sea muy rápido ni muy lento; en todo caso, quienes se ocupan de eso, suelen estimar como ritmo “normal” el que permite pronunciar de 130 a 200 palabras por minuto. Menos que eso se considera lento; más, rápido.
c) Modulo o entonación.
Son las flexiones diversas de la voz que permiten pasar melódicamente de un tono a otro y de un ritmo a otro. Cada palabra o frase puede tener un tono o volumen distinto, rápido o lento, según el contexto de la oración.
d) Dicción o pronunciación.
Es la manera de articular las letras, silabas y palabras. La dicción es el modo de hablar, es la parte del habla que contiene las reglas del estilo. Nuestros interlocutores deben entender lo que decimos.
La dicción suele afectarse por las siguientes causas:
Si nos “comemos” letras al hablar o las añadimos sin que correspondan.
Si las cambiamos por otras.
Si hablamos con la boca muy cerrada o muy abierta, con los dientes apretados (entre dientes o de alguna otra forman correcta.
Los gestos y el lenguaje corporal.
Una de las características de quien habla bien es que hace un buen uso de los gestos y de los movimientos del cuerpo. El cuerpo se mueve cuando hablamos, y ese movimiento es a menudo un mecanismo de apoyo de lo que decimos: Refuerzo o minimiza nuestra argumentación en un intento de convencer a la otra persona.
Con gestos también mostramos continuamente nuestra
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