Sentidos de las ecologías políticas
Enviado por Ailem_Leugom • 13 de Julio de 2022 • Ensayos • 2.096 Palabras (9 Páginas) • 48 Visitas
[pic 1]Instituto de Estudios Superiores para la Competitividad y el Desarrollo de América
Sentidos de las ecologías políticas
Melina del Rosario Moguel Nuñez
Docente:Andres Cruz Zamudio[pic 2]
22/06/2022
[pic 3]INTRODUCCIÓN[pic 4]
En la literatura, las artes plásticas y el cine, igual que en la acción democrática, lo que está en juego es la posibilidad de alterar las formas hegemónicas de experiencia del mundo y así dar visibilidad a todo aquello que suele ser excluido de los marcos consensuales de percepción. En Argentina y a lo largo de América Latina, la reciente expansión de la frontera extractiva ha puesto en jaque los derechos territoriales y la salud colectiva. Es preciso poner en discusión esa lógica sacrificial que subordina la vida humana y no humana a la apropiación y explotación intensiva de la naturaleza. Es una tarea que requiere repoblar nuestra imaginación para hacer lugar a mundos alternativos. Arte y ecología política constituye el primer volumen de su tipo pues reúne ensayos, crónicas e investigaciones que bucean diferentes aspectos estéticos y expresivos que hacen espacio a otras formas de vivir más justas y sustentables.
Gabriela Melinsky y Paula Serafini exploran de que manera se produce la conflictividad de lo comunal en las artes visuales, donde se dan a conocer diversos artículos que presentan manifestaciones artísticas que escogen como temática principal cuestiones ambientales y tienen una dimensión especulativa y un objetivo político claro: emplear el poder trasformador de la narración para incidir en asuntos relacionados con el medio ambiente, la salud publica o las demandas de participación.
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[pic 6]ARTE Y ECOLOGÍA POLITICA[pic 7]
La ecología política combina la economía política, la historia ambiental y diferentes enfoques de las ciencias sociales para ofrecer cuenta de colaboraciones de poder que caracterizan los conflictos del medio ambiente y que ofrecen forma al surgimiento de diferentes solicitudes sociales y actividades colectivas. La ecología política latinoamericana predomina por su relación con los movimientos sociales para cuestionar y edificar alternativas ante las desigualdades del medio ambiente, sociales, políticas y territoriales. Por consiguiente, es necesario comprender que la ecología política no es solo un área de estudios, sino además un campo que incluye las diversas maneras de acción colectiva alrededor de conflictos del medio ambiente y territoriales, entre ellas las distintas expresiones artísticas que se comparten en este libro.
La ecología política latinoamericana trae al centro de la disputa el estudio de las maneras concretas y subordinadas de organización de las interrelaciones sociales, políticas y la estatalidad en el mundo. A partir de comienzos del presente milenio, tanto en Argentina como en otros territorios de Latinoamérica se han multiplicado las expresiones de descontento alrededor de diferentes procesos de apropiación exhaustiva de la naturaleza que poseen impactos del medio ambiente en la diversidad biológica, en la calidad del agua, la fertilidad de la tierra y en la preservación de los ecosistemas. Lo cierto es que las actividades colectivas que reclaman por las secuelas de dichos procesos de apropiación exhaustiva de la naturaleza han incrementado exponencialmente y, entre otros puntos, se reclama por el movimiento masivo de ocupaciones preexistentes y los efectos sobre la calidad de vida y la salud de trabajadores y trabajadoras rurales, campesinado, población indígena y monumentales contingentes de las clases célebres y medias de las enormes metrópolis (Merlinsky, 2017).[pic 8]
Estas expresiones, que han ganado la calle y se expresan en el espacio público, abren debates alrededor de los supuestos beneficios del desarrollo.
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¿Cuál es el efecto de diferentes ocupaciones extractivas en diferentes entramados de la vida? Estas cuestiones impulsan distintas actividades colectivas, abren procesos de cambio, aportan a una reinvención de lo común, generan maneras variadas de experimentar el territorio, las cuerpas y los lazos entre diversos naturalezas (Merlinsky, 2018).[pic 10]
Su extensión extraordinaria en Latinoamérica involucra enormes flujos de costo de cambio condensados en alquilas diferenciales a escala mundial que reportan ganancias siderales al capital concentrado. El fin primordial es propiciar la exportación de materias primas para aprovisionar a territorios centrales y emergentes, un proceso que además fue determinado como la “maldición de los recursos”, en ventaja de que hace más volátil las economías latinoamericanas, tomando en cuenta que la creciente especialización en productos extractivos involucra una más grande vulnerabilidad a la oscilación de los costos de todo el mundo.
La utilización exhaustivo de bienes usuales como el agua, los minerales, la tierra, en fin, usos del suelo y el territorio, involucra alquilas extraordinarias para enormes corporaciones mundiales e incentiva comportamientos en los cuales las élites económicas y políticas locales se orientan a la captura de éstas.
Una vez que estas tácticas políticas son más agresivas, se generan verdaderas “zonas de sacrificio”, países de economías de enclave con pocos efectos multiplicadores y en los cuales el orden universal –que involucra la primacía de los intereses de las industrias extractivas– domina sobre la escala local.[pic 11]
En las enormes localidades, los procesos de apropiación exhaustiva de recursos naturales y bienes usuales permanecen asociados a los usos especulativos del suelo urbano y a la mercantilización de los servicios colectivos.
Como apunta Henri Lefevbre (1991), la metrópoli ocupa un espacio estratégico en el proceso de acumulación capitalista, ya que la producción y los servicios –y además la casa y el espacio público– son objeto de productividad; de aquel modo, el agua, los impactos de la contaminación, las inundaciones, la deficiencia en servicios de transporte y saneamiento así como servicios educativos y de salud se tornan escenarios privilegiados de confrontación social.
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