Sistemas Políticos Comparados

PEC 2: ¿Pueden muchos partidos políticos ser demasiados partidos políticos?

Enunciados

Actividad 1. Uno de los rasgos de los sistemas políticos de Bélgica y Alemania es la existencia de gobiernos de coalición. Tras leer el módulo 2 y los artículos de prensa indicados en la sección de materiales, responde a estas preguntas sobre los gobiernos de coalición:

1. Construye una tabla de los gobiernos de coalición de Alemania y Bélgica desde el año 2000 hasta la actualidad, especificando los partidos que conforman la misma.

Tabla 1: Gobiernos de coalición en Alemania

Datos extraídos de: El Electoral (2020).

Tabla 2: Gobiernos de coalición en Bélgica

                Datos extraídos de: Ortiz (2020) y Chambre des représentants (20194)

1. A partir de dicha tabla, reflexiona sobre cuantos partidos conforman estos gobiernos coaligados, y qué tipos de partidos se coaligan y por qué.

En el caso alemán observamos unas coaliciones menos numerosas que en Bélgica. Son de dos partidos en los últimos 20 años. Además, las conforman partidos tradicionalmente mayoritarios y existentes, la mayoría también, desde la primera fase.

Por un lado, el SPD [ Partido Social Demócrata] se coaliga en dos ocasiones con Los Verdes, en 1998 y en 2002, quienes muy estables en el Bundestag desde los 80, comparados con el resto, su presencia y existencia no es de tan arraigada tradición histórica.

Las demás coaliciones la CDU [Unión Demócrata cristiana de Alemania], que siempre concurre con la CSU [Unión Social Cristiana de Baviera] de Baviera hasta su unificación (Otero y Ruiz, 2020), son con el SPD [Partido Social Demócrata] y el FDP sólo en una ocasión en 2009. Casualmente, es con éste con quien más afinidad parecerían tener, ya que la CDU-CSU son de tinte conservador y la FDP es una formación de centro liberal (Otero y Ruiz, 2020).

Sin embargo, la mayoría de las coaliciones, la Gran Coalición, se lleva a cabo con el SPD, uno de los partidos más antiguos de toda Europa y de centroizquierda.

Esto puede deberse, por un lado, a la costumbre asentada en el país para con la negociación y la aceptación de un partido elegido mayoritariamente, que se origina con toda seguridad en el miedo al fracaso de múltiples polos políticos antes de la Segunda Guerra Mundial (Otero y Ruiz, 2020).  

A pesar de ello, esto trae consecuencias para la pérdida de identificación de cada partido con su bando ideológico: la CDU parece alejarse de la idea de la derecha, y el SPD de la idea de izquierda.

El surgimiento de nuevos partidos y la tendencia a la polarización están presentes, pero también se creyó que la Gran Coalición de 2013 pasaría factura, y las elecciones de 2017 demostraron que no fue tan cara (Crónica Global, 2015).

Las coaliciones de Bélgica, por su parte, ponen de relieve la amalgama de regiones y comunidades para mantener el estado unificado.

La primera de ellas tiene lugar entre 6 partidos o la unión de algunos de ellos que se coalicionan con el resto. Conformaron este gobierno hasta 2003, los liberales flamencos (VLD), socialistas francófonos (PS), Liberales reformistas francófonos (PRL), liberales demócratas francófonos (MCC), demócratas francófonos de Bruselas (FDF), socialistas flamencos (SP) y los ecologistas franceses (ECOLO) y flamencos (Agalev). Esto se traduce en una unión socialista, demócrata, liberal y ecologista, que compaginan en tanto en cuanto el socialismo y el liberalismo proceden de los antiguos pilares belgas del s. XX, y como consecuencia de una mejor aproximación entre ellos que con los más conservadores o del procedentes del pilar católico, además de por necesidad debido a malos resultados (Otero y Ruiz, 2020).            

Esta tónica se mantuvo hasta 2007, con dos gobiernos coalicionales pero estables de 4 años cada uno, aunque en esta ocasión sin tanta presencia socialista, sólo el SP.a, ni ecologista, sino liberal (MR).

Hasta el 2011, cambia el panorama y se van manteniendo de forma quebradiza en el poder los democristianos (CD&V), socialistas francófonos (PS) y liberales (Open Vld; MR).

Y si nos fijamos en la coalición actual llega a ser incluso más chocante, donde se han unido los democristianos, socialistas, liberales y ecologistas.

Esto se debe a una estructura compleja que fracciona el sistema de partidos principalmente en dos, con clivajes lingüísticos, territoriales, ideológicos y nacionalistas que parecen generar coaliciones por obligación y no con un propósito consensuado.

Ha habido tantas fracturas dentro de los propios partidos y cambios, que las coaliciones simplemente deben llevarse a cabo. Parecería lógica la coalición de los liberales con los democristianos, como en la legislatura anterior hasta 2019. Sin embargo, resulta muy complejo establecer proximidades ideológicas a nivel federal porque, ciertamente, son dos sistemas, más el de Bruselas, en uno (Martínez, 1982). Si bien no podemos afirmar que tengan el mismo temor que los alemanes a la fractura y la polarización, sí que Bélgica es un país que tradicionalmente convive con las coaliciones que surgen de la propia caracterización del país, y parecen reconocer finalmente que la coalición es la única opción.

...