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Titeres Del Consumo.


Enviado por   •  23 de Junio de 2013  •  715 Palabras (3 Páginas)  •  327 Visitas

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Debemos de una vez de tomar conciencia y terminara con el control social, información y perdida de autenticidad de la sociedad producto de la influencia de las grandes empresas transnacionales y su marketing, ya que su único interés es su propio beneficio por lo cual nos engaña presentándonos muchas veces soluciones falsas a problemas inexistentes y centraliza el poder en un grupo reducido de personas, las cuales manejan el mundo.

Las transnacionales son entidades jurídicas de derecho privado con una implantación territorial múltiple, pero con un centro único para las decisiones estratégicas. Es decir que una pequeña minoría es la que controla a las cientos de empresas subordinadas a esta, empresas a las cuales recurrimos a diario para conseguir algún producto, lo que conlleva a que nosotros, simples consumidores, porque no somos mas que eso para ellos, resultemos serlo también de las multinacionales, por consiguiente subordinadas también a estas.

Estas grandes empresas no funcionan si no tienen quien las sustente, y ¿Quienes cumplen este papel? Nosotros los consumidores, y para ganar nuestra adhesión a sus productos deben idear la forma de llamar la atención para así volvernos fieles adeptos de sus productos. Esto lo logran con el llamado Marketing, el cual “trata” de comprender las necesidades de los consumidores para así servirles con el producto mas adecuado de acuerdo a estas. Pero las empresas, en realidad buscan satisfacerse a si mismas a costa de las necesidades de otros, mientras el consumidor mas necesidades posea, mas posibilidades de ganar dinero tienen las empresas. Entonces, lo que hacen estas grandes empresas es crear nuevos problemas y necesidades para que así el consumidor crear necesitar nuevos productos.

Cuando hablo de autenticidad, es porque creo que debemos recuperarla, y no hablo de volvernos egoístas, no me refiero a pensar en nosotros mismos, sino más bien, por nosotros mismos. Es distinto un sujeto autónomo a uno individualizado multimediaticamente.

Un ejemplo de multinacional es “Coca- Cola” la marca con más valor mundial desde el año 2003. Según interbrand (consultor internacional líder en el desarrollo de marcas), la marca vale unos 70,453 millones de dólares y la empresa invierte alrededor de 1.775 millones de dólares anuales por publicidad. Uniéndose así al grupo de empresas transnacionales que además de producir un producto, vende una imagen. Sin duda l producto de esta empresa no es de necesidad básica, es decir de sobrevivencia, para ningún individuo. Pero su publicidad, que da respuesta al marketing, colabora para que muchos individuos crean necesaria la ingesta de los productos de esta compañía. Es decir es un consumo innecesario que solo beneficia a la empresa.

Si analizamos la supuesta finalidad de estas empresas que es satisfacer la necesidades de los sujetos, necesidades que ya no son las básicas y que ya no debiesen por que serlas, pero si naturales de los individuos, propias, autenticas, nos encontramos con lo que ya no debiese ser sorpresivo, para las empresas, no somos mas que sus títeres, y que el marketing es el encargado de manipular nuestros actos y decisiones. Pero hoy sabemos que esas necesidades no son naturales, como mínimo siempre estuvieron mediadas por la sociedad, y nadie mejor que un profesional del marketing para saber lo sencillo que es, no solo generar nuevos satisfactores, sino aun de alterar y reinventar las necesidades mismas, llegando a lo que ya se ha reiterado, necesidades falsas. Hace mucho que las empresas adecuar la oferta y la demanda les sabe a poco y prefieren construir directamente la demanda.

El gran poder de estas empresas, concentrado en una mínima masa de sujetos y el sometimiento de la mayoría, nos demuestra que en estos tiempos transnacionales se tiende a reducir a los hombres a simples órganos de consumo, uso y desecho. Por lo que debemos comenzar a recuperar nuestra autenticidad como personas, y terminar con la manipulación social. Debemos dejar de ser el juguete de los “poderosos”. Si no somos nosotros ¿Quien?, y si no es ahora ¿Cuando?

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