UN PROTOCOLO MOLDEABLE ANTE CIRCUNSTANCIAS IMPREVISIBLES

A principios del año 2020 apareció la Covid-19, una pandemia mundial que paralizó casi por completo el planeta, poniendo en jaque a todo el sistema sanitario y a la sociedad en su totalidad. Pero, a pesar de que la respuesta de cada país está siendo tan diferente, hay algunas restricciones comunes que la mayoría de los gobiernos a nivel mundial han tomado para intentar frenar este nuevo virus. En el caso de nuestro país el Gobierno ha tomado medidas de restricción en colaboración con las autonomías y

algunas de estas corresponden al uso obligatorio de la mascarilla, a la distancia social de al menos 2 metros de separación, limitación de contacto físico y, por lo tanto, limitación de reuniones con un máximo de asistentes. A todo ello se le añade la limitación de

movilidad entre municipios y Comunidades Autónomas.

A lo largo del año, esta situación ha supuesto claras consecuencias económicas,

políticas y a destacar, sociales, entre ellos la modificación de relaciones entre los ciudadanos. Por lo que esta consecuencia de carácter social no solo afecta a diferentes sectores en concreto, sino que las medidas tomadas por el gobierno afectan a todos los sectores por muy diferentes que sean. Así pues y en el mismo rango, todas estas medidas también se aplican a cualquier ceremonia o evento, modificando así los

protocolos de actuación.

En el ámbito institucional se han seguido celebrando los mismos actos como

cada año, aunque han tenido que adaptarse a los nuevos protocolos para llevarlos correctamente a cabo. A continuación, se expondrán diversos actos institucionales llevados a cabo durante este período, analizando así los cambios realizados respecto a otros años. Estos serán redactados de manera cronológica, desde la aparición del virus

hasta la denominada “nueva normalidad”.

En el mes de marzo se confinó en sus domicilios a toda la población española, paralizando así la vida de millones de ciudadanos, dejando un ambiente de incertidumbre sobre los eventos y actos que se podían o no realizar. La mayoría de las Comunidades Autónomas se preguntaban que pasaría con la Semana Santa de este año 2020. En Sevilla, una de las ciudades con más ansia por la llegada de la Semana Santa decretó que esta fiesta institucional no iba a ser celebrada. Para esta decisión tuvo lugar una reunión donde acudieron el alcalde de Sevilla, D. Juan Espadas, el arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, D. Francisco Vélez. Esta asamblea tuvo lugar en el Ayuntamiento de Sevilla, donde se analizaron las decisiones tomadas previamente por el Gobierno de España y

por la Junta de Andalucía tras la declaración del Estado de Alarma.

La situación sanitaria, social y la evidencia de que recuperar la normalidad

llevaría su tiempo, hicieron a las tres instituciones a requerimiento del alcalde de la ciudad, tomar una decisión que acabaría con la incertidumbre de la celebración de la Semana Santa del año. Tras ello quedó suspenso uno de los actos más importantes para

gran parte de la población española. (El Español, 2020)

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Un protocolo moldeable ante circunstancias imprevisibles Daniela Pérez Haro

Una vez finalizado el Estado de Alarma en junio, el Rey Felipe VI realizó viajes dentro de España, recorriendo así diferentes Comunidades Autónomas, con objetivo de visualizar y apoyar a la sociedad en diferentes ámbitos como temas económicos y laborales. En esta gira destaca el acto que el rey presidió el 1 de julio en la frontera entre la localidad de Caia y Badajoz, ya que fue el pasado 17 de marzo cuando se cerraron las fronteras entre España y Portugal a causa del coronavirus. Los dos países han querido dar una especial relevancia a esta vuelta a la normalidad transfronteriza y, por ello, el acto ha estado presidido por el Rey Felipe VI, al que también acudió el Jefe de Estado de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Un acto al cual se sumaron el actual Jefe de Gobierno Pedro Sánchez y Antonio Costa, primer ministro de Portugal (Alcázar, 2020). El acto se iniciaba en la Alcazaba de Badajoz como escenario, donde autoridades regionales y locales, guiadas por Guillermo Fernández, han recogido a los Jefes de Estado y de Gobierno. (El Independiente, 2020)

El primero en llegar fue Pedro Sánchez, y posteriormente lo hizo el Rey Felipe. Estos, minutos después recibían a Rebelo de Sousa y Costa.

Más tarde un cuarteto de la Orquesta de Extremadura ha interpretado los

himnos nacionales de los dos países, España y Portugal. Este acto tuvo lugar al aire libre, por lo que los asistentes pudieron deshacerse por un momento de las mascarillas, manteniendo en todo momento la distancia social requerida por el

protocolo del acto.

Tras las tomas de fotografías, tuvo lugar una reunión informal con los

protagonistas del acto, antes de desplazarse al castillo, localizado en “lusa de Elvas”. Una vez llegaron al castillo y según el protocolo diseñado para el acto, los

asistentes dieron un paseo por la muralla del castillo.

El paseo por lo alto de la muralla han podido verlo desde la calle, varios

metros más abajo, apenas una docena de personas situadas tras las vallas de

seguridad. La mitad con vivas al Rey y la otra mitad con banderas de la segunda

República y consignas republicanas. (García, 2020) (ABC, 2020)

El día 12 de octubre se celebra en España el día de la Hispanidad, acto celebrado todos los años con un desfile militar por las calles de Madrid con la participación del Ejército y las Fuerzas Armadas, con vehículos y aviones militares. Este, durante varios años ha tenido lugar en Paseo de la Castellana, pero este año dicha localización ha sido reemplazada por consecuencias del Covid-19. Para otorgar la seguridad necesaria, el acto ha tenido lugar en el Palacio Real, concretamente en el patio de la armería. La parada militar y autoridades asistentes se vieron reducidas por la causa. Se supo trasladar correctamente la esencia institucional plasmada todos los años en el acto de este día tan señalado en nuestro país. Para poder realizar un acto seguro y poder seguir

los protocolos establecidos se realizó una readaptación.

En la primera parte del acto se reúnen autoridades que pertenecen a la

institución, realizando la parada militar y la posterior recepción realizada por los Reyes. En esta ocasión la recepción no pudo ser llevada a cabo por cuestiones de distanciamiento y de seguridad sanitaria entre miembros. Pero, aún así se realizó un encuentro final con el Rey, donde se pudo plasmar el sentimiento, el saludo e

impresiones.

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En actos anteriores dados en otros años a las autoridades se les posicionaban en

línea, pero este año en la Plaza de Armas del Palacio Real, por cuestiones de diseño y de geometría se recurrió a emplear un fondo y colocar las tribunas en dos filas, una tras

Un protocolo moldeable ante circunstancias imprevisibles Daniela Pérez Haro

otra. Este pequeño detalle cambia la percepción e imagen del público y los asistentes de

este día, ya que se descuadra la costumbre.

Continuando con el acto, el desfile militar no se llevó a cabo, pero si estuvieron representados los militares y los grupos civiles. Dichos grupos gozaron de un espacio categórico de colocación en la plaza, simbolizando la unión de todos los miembros para aminorar la pandemia. En la línea de saludo a las autoridades, se recordó al personal y representantes del ministerio de Defensa, los cuales tuvieron la oportunidad de saludar a la Familia Real cuando el acto estaba por terminar. Este año es la primera vez en la historia que acuden todos los miembros del gobierno.

Para poder respetar y cumplir las medidas de seguridad con holgura, se realizó el diseñó una mascarilla conmemorativa para el uso de los asistentes durante el acto. A pesar de que se contaba con menos espacio del habitual, un protocolo modificado y las condiciones no eran las esperadas, el acto mantuvo las costumbres institucionales y la simbología presente en la ocasión año tras año (Rubio, 2020).

Seis días después de el acto del día de la Hispanidad, el 16 de octubre, tuvo lugar la celebración de los famosos Premios Princesa de Asturias, los cuales este año han sufrido modificaciones para adaptarse a los nuevos protocolos. Estos están destinados a premiar la labor científica, cultural, técnica, humanitaria y social realizada por personas o instituciones y se otorgan en ocho categorías diferentes: Letras, Artes, Ciencias Sociales, Humanidades, Comunicación, Investigación Científica y Técnica, Cooperación Internacional, Deportes y Concordia. A causa de la epidemia, este año, los invitados se han tenido que comprometer firmemente a cumplir los protocolos impuestos para la realización de estos premios, ya que era un requisito indispensable para llevar a cabo su celebración.

Durante el acto han destacado algunos cambios respecto a años anteriores. Uno de los más importantes fue el cambio de localización, ya que en esta ocasión se ha dejado el famoso Teatro de Campoamor atrás y este ha sido sustituido por el Hotel de la Reconquista. Destacó considerablemente la reducción del aforo, ya que a estos premios suele acudir una larga lista de asistentes, ya no solo miembros institucionales, sino familiares de premiados, televisión y prensa entre otros.

Solo algunos de los premiados y autoridades se pudieron posicionar en el Salón de Covadonga, mientras que el resto de los invitados, como los familiares de los

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