UNIDAD NACIONAL

UNIDAD NACIONAL

La segunda Guerra Mundial, modificó el proyecto de desarrollo de México, como resultado se obtuvieron resultados positivos tanto en lo económico como en la generación de empleos, así como en el crecimiento sostenido. Aunque la educación socialista resultó disfuncional; la reforma tenía que llevarse a cabo para consolidar el proyecto de la unidad nacional, que ponía el acento en la concordia y la armonía social por aquel que insistía en la lucha de clases.

        Para la unidad nacional ser mexicano debía ser un valor superior a ser campesino, por ello reclamaban del concurso de todos bajo un mismo techo. Jaime Torres Bodet no era un político profesional sino un poeta que ocupó el cargo de educación pública cuando los políticos profesionales habían fracasado en el intento por desmantelar la educación socialista u organizar tareas de la SEP, este ideólogo y promotor del proyecto logró asentar un consenso amplio e inspiro el cambio constitucional por tres motivos: primero porque la educación socialista era una expresión demagógica que hace referencia a las estrategias utilizadas para conseguir el poder político y apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular; segundo, por el dogmatismo que implicaba la noción del conocimiento exacto y tercero, por convicción personal de que la educación socialista no se impartía en ninguna parte de la república.

         Torres Bodet además de ser uno de patrocinadores creadores de la UNESCO, en representación de México había insistido en que la educación debía inculcar en los niños los valores como la libertad, la justicia y la democracia. Aunque la reforma fue impuesta arbitrariamente por el gobierno, Torres Bodet y el presidente Ávila Camacho hicieron consultas con representantes de fuerzas políticas y sociales y coincidieron en algunas cuestiones importantes para asegurar un consenso básico a su proyecto.

        De un grupo de dirigentes del partido de la revolución mexicana (PRM) el presidente acepto la redacción de la fracción séptima que estableció que toda la educación que imparta el estado será gratuita. El snte manifestó su acuerdo con la reforma porque garantizaba la doctrina y el carácter revolucionario de la escuela mexicana, no importando la oposición del PCM (Partido Comunista Mexicano) y la UNPF (Unión Nacional de Padres de Familia)

        Sin embargo, para los comunistas la reforma que proponía el Gobierno era una claudicación y un retroceso político; mientras que la derecha la propuesta era inaceptable porque se atentaba contra la libertad de enseñanza. A pesar de que la idea de reformas al artículo tercero se había mencionado desde 1944, nada se hizo hasta finales de noviembre de 1945 cuando Torres Bodet regreso de Londres de la reunión constitutiva de la UNESCO. La iniciativa del ejecutivo se publicó en el diario oficial de la federación del 30 de diciembre de 1946, siendo presidente Miguel Alemán.

        El proyecto de la educación para la Unidad Nacional ratificaba algunos principios de la educación laica, mantenía la prohibición a las iglesias y a los sacerdotes de participar activamente en la educación, primaria, secundaria y normal y la destinada a los trabajadores y campesinos. La representación del progreso científico, sustituyo la frase que tanto molestaba a los intelectuales por su dogmatismo “El concepto exacto del universo”, el concepto es de avanzada, supera el pensamiento de la democracia para progresar en el terreno de la democracia económica y social, así en el terreno cultural. Es un concepto que no ha tenido vigencia plena, pero vale la pena luchar por él. Es una puerta que permanece abierta para los sectores populares y una oferta política que se puede exigir se cumpla para todos, es legítimo y acrecienta la cohesión social de la nación y puede servir al grupo en el poder para fortalecer su hegemonía.

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