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Una nueva Crítica sobre la Hepatitis C

mariargutiEnsayo21 de Septiembre de 2015

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Dentro de todas las enfermedades que nos rodean hoy en dia, la Hepatitis C es una pandemia mundial, tan importante como pueden serlo la malaria, la tuberculosis o el VIH. Sin embargo, la sociedad no está concienciada ni sabe la importancia y repercusiones que esta enfermedad tiene, lo que propicia peores medidas de prevención. El virus que la causa se encuentra presente en alrededor de un 2% de la población y es responsable de un porcentaje muy elevado de cirrosis hepática y de cáncer de hígado, lo que causa alrededor de unas 500.000 muertes al año.

El problema que subyace con esta enfermedad en España como en el resto de países es una de las caras de lo que sí es el principal problema de nuestra época y se llama NEOLIBERALISMO.

Hasta ahora, la terapia consistía en una mezcla de inyecciones y pastillas a base de interferón, ribavirina (un antiviral) y un inhibidor de la proteasa, cuya eficacia rondaba apenas el 50% de los casos. Tras años de investigaciones y desarrollo, se han descubierto nuevos tratamientos para la hepatitis C que son muy eficaces. La obtención de dos nuevos fármacos antivirales potentes que curan la hepatitis C en un altísimo porcentaje (consiguen la curación en más del 90 por ciento de los casos) sin apenas efectos secundarios y en tres meses, podría ser uno de los mejores logros de la industria farmacéutica en mucho tiempo.

Sin embargo, no todo es alegría. Siendo un tratamiento tan eficaz, ¿por qué no pueden beneficiarse los 900.000 pacientes que se estima que hay en España? las restricciones responden a una cuestión puramente económica. El precio al que esta solución es vendida es disparatadamente elevado, accesible a personas con alto poder adquisitivo únicamente: noventa días de tratamiento de una pastilla diaria cuestan en EEUU casi 1.000 dólares la píldora, precio elevado incluso allí donde están acostumbraos a la sanidad privada. Aquí, el coste inicial de tratar a los casi 52.000 pacientes diagnosticados que necesitarán estos fármacos ascendía a más de 3.000 millones de euros, según calculó el Ministerio, que ha conseguido renegociar los precios mediante diferentes estrategias (techos de gasto, riesgo compartido y compra por volumen) para fijar un precio global de 727 millones de euros, que ayudarán a pagar a las comunidades mediante un préstamo a diez años. Aun asi, sigue siendo desproporcionado. Debido a esto y puesto que según la OMS el 80% de los infectados por el virus vive en países de renta baja o media, no habrá forma de que esas terapias lleguen a quienes más las necesitan. ¿De qué sirve que haya curas y soluciones para la Hepatitis si los que más la necesitan no pueden acceder a ella?

Esta pasando lo mismo que ocurrió con el VIH. Países de infectados, como Egipto, han logrado ya un acuerdo en el que se rebaja la factura de estos fármacos de forma radical. Otros países lo intentarán conseguir. Lo que ocurre es que muchas veces no existen los recursos financieros para poder hacerlo. Las arcas públicas o privadas tienen todas un techo. Si no hubiera problemas económicos y el medicamento  costara de 300 a 500 euros no se habría producido ningún problema con los medicamentos de última generación contra la hepatitis C. Pero, evidentemente, no es el caso. Además, el servicio de salud español asume el coste que según la farmacéutica responsable del Simeprevir (Jannsen) asciende a 25.000 euros las 12 semanas primeras; y otros 25.000 en sofosbuvir. la sanidad publica de países como el nuestro se ve por tanto dañada, pues corre a cuenta de las CCAA el garantizar a todos atención cuando lo necesiten en condiciones de igualdad. Lo cierto es que, desgraciadamente, no hay para todo.

Se esta insistiendo en la necesidad de que salga del presupuesto del Gobierno central de forma que comprometa a las arcas del Estado, no a las de las comunidades. De hecho, de aquí a 2017 España se ha comprometido con la Unión Europea a reducir su déficit otros 6.000 millones de euros más, y el presupuesto para la hepatitis C es "casi el 14 por ciento" de esta partida. La Plataforma de Afectados por Hepatitis C denuncia desigualdades entre las comunidades autónomas a la hora de recibir una combinación de fármacos nuevos (simeprevir y sofosbuvir).

Por si fuera poco, las recomendaciones y análisis han quedado obsoletos. Como exponen los expertos, no se publican datos de los últimos ensayos clínicos, especialmente la parte del documento que se refiere a sofosbuvir, que no refleja su combinación con simeprevir y tampoco con dataclasvir (otro antiviral que cuenta con el visto bueno de la UE, pero no está aprobado aún en España). Mientras, en EEUU, casi la mitad de los pacientes con hepatitis C recibe tratamiento con simeprevir y sofosbuvir. Para los médicos, el hecho de que las recomendaciones de Sanidad relacionadas con sofosbuvir no incluyan su alianza con simeprevir provoca que muchas autonomías se acojan a esta excusa para indicar al paciente sólo uno de los nuevos antivirales (unido a fármacos clásicos) cuando en realidad el tratamiento idóneo serían los dos antivirales (y por lo tanto el doble de caro). Es el médico quien, en su arsenal terapéutico, debe decidir la combinación ideal para cada paciente. aún no sabemos bien a qué atenernos en la consulta. Lo que tenemos no son dudas médicas sino administrativas. En otras palabras, se engaña a los enfermos, solo se busca su pago y no su mejora.

Es muy fácil criticar a las farmacéuticas, tanto como lo es defender sus intereses económicos. Personalmente, lo que mas rechazo me produce son las intenciones que mueven el mundo. Lo mas chocante no es que el dinero mueva el mundo entendido en un ámbito sociopolítico. Lo mas triste es que mueva incluso la sanidad y con ello la vida de millones de personas.

Los que se dedican a la medicina, a la farmacia y a trabajos relacionados con la salud de las personas deberían tener como principal motivación el hecho de salvar vidas y ayudar a los demás. ¿Dónde quedaron las ganas de ayudar desinteresadas? ¿sigue habiendo altruismo? ¿cómo podemos llamar “perder dinero” a lo que esta evitando “continuar perdiendo vidas”? es esto a lo que yo llamo el mundo actual. El sistema capitalista y la ideología neoliberal se ha apoderado por completo de la conciencia de los hombres. Hemos dejado de, ya no solo de ocuparnos, sino de preocuparnos por los demás. La sociedad de hoy en dia no se compadece del sufrimiento y el dolor ajeno, pues dada su abundancia en el planeta, se ve como algo cotidiano. Es triste haber llegado a un punto de conformismo con las desigualdades y atrocidades que se cometen en el mundo por un puñado de euros.

¿a qué se debe esto?

Las empresas y grandes compañías multinacionales farmacéuticas se han convertido en mercaderes de la salud; su riqueza y poder se incrementa en detrimento y a costa del bienestar, la salud y la vida de otras personas.  

Nos encontramos ante un conflicto de intereses entre las industriales y el bien común, como ya estimaba el informe elaborado el año pasado (2005) por la comisión de expertos del Parlamento inglés. Con frecuencia, los dueños de las mismas son accionistas, cuyos intereses se limitan a maximizar el beneficio económico, nunca el social, que será el objetivo de pequeños médicos o farmacéuticos en cuya mano no están las riendas del asunto. En lugar de intentar conseguir que la población obtenga un verdadero beneficio terapéutico, se centran en obtener beneficio por la venta de sus productos y establecen precios elevados que impiden el acceso a una gran parte de la población. En otras palabras, por curar, podrían curarse la mayor parte de los problemas del mundo, pero no es lo que interesa. Nos encontramos ante el mismo problema ético con las desigualdades del mundo. Por haber, hay suficientes recursos en el planeta para que todos los hombres puedan vivir con unos minimos…

Es sencillo criticar el mundo capitalista en el que vivimos sin entrar entrar a valorar los conflictos éticos que aparecen teniendo en cuenta las perspectivas disntintas en juego. Por ello creo conveniente ver los distintos puntos de vista de los distintos agentes en juego y, después, sacar conclusiones.

  1. En primer lugar, tenemos la visión de los enfermos. Es importante situarse en el caso de una persona con problemas de salud, dolores y cuya vida peligra, sin solución o cura alguna para sus problemas. La noticia de que se ha descubierto un tratamiento tan sumamente eficaz que le permitirá recuperarse con una probabilidad muy elevada significaría la vida para ellos. ¿Cómo se sentirían si sabiendo que hay solución no pueden permitírsela por los intereses avariciosos de ciertas corporaciones? Resulta muy doloroso y deprimente observar la poca compasión actual.

Además,  en un país como España, donde supuestamente los ciudadanos pagan una serie de impuestos ciertamente elevados para poder tener acceso a una de las mejores sanidades publicas del mundo, supuestamente modelo ejemplar del Estado de Bienestar, donde esto debería estar más que garantizado, sus ciudadanos ven sus expectativas frustradas. Las arcas del gobierno no tienen recursos suficientes para satisfacer todas las necesidades de los contribuyentes. Ejemplo de ello son los tratamientos de ultima generación que solucionan algunas de las enfermedades que hasta ahora parecían imposibles de curar y tratar.  Cabe añadir que se ha denunciado que la mayoría de ensayos clínicos de estos medicamentos se han hecho "en el sistema público y con médicos públicos" y, sin embargo, "luego no revierte esos beneficios de forma proporcional". Es lamentable que el Gobierno tenga dinero "para rescatar bancos y no para salvar la vida a los propios ciudadanos". Por supuesto que hay dinero en el mundo para curar gran parte de las enfermedades actuales, entre ellas la Hepatitis C, pero no se distribuye a los fines que mas lo precisan.

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