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Una sociedad transparente


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2018  •  Resúmenes  •  1.387 Palabras (6 Páginas)  •  94 Visitas

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Vattimo, Gianni, “Posmoderno. ¿Una sociedad transparente?”, en La sociedad transparente, Paidos, ICE/UAB, Barcelona, 1990, págs. 73-87.

Hoy se habla mucho de posmodernidad, tanto que puede considerársela como una moda pasajera. Sin embargo, el autor sostiene que el término posmoderno sigue teniendo sentido y que está ligada al hecho de que la sociedad en que vivimos es una sociedad de la comunicación generalizada, de los medios de comunicación.

Hablamos de posmoderno porque consideramos que la modernidad ha concluido, lo cual depende de lo que se entienda por modernidad. El autor la define como la época en la que el hecho de ser moderno viene a ser un valor determinante. La consideración elogiosa del ser moderno es lo que caracteriza toda la cultura moderna.

En la nueva manera de considerar al artista como genio creador, nana terreno un culto cada vez más intenso por lo nuevo, lo original, que no existía en las épocas precedentes. con el paso del tiempo se hará cada vez más claro que el culto por lo nuevo y original en el arte se vincula a una perspectiva más general que considera la historia humana como un proceso progresivo de emancipación, como la realización cada vez más perfecta del hombre ideal. Así tendrá más valor lo que es más avanzado en el camino hacia la conclusión, lo que está más cerca del final del proceso. Se da una condición: que se la pueda ver como un proceso unitario. Sólo si existe la historia se puede hablar de progreso.

En la hipótesis que el autor propone, la modernidad deja de existir cuando desaparece la posibilidad de seguir hablando de la historia como una entidad unitaria. Tal concepción implicaba la existencia de un centro alrededor del cual se reúnen y ordenan los acontecimientos. nosotros conseguimos la historia ordenando la entorno al año de nacimiento de Cristo, y más específicamente, como una concatenación de las vicisitudes de las naciones situadas en la zona central del occidente, qué representa el lugar propio de la civilización, fuera de la cual están los hombres primitivos, las naciones en vías de desarrollo, etc.

Walter Benjamín, 1938, sostenía que la historia concebida como un recurso unitario Es una representación del pasado construida por los grupos y las clases sociales dominantes. ¿Qué es, en efecto, lo que transmite el pasado? No todo lo que ha acontecido, si no lo que parece relevante. Así las cosas de qué habla la historia son las vicisitudes de la gente que cuenta, de los nobles, los soberanos y la burguesía cuando llega a ser clase poderosa; en cambio, los pobres e incluso los aspectos de la vida que se consideran bajos no hacen historia.

Si se desarrollan observaciones como éstas se llega a disolver la idea de historia entendida como decurso unitario. No existe una historia única, silla imágenes del pasado propuestas de diversos puntos de vista.

La crisis de la idea de historias lleva consigo la crisis de la idea de progreso. El fin que la modernidad pensaba que dirigía el curso de los acontecimientos era también una representación proyectada desde el punto de vista de un cierto ideal de hombre. Filósofos, positivistas, historicistas de todo tipo pensaban más o menos del mismo modo que el sentido de la historia era la realización de la civilización. El Progreso se concibe Sólo asumiendo como criterio indeterminado ideal de hombre. Todo el decurso de la historia se ordena según se realice más o menos completamente Este modelo supremo.

La crisis actual de la concepción unitaria de la historia, la consiguiente que dice de la idea de progreso y el ocaso de la modernidad no son solamente acontecimiento determinados por transformaciones teóricas, por las críticas que el historicismo decimonónico ha padecido en el plano de las ideas. Los pueblos primitivos, colonizados por los europeos, en nombre del buen derecho de la civilización superior y “más desarrollada”, se han revelado y han vuelto problemática de hecho una historia, centralizada. El ideal europeo de humanidad se ha manifestado como un ideal más entre tantos, que no puede pretender el derecho de ser la esencia verdadera del hombre.

Con el final del colonialismo y el imperialismo, se produjo otro gran factor decisivo para disolver la idea de historia y acabar con la modernidad: la irrupción de la sociedad de la comunicación. Llegando así a la sociedad transparente. El autor defiende lo siguiente:

  1. Que en el nacimiento de una sociedad posmoderna desempeñan un papel determinante los medios de comunicación.
  2. Que esos medios caracterizan a esta sociedad no como una sociedad más transparente, más consciente de sí, más ilustrada, sino como una sociedad más compleja, incluso caótica.
  3. Que Precisamente en este relativo caos recibe nuestras esperanzas de emancipación.

La imposibilidad de concebir la historia como un decurso unitario, da lugar al ocaso de la modernidad. Es el resultado, además de la crisis del colonialismo y del imperialismo europeo, de la irrupción de los medios de comunicación social. Estos medios han sido la causa determinante de la disolución de los puntos de vista centrales.

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