Una visión más completa de la realidad ¿Qué sabes sobre violencia?

La violencia es la acción de usar la fuerza física o la intimidación para lastimar o subyugar a otros.

Llegué a leer un poco sobre violencia en los libros de texto de psicología que tenía mi mamá.

Texto

¿Cuál es la intención de los textos?

¿Desde qué ciencia o disciplinas se aborda el tema?

¿Qué características del conocimiento científico tienen los textos?

La violencia contra las mujeres en México a través de la historia.

Poner de manifiesto la violencia que, históricamente, la mujer mexicana ha sufrido, así como dar un panorama de la situación actual respecto a este tema.

Historia y Estadística. Se nos describe una serie de situaciones y hechos históricos que sirven como ejemplos de la violencia sufrida por el género femenino en el transcurso de la historia de México; asimismo, también se nos ofrecen una serie de datos estadísticos relativos al mismo tema en la actualidad.

Sistemático: No solo se abordan las etapas históricas de manera ordenada, sino que se parte de aspectos específicos para analizar la generalidad.

Objetivo: El análisis del problema está desprovisto de interpretaciones personales u opiniones; se trata de una exposición de hechos históricos.

Fáctico: Se basa en hechos descritos en documentos históricos. Además, con ellos mismos sustenta las estadísticas que ponen de manifiesto la grave situación que vive el sexo femenino en México.

Los rostros de la violencia.

Proporcionar un análisis somero de los distintos factores que podrían explicar o propiciar la aparición de actitudes violentas, quizá hasta psicópatas, en los miembros de una sociedad.

Biología, al hablar de la composición y estructura del cerebro, de las hormonas que podrían inspirar comportamientos violentos, de la posibilidad de que el género masculino sea más proclive a la violencia. Las ciencias de la comunicación también participan en este análisis, particularmente cuando el autor habla sobre la televisión y la influencia que esta tiene en la sociedad.

Objetivo: los estudios que se presentan como apoyo de la conclusión a la que el autor llega, están desprovistos de opinión o subjetividad.

Fáctico: Refiere a hechos demostrados mediante investigaciones y estudios.

Analítico: Mediante el examen de distintos factores que pueden dar origen a una actitud violenta en el individuo, pretende comprender la situación general de la violencia en la sociedad y cómo nace ésta.

Elemento

Fomento

Combate

Globalización

La globalización exacerba las condiciones precarias de los países tercermundistas o hasta las de los estratos bajos de países desarrollados, así como la marginación. De esa manera, provoca brotes de violencia, particularmente entre la juventud y en forma de explotación laboral. Por otro lado, las potencias aprovechan su superioridad para imponer yugo a los países menos desarrollados, mediante la guerra y los recursos económicos.

Existen distintas organizaciones de carácter internacional que aprovechan el mismo derribar de barreras entre países que la globalización provoca, para atacar problemas en distintas regiones. Por ejemplo, la ONU crea e impulsa múltiples programas para intentar resolver problemáticas como la violencia contra las mujeres y niños.

Multiculturalidad

El énfasis en las diferencias culturales de los distintos grupos que conforman una sociedad, provoca que éstas sean más obvias y marcadas; desuniendo a los individuos y suscribiéndolos a sus propios segmentos culturales, al grado de llevarlos al desprecio de aquellos que no concuerdan con sus valores.

La aceptación de otras culturas y el interés por ellas, propicia un ambiente de tolerancia que contribuye a reducir la violencia. El entendimiento de otras culturas, costumbres y sistemas de valores lleva a la comprensión, característica imprescindible para un ambiente de paz.

Información en Internet

En Internet es fácil encontrar todo tipo de información; incluyendo discursos de odio, raciales o discriminatorios que llevan a la violencia. Por otro lado, las redes sociales y demás medios de comunicación en línea posibilitan el intercambio y fomento de esta clase de pensamientos, ayudando a su difusión y puesta en práctica.

De la misma forma en que el Internet permite la propagación de información negativa, también sirve como espacio de comunicación y punto de encuentro para personas que desean lo contrario. Por ejemplo, existen plataformas de activismo donde se repudia la violencia, o se intenta prevenirla en sectores específicos de la población (mujeres, niños, animales, etc.).

Relación social: Relaciones de pareja.

La violencia en las relaciones de pareja puede tomar distintos matices. En ocasiones, las mecánicas de poder o los valores machistas que la sociedad ha estipulado (sea por tradición, sea por cultura) provocan violencia al seno de la pareja, sin importar que se hable de noviazgo o matrimonio; la manipulación psicológica, las agresiones, la minimización de los sentimientos del otro, son formas de violencia que, desgraciadamente, incluso llegan a verse como “normales” o “tolerables”, siendo que en ninguna relación de pareja sana deberían existir. Casos tristemente destacables de este problema son los individuos que golpean a su pareja, la fuerzan a tener relaciones sexuales, o intentan controlarla mediante la psicología o medios económicos.

La violencia contra las mujeres en México a través de la historia presenta una intención comunicativa informativa, al exponer hechos históricos, enumerándolos y describiéndolos. La postura del autor es concientizar al lector sobre la violencia que las mujeres mexicanas han sufrido a través del tiempo, así como contextualizar las circunstancias actuales de ese problema mediante la enumeración de hechos históricos que han llevado a la situación contemporánea.

Los rostros de la violencia tiene una intención comunicativa híbrida, mediando entre la persuasiva y la informativa. Habla de estudios, factores y hechos, mientras que matiza la exposición con el punto de vista del autor. La postura de este último es enumerar las posibles causas del comportamiento violento, analizando durante el texto las circunstancias de la sociedad y los medios de comunicación que sirven como caldo de cultivo para esta problemática.

La violencia en las relaciones de pareja puede tomar distintos matices. En ocasiones, las mecánicas de poder o los valores machistas que la sociedad ha estipulado (sea por tradición, sea por cultura) provocan violencia al seno de la pareja, sin importar que se hable de noviazgo o matrimonio; la manipulación psicológica, las agresiones, la minimización de los sentimientos del otro, son formas de violencia que, desgraciadamente, incluso llegan a verse como “normales” o “tolerables”, siendo que en ninguna relación de pareja sana deberían existir. Casos tristemente destacables de este problema son los individuos que golpean a su pareja, la fuerzan a tener relaciones sexuales, o intentan controlarle mediante la psicología o medios económicos.

El feminicidio es un tema controvertido. Mientras algunos se empeñan en enmascarar una realidad que se revela a gritos entre las páginas de los periódicos, los noticieros e incluso las noticias amarillistas, hay sectores de la sociedad que se atreven a alzar la voz y denunciar un mal histórico, enraizado en la misma cultura mexicana, que sigue cobrándose víctimas día a día sin dar indicios de detenerse; por ejemplo, uno de los episodios más vergonzosos de nuestra historia, las “Muertas de Juárez”, ha seguido perpetrándose por espacio de 25 años, habiéndose cobrado alrededor de 1,775 víctimas (de acuerdo con cifras del INEGI y la Fiscalía General de Chihuahua); todas ellas mujeres, y tanto las investigaciones serias sobre el tema como los simulacros que las autoridades fingen para intentar enmascarar el problema, apuntan a una verdad escalofriante: todas ellas han muerto por el simple hecho de ser mujeres.

La violencia contra las mujeres en México a través de la historia es un texto compilatorio que nos ofrece una visión histórica de una verdad sumamente vergonzosa: las mujeres, desde los tiempos de la Colonia han sido víctimas de abusos, vejaciones y pisoteo de sus derechos, merced a su género y la consideración en que se les tiene de ser el “sexo débil”. Esta violencia puede tomar distintas clasificaciones:

• Violencia psicológica: Denigra el aspecto de la víctima o se expresa en agresiones verbales, generando sentimientos de minusvalía e intimidación en el espacio vital e íntimo de la víctima.
• Violencia física: Agresión directa que tiene el propósito de dañar, permanente o temporalmente.
• Violencia sexual: Abuso sexual, violación, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro, acoso, y la cosificación de la mujer.
• Violencia económica: El abusador controla todo el ingreso económico a pesar de su origen; también puede originarse en el impedimento a la mujer de desarrollar alguna actividad laboral.

Distintos tipos de violencia, todos demostrados en mayor o menor medida a través de las épocas. En el texto se nos presentan casos específicos, estrechamente relacionados con las etapas más significativas de la historia mexicana, y algunos nombres conocidos salen a la luz. Mallilnalintzin (la Malinche), Josefa Ortiz de Domínguez, Manuela Herrera, Soledad Solórzano, Ignacia Riechi… Mujeres de las que hemos tenido noticias gracias a los libros de texto, aunque de las cuales desconocemos los infortunios y discriminación que vivieron merced a su sexo en sus respectivos entornos.

Desde el punto de vista del autor de La violencia contra las mujeres en México, el patriarcado y su desprecio al género femenino son los autores intangibles y constantes de esta tragedia, omnipresentes y adheridos sin remedio a la idiosincrasia del mexicano, volviéndose, así, algo “normal”. Para muestra, basta echar un vistazo a las últimas estadísticas. El informe La situación de las mujeres en México, elaborado por la CNDH y presentado ante la ONU el 2 de Julio del año en curso, nos proporciona datos escalofriantes: de enero de 2015 a diciembre de 2016 se registró un total de cinco mil 118 defunciones femeninas por homicidio, cifra que promediaba siete asesinatos femeninos al día; en tanto, “cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública publicadas en enero de 2018 registran un aumento en el número de presuntas víctimas mujeres de homicidio doloso de 2015 a 2017 y en enero de 2018 se registraron 272 asesinatos de mujeres, lo que significa que en el primer mes del año se registraron en promedio casi nueve asesinatos de mujeres al día.

México, pues, se nos presenta como un país hostil para el sexo femenino, y los hechos expuestos en La violencia… parecen constatar esta apreciación. No solo las detalla como víctimas de las múltiples guerras que han asolado a los mexicanos, sino también como instrumentos de intercambio, daños colaterales, sufriendo hostilidades, acoso y torturas; algunas de ellas, próceres de la Patria, vivieron estas situaciones en un grado exacerbado al participar activamente en las revoluciones de su tiempo, como la Corregidora o las soldaderas, quienes se vieron objeto de misoginia y ni siquiera entre sus pares encontraron conocimiento o respeto; agraviadas por una violencia atemporal que no solo permite, sino justifica, la injusticia con la que fueron tratadas. Y con esta validación, sustentada en el inconsciente colectivo, los resultados no se hacen esperar: el documento nos habla de la tenue línea divisoria entre la violencia intrafamiliar (vástago directo de tal excusa) y el feminicidio en pleno, cuyo máximo y triste exponente se encuentra en el fenómeno de Ciudad Juárez. Así, La violencia… recurre a este concepto como el peor y más flagrante ejemplo de la violencia contra las mujeres al establecer una verdad innegable: el simple hecho de que una mujer puede ser asesinada, tan solo por ser mujer. Idea que permite las atrocidades sufridas por ellas, pues no se limita al homicidio, sino que traspasa el crimen y lo agrava con los matices de la violación, tortura, mutilación o descuartización, en un escenario dantesco ante el que, desgraciadamente, parecemos estar insensibilizados como sociedad, llegando incluso a culpabilizar a las víctimas.

Hombres y mujeres debemos trabajar en conjunto para la erradicación de este mal. Escritos como La violencia… desempeñan un papel fundamental en esta lucha, pues habla de verdades incómodas aunque obvias, poniendo en evidencia un problema ante el que la mayoría de la sociedad ha elegido desviar la mirada hacia otro lado; la violencia contra las mujeres se vive día a día, en distintos ámbitos y lugares, y es un problema que afecta de manera profunda y a largo plazo a la sociedad en su conjunto. La mayoría de las mexicanas ha sufrido violencia psicológica, física, sexual, económica o laboral, entre otras formas; y para comprender las razones de tales manifestaciones, el análisis del contexto histórico y la profundidad con la que el machismo se ha arraigado en la cultura mexicana se vuelve apremiante, fundamental. En palabras de Marisela Escobedo, asesinada por acusar el feminicidio de su hija Rubí: “Yo quisiera que la muerte de mi hija no fuera en vano, que sea el último feminicidio de esta ciudad”. Consigna que la sociedad en su totalidad debería apropiarse y enarbolar, haciendo eco de la impotencia de quienes han perdido a sus seres queridos en esta guerra intestina contra las mujeres, de aquellas oprimidas en el seno familiar, de las que han perdido la voz pero resuenan aún en los oídos de quienes saben escuchar, clamando por justicia.