VALLONE: PROBLEMAS SOCIALES ARGENTINOS

VALLONE: PROBLEMAS SOCIALES ARGENTINOS

Si bien cada profesión tiene características propias, enseñar la noción de problemas sociales en Trabajo Social, tiene una serie de especificidades, en el sentido de que apunta directamente a las formas de intervención sobre una población determinada, generalmente afectada por situaciones de pobreza, las cuales a su vez están muchas veces determinadas por las formas en que son concebidas.

Para dar respuesta al  interrogante de cuál es la finalidad  de indagar sobre los problemas sociales o la Cuestión Social, debemos tomar el aporte de Castel cuando dice que “todo trabajo sociológico digno de ese nombre es una tentativa de respuesta a una demanda social”. Preguntarse por esta última, es preguntarse por el sistema de expectativas que tienen los hombres históricamente situados, en torno a sus problemas cotidianos para hacerlos más comprensibles.

Los problemas cotidianos son el ámbito de actuación del Trabajo Social y se conocen a partir de la interrelación con la propia práctica. En otras palabras, el trabajador social interpela  y es interpelado por el hecho social sobre el cual interviene, y por los sujetos sociales actores de estas problemáticas.  

Según los autores, el desfasaje creciente entre las expectativas sociales o las aspiraciones de una sociedad, en contraste con sus condiciones objetivas, hacen que se generen los problemas sociales. Las situaciones conflictivas derivadas de la falta de resolución de estos, determinan por su acentuación o perdurabilidad en el tiempo, situaciones de crisis, de mayor o menor envergadura.

Acerca de los Problemas Sociales y su Constitución

O´Donell y Oszlak, plantean la preocupación en torno a la agenda de las políticas públicas en América Latina, y de cómo ésta se articula en torno a las cuestiones, las cuales poseen un surgimiento, un desarrollo y una resolución (no implica necesariamente una solución a la demanda o necesidad, sino que esta puede resolverse porque otra cuestión que desplaza a la anterior de la agenda pública).

Estas cuestiones nacen cuando una serie de clases, fracciones de clase, organizaciones, grupos o incluso individuos, están en condiciones de imponer ciertas demandas o necesidades, en la agenda social, que comienzan a ser “socialmente problematizadas”.

El momento del surgimiento de la cuestión o problema tiene una importancia clave, ya que nos permite analizarlo enmarcado en un proceso histórico y fruto de una determinada relación de fuerzas al interior de una sociedad; los problemas sociales sólo pueden ser entendidos en el marco histórico cultural que los genera.

Desde un punto de vista más cercano al marxismo, en palabras de Estela Grassi, la cuestión social emerge de la contradicción fundamental existente entre las funciones del estado como herramienta al servicio de sectores dominantes y su función de garante de igualdad social; desde esta perspectiva los problemas sociales son pensados como problemas que cuestionan directamente la legitimidad del Estado en el marco de la lucha de clases.

 “El problema es dependiente de su definición”, y por lo tanto los términos, alcances y contenido del problema es parte de la disputa hegemónica y resultado de esa lucha de los sectores que logran poseer los recursos (materiales y simbólicos), necesarios para la imposición de un problema.

Desde esta perspectiva una preocupación social no es de por si un problema en sí mismo, si no existe un grupo o sector que logre imponerla como tal o adquiera tal envergadura que logre cuestionar la legitimidad del Estado.  

En el marco de este enfoque se debe considerar la actuación de diversos actores que influyen en la definición del problema. Tal es el caso de los medios de comunicación, en la manera en que impactan en la construcción de la agenda pública; también es de destacar el caso de los organismos de crédito internacional y las ONGs.  

Concluyendo, un problema social depende de cómo se lo defina, qué tipos de actores legitiman dicha conceptualización y con qué recursos se cuenta para operar sobre la base material y simbólica de dicha cuestión transformada en problema. Un ejemplo claro de esto está en la influencia de los organismos gubernamentales que permitiendo un accionar al margen de los conflictos, tienen a su cargo la asignación de recursos que le fueron delegados por el Estado, pero que imposibilita la discusión sobre la cuestión social general y oculta el debate sobre su legitimidad.

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