Zonas de Reserva Campesina en el militantismo político transnacional
CamilacremaEnsayo1 de Septiembre de 2015
8.693 Palabras (35 Páginas)338 Visitas
Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
Militantismo Político Transnacional
Profesores: Juan Carlos Guerrero, Karen Cerón
Estudiante: Laura Camila Hernández García
¡Que no arda más el Catatumbo!
Según lo establecido en el artículo 80 de la Ley 160 de 1994, las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) son áreas geográficas que tienen en cuenta las características ambientales, agroecológicas y socioeconómicas regionales para el ordenamiento ambiental, territorial, social y cultural de la propiedad. Fueron creadas con el fin de garantizar la protección, el fomento y la estabilización de la economía campesina, y con miras a la superación de los conflictos que afectan dichas zonas, asegurando la paz y la justicia social.
Adicionalmente, en el acuerdo 024 de 1996 de la Junta Directiva del INCORA[1], se establece que las ZRC se crean como un mecanismo encaminado a eliminar y prevenir la concentración de la propiedad rural o su acumulación por parte grandes terratenientes. Además, permiten regular la ocupación y el aprovechamiento de las tierras baldías dentro del territorio colombiano. En lo referente a la asignación de la tierra, con las ZRC se da prioridad a los campesinos de escasos recursos. Por otro lado, en el Decreto 1777 de 1996, se establecen: el ámbito de aplicación, el objeto, los objetivos, la acción institucional y las acciones de inversión en relación con los Planes de Desarrollo Sostenible.
Con base en lo anterior, las ZRC se conciben como una figura jurídica con efectos políticos y sociales. Sin embargo, resulta imprescindible señalar que su consolidación como tales se deriva de las protestas y movilizaciones de la población campesina, que buscan la reivindicación de sus derechos y exigen garantías al gobierno.
Como señala brevemente el documento Rostros de las Zonas de Reserva Campesina de Canal Capital, las Zonas “tienen su origen en las luchas campesinas de los años 90, surgen como propuesta de los campesinos de la región del Duda (departamento del Meta), donde se planteó al gobierno la necesidad de crear una figura jurídica que protegiera sus parcelas del latifundio” (Canal Capital, 2013).
A pesar de la importancia que tiene la propuesta de las Zonas de Reserva Campesina, tanto para la problemática agraria en el país como para la construcción de paz en el contexto del conflicto armado, su implementación se ha desarrollado a causa de presiones realizadas a través de movilizaciones campesinas de las zonas cocaleras de Putumayo, Caquetá, Cauca, Sur de Bolívar y Guaviare. Particularmente, este fenómeno tuvo lugar durante 1996, a raíz de: los controles a los insumos para el procesamiento de hoja de coca; la persecución y estigmatización de los productores; y las consecuencias que traía la fumigación (tanto a los cultivos ilícitos como a los de subsistencia). En ese momento, fueron reglamentadas y declaradas las primeras ZRC.
En este sentido, se puede observar cómo, en este caso, las movilizaciones campesinas consiguieron hacer de sus peticiones una figura jurídica, logrando así un nuevo orden en su organización territorial, política y económica. Lo anterior se corresponde con una de las premisas de las teorías del comportamiento colectivo, según la cual las movilizaciones tienen la capacidad de crear nuevas formas de vida, normas e instituciones.
Posteriormente, en 1997, se constituyó la primera ZRC en los municipios de San José, El Retorno y Calamar (Guaviare), evidenciándose que el gobierno no contaba con las herramientas técnicas y metodológicas necesarias para cumplir con los ideales que la figura jurídica proponía. Por lo tanto, el Gobierno decidió implementar en 1998 el proyecto experimental «Proyecto Piloto de Zonas de Reserva Campesina» (PPZRC) con el apoyo financiero del Banco Mundial. Dicho proyecto culminó en 2003, dejando caminos abiertos y nuevos instrumentos para la constitución y funcionamiento de las ZRC. Sin embargo, durante los dos mandatos del ex presidente Álvaro Uribe Vélez (2002 – 2010), se incrementaron la estigmatización y la persecución a los movimientos campesinos y a las organizaciones sociales que estaban a favor de la constitución de las ZRC. Muestra de ello es que la ZRC del Valle del Río Cimitarra fue eliminada, sumado al hecho de que se suspendió la creación de nuevas ZRC.
La posición de los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez se orientó hacia la eliminación, en la práctica y en la vida legal, de la figura, lo que significó el estancamiento de ésta durante 8 años. Este estancamiento se tradujo en un componente que podría llamarse de orden administrativo, que tenía como elementos centrales la no creación de nuevas zonas, el abandono de los acumulados del Proyecto Piloto de Zonas de Reserva Campesina, PPZRC, y el cese de cualquier tipo de apoyo a la figura desde las instituciones gubernamentales. Un componente represivo, centrado en el debilitamiento de los procesos organizativos a través de una política sistemática de desplazamiento forzado, la estigmatización de las organizaciones campesinas, la judicialización de sus dirigentes, los asesinatos indiscriminados y la fuerte militarización de las zonas rurales del país, con fuerte énfasis en las delimitadas ZRC. Y un tercer componente de orden político-legal, que implicó la formulación de la Ley 1152 de 2007, el Estatuto de Desarrollo Rural. (ILSA, 2012)
La Ley 1152 de 2007 pretendía imponer la visión que sobre las ZRC tenía la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), en esencia contraria a las peticiones de los campesinos. La ley
establecía que las ZRC serían implementadas exclusivamente en las zonas de baldíos de la Nación (Ley 1152 de 2007, artículo 88), lo que ocasionaría la eliminación fáctica de las ZRC, dada la ausencia de territorios baldíos; además de reducir las posibilidades de una economía campesina estable, pues la misma Ley permitía la adjudicación de baldíos nacionales a sociedades y la venta de extensiones adicionales de terreno (Ley 1152 de 2007, artículo 91).
Con respecto al Estatuto de Desarrollo Rural, “el Incoder alcanzó a proyectar una nueva reglamentación para las ZRC especificaba que este figura sólo podía constituirse en territorios en la cuales existiera un predominio de 51% de tierras baldías de la Nación” (ILSA, 2012). Sin embargo, la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley 1152 de 2007 a través de la sentencia C-175 de 2009 por vicios de forma derivados de la no realización de consulta previa, de exigencia constitucional, a comunidades indígenas y afrodescendientes sobre la iniciativa legislativa, ni antes de la radicación del proyecto de ley, ni durante su trámite en el Congreso.
Adicional a las instancias jurídico-políticas que reprimieron el desarrollo y la formación de las ZRC, durante dicho período tuvo lugar una importante campaña discursiva en contra de las ZRC y sus voceros. En 2004, el artículo La zona de reserva campesina del valle del río Cimitarra: ¡Una iniciativa de paz!, de la Agencia Prensa Rural, denuncia que: “Lo que hoy constatamos es la persecución política y jurídica contra los líderes de todas las ZRC. Sus gestores están con orden de captura o encarcelados. El Gobierno ha dicho que las ZRC no han funcionado, ocultando la persecución, los operativos militares-paramilitares y las fumigaciones sobre los proyectos de los planes de desarrollo de las ZRC, y lo que queda claro es que no hay voluntad política para permitir el funcionamiento de éstas y que por el contrario hay una intención de impedir su consolidación” (Agencia Prensa Rural , 2004).
Con la represión estatal ejercida durante el gobierno Uribe, los alcances de los movimientos campesinos en materia de implementación y desarrollo de las ZRC se vieron significativamente cohibidos. Lo anterior se puede relacionar con el concepto de contexto de las oportunidades políticas de Sydney Tarrow, según el cual las condiciones positivas o negativas para la acción colectiva estimulan o desestimulan la acción de los movimientos sociales.
Posteriormente, durante el gobierno de Juan Manuel Santos se realizó en Barrancabermeja el I Encuentro Nacional de Zonas de Reserva Campesina, los días 29, 30 y 31 d agosto de 2010. En el participaron organizaciones campesinas, el gerente del Incoder, voceros del Ministerio de Agricultura, así como ONG tanto nacionales como internacionales.
La ONG española “Manos Unidas” además de participar como asistente, financió el evento. Ello es muestra del movimiento de capitales desarrollado por el concepto de globalización expuesto por Tarrow; así como del proceso de constitución de una coalición internacional alrededor de las ZRC: varios actores internacionales intervinieron en el proceso político nacional a través de la convocatoria por diferentes medios de información y comunicación.
Con base en el contexto y la caracterización realizadas anteriormente, se hará un acercamiento a la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo (ZRCC) para dar respuesta a la pregunta: ¿por qué puede considerarse que la lucha campesina en pro de la creación de la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo es un caso del militantismo político transnacional? Las luchas campesinas por la creación de la ZRC en la zona del Catatumbo poseen características propias del militantismo político transnacional que pueden enmarcarse como un caso del mismo.
...