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AMBROISE PARÉ (AMBROSIO PARÉ) Historia Y Filosofía De La Medicina


Enviado por   •  1 de Abril de 2018  •  Ensayos  •  1.681 Palabras (7 Páginas)  •  524 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA

AMBROISE PARÉ (AMBROSIO PARÉ)

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Alumna: Paulina Venegas Flores

Modulo: Historia Y Filosofía De La Medicina

PROLOGO

El presente trabajo realizado para el Modulo de Historia y Filosofía de la Medicina tiene como finalidad presentar la biografía de un personaje histórico que haya aportado grandes avances y/o ideas que hayan ayudado al avance de la medicina, además de ser el equivalente a un examen formando parte de la calificación.

El personaje que he decidido desarrollar en este trabajo es Ambroise Paré, padre de la cirugía.

En lo personal este personaje me ha llamado la atención puesto que uno de mis mayores intereses dentro de la medicina es la cirugía. En un momento de la clase, el profesor comento que “Los cirujanos quitan lo que el médico no pudo curar” (o similar). Esta forma de pensar me pareció interesante e impactante, ya que de cierta manera, es cierto.

Ambroise fue un personaje muy importante dentro de la medicina, y su historia me de alguna manera me hace sentir que cualquiera, por más humilde que sea su origen, puede practicar esta profesión.

Las grandes aportaciones que se le adjudican a Paré permitieron que la cirugía evolucionara a gran escala. Obviamente comparados con los avances actuales, se queda muy atrás. Pero en su época fueron de suma importancia. En este trabajo pretendo desarrollar lo que fue su vida, y cuáles fueron sus más grandes aportaciones, además de una de sus historias más conocidas.

Espero que disfrute de este trabajo tanto como yo he disfrutado el realizarlo.


Ambroise Pare

Nació en Laval, Francia en 1510. Sus padres eran de origen humilde, por lo que llevo una educación muy limitada. Además, esto le impidió la oportunidad de hacer una profesión académica. Sus padres lo adscribieron a una barbería de su pueblo a que aprendiera el oficio de barbero, en el cual afeitaba a uno que otro paisano y además se encargaba de extraer algunos dientes. Al aprender el oficio, tomo interés en progresar, y así fue como viajo a Paris a los 17 años, para ser admitido en el Hotel Dieu, que era un importante hospital de la época, para poder convertirse en cirujano – barbero.

En el Hotel Dieu, las condiciones eran precarias, mala salubridad y falta de recursos. Aquí los cirujanos – barberos eran considerados como una clase inferior de los cirujanos o trabajadores manuales.

Después de haber estudiado 3 años en el Hotel Dieu, en 1536 siguió la carrera de armas y se enlisto en el ejercito de Francisco I como cirujano – barbero. Seria aquí donde se empezaría a reconocer su trabajo. Por su limitada educación, Paré no pudo leer las obras de Hipócrates o de Galeno, ni las traducciones de latín de Canon de Avicena. Pero el aprendió la cirugía por sus propios medios, atendiendo a los heridos. Se dice que aprendió el lenguaje cruento de las heridas, algo que no pudo leer en los libros clásicos.

Paré era una persona muy humilde, ingeniosa, hábil, intuitivo y sensible,  no hacia ningún tipo de distinción. Si las personas que atendía eran protestantes o católicos, españoles, franceses, alemanes, flamencos o italianos, Paré los atendería. Él no presumía sobre su arte de curar ya que decía que la naturaleza era la que se encargaba del proceso de curación, y el solo daba una “pequeña ayuda”. Cuando curaba a un herido y este le agradecía, respondía con la frase: “Yo lo vendé, Dios lo curó”.

Uno de sus mayores descubrimientos ocurrió en el campo de batalla. Durante una sangrienta batalla, Paré se encargó de atender a los heridos por arma de fuego. En estos encuentros entre batallones, las heridas de bala eran causadas a corto alcance, y además de generarse la herida por la bala, había quemadura por la pólvora. En esa época se pensaba que la pólvora envenenaba la herida, y para evitar este envenenamiento, se vertía sobre la herida aceite de sauco hirviendo.

Cuando Paré atendía a los soldados heridos, se quedó sin aceite se sauco, y tuvo que improvisar una pomada de trementina, yema de huevo y aceite de rosas. Esta mezcla la aplico en todos los heridos que ya no habían podido ser atendidos con el aceite de sauco. Esa noche, Paré no había podido conciliar el sueño, ya que en su cabeza rondaba el pensamiento de que los soldados a los que aplico su remedio improvisado no sobrevivirían a la mañana siguiente, por lo que se encamino hacia donde se encontraban los heridos y se llevó la sorpresa de que los soldados en los que había utilizado su pomada se encontraban descansados, no tenían fiebre y sus heridas se encontraban menos inflamadas, mientras que en los que había utilizado el aceite de sauco tenían fiebre y sus heridas no mostraban mejoría.

Desde ese momento Paré sustituyo el tratamiento de las heridas con aceite de sauco hirviendo por su remedio suave, nunca más volvería a lastimar a los heridos por arma de fuego. Fue el primero de todos sus descubrimientos y una de sus más grandes aportaciones para la medicina.

Otro de sus avances para la medicina fue la ligadura arterial en las amputaciones para reducir las hemorragias. En esa época lo que se hacía para que una persona dejara de sangrar, era cauterizar con un hierro candente, lo que generaba un mayor daño a la herida y sufrimiento para la persona, siendo muy poco efectivo. Lo que hizo fue utilizar fórceps y puntos de sutura, representando un gran avance en la cirugía.

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