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Borges


Enviado por   •  20 de Junio de 2015  •  Trabajos  •  3.838 Palabras (16 Páginas)  •  151 Visitas

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Por Patricio Eufraccio

Universidad Nacional Autónoma de México

Hasta donde lo consentía la invisible

mano del Destino, misterioso poder que

estaba por sobre los dioses mismos...

Alfonso Reyes, La Ilíada.

Introducción:

En uno de esos libros que pretenden ser el compendio ideológico de las personas famosas, se compilan un par de fragmentos de una entrevista concedida por Borges a alguien, en la que habla sobre el Destino. Es posible enlazar ambos fragmentos pues podría decir que se continúan:

Mi padre era anarquista individualista, lector de Spencer, profesor de psicología, poeta romántico que dejó algunos buenos sonetos, pero él quiso que se cumpliera en mí el destino de escritor (que no pudo cumplirse en él). Ya mayor habría yo de entender que desde niño se me había trazado el destino de las letras (...)

Este es mi destino; lo supe siempre. Yo no imagino ningún otro que no sea éste. Yo quiero ser feliz a la manera de todos. También Milton intuyó ser escritor antes de serlo y lo fue.1

Aquí se encuentran los elementos que Borges presenta en sus narraciones como distintivos del Destino: inevitable, consecuencia de acciones anteriores, epifánico e interminable como fuerza generadora. Un elemento adicional que sobresale en estos fragmentos es algo muy sabido sobre la propuesta literaria de Borges: la vida es literatura. De ahí que cualquiera de ellos bien podría formar parte de su obra literaria; quizá, el primero, de alguna de sus narraciones y, el segundo, de sus ensayos. También se percibe la afirmación de Borges sobre la literatura como génesis de ella misma. A la propia literatura también podría aplicársele, según la ecuación de causa-efecto, el que su Destino es la inevitable tarea de engendrar más literatura y para ello se vale de intrincadas cadenas de causas y efectos que suceden entre los hombres con la intención final de perpetuar la gran razón de la existencia (la literatura), en que se constituye, para Borges, la vida.

Para analizar los componentes del Destino en Borges, he elegido como base el cuento El fin, del libro Ficciones. Encuentro en él tres tipos de Destinos, cada uno de ellos relacionado con el personaje al que pertenece.

Recabarren, el pulpero, representa al tipo de Destino asumido con resignación en el que su cumplimento no fue glorioso sino más bien ordinario, común y vulgar. En Martín Fierro, por su parte, se cumple el Destino de características epifánicas de redención. Finalmente, el Destino del payador negro posee características de consuelo y desolación.

La interacción de los tres Destinos en un espacio y tiempo común a los personajes, le proporciona al relato cierta obediencia a lo que Jaime Alazraki denomina la Ley de Causalidad2: ¿para qué se escribió el pasaje del encuentro entre Martín Fierro y el Negro, en el poema homónimo3?, para que en algún momento posterior convergieran los tres personajes en El fin, a cumplir con el Destino engendrado por José Hernández, 84 años antes y que contenía el embrión literario que nosotros conocimos como Jorge Luis Borges.

El fin

El relato de El fin, es la continuación (efecto) de un pasaje (causa) del Martín Fierro de José Hernández. El personaje común a ambos relatos es Martín Fierro. Él se constituye en el protagonista que los enlaza. El otro elemento de unión entre los relatos es una pelea, que antes de El fin sólo se componía de un tiempo, el pasado y que, después del cuento de Borges, se ha vuelto infinito, pues éste puso en movimiento la interminable rueda de las causas y los efectos.

Dos de los efectos que se desprenden de este poner en movimiento al infinito son: la transformación (acaso multiplicación), del tema y la doble posibilidad de dirección que adquieren las causas y los efectos.

Mientras sólo fue parte del poema de José Hernández, el tema de la pelea entre Martín Fierro y el Negro era la prueba del coraje a que todo gaucho se enfrenta a cada momento de su vida. Después de El fin, el tema es el movimiento de las causas y los efectos que dan forma al infinito. El cuento de Borges ahora incluye al pasaje del poema de Hernández y viceversa. Sin desvirtuarse uno al otro, El fin le ha proporcionado una nueva dimensión a ese pasaje del Martín Fierro, haciéndolo parte de un infinito del que, cuento y fragmento del poema, son dos de sus estadios. Resulta notable esta característica que modifica a los relatos involucrados al dotarlos de una relación de tiempo y acción inexistentes hasta ese momento. Cuando en sus narraciones o ensayos Borges incluye a un relato, hecho histórico o ensayo ya existente, les cambia el tiempo que poseen transformándolos en infinitos. En el caso del fragmento del poema de Hernández, éste deja de ser algo que pasó para transformarse en algo que ha de seguir sucediendo, pues dejó de ser una muestra de coraje del gaucho para ser el infinito transcurrir de causas y efectos borgianos. La dependencia adquirida va más allá de la intertextualidad, ya que su relación no sólo es referencial o de diálogo entre ambos relatos, sino que se han fusionado en un organismo infinito; en algo que es, al mismo tiempo, un relato autónomo y un fragmento de un gran todo literario que los incluye, necesita y relaciona.

El segundo hecho notable es que relación entre las causas y los efectos deja de tener un sólo sentido. Entre el pasaje del poema de Hernández y El fin de Borges, existe un primer sentido que llamaré infinito positivo; es decir, la causa en el primero y el efecto en el segundo; el poema engendrando al cuento. Esta infinitud positiva sólo fue única mientras Borges escribía el cuento, pues, al concluirlo, inmediatamente se abrió un segundo sentido: la infinitud negativa. Ahora, así como se puede llegar al cuento por el poema (operación que realizó Borges), el sentido inverso nos permite a los lectores llegar del cuento al poema. Es decir, el cuento halla su referente en el poema, al igual que el poema en el cuento. Esto es que, si por alguna razón fantástica se perdiera el poema Martín Fierro, siempre quedaría la posibilidad de reconstruir, a partir de El fin, algunos de los elementos del guachismo inmersos en él.

Destino

Los señalados elementos que componen al Destino (inevitable, consecuencia de acciones anteriores, interminable como fuerza generadora y epifánico), se complementan en la realización de las escenas del

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