Curriculum
7 de Abril de 2014
3.412 Palabras (14 Páginas)260 Visitas
Curriculum y transversalidad:
Una reflexión desde la práctica
Abraham Magendzo K. (Chile)
http://www.magisterio.com.co/web/index.php?option=com_content&view=article&id=435:investigacion&catid=45:revista-no-16&Itemid=63
A manera de presentación
Los especialistas en curriculum tenemos siempre la tendencia de comenzar nuestros trabajos intentando definir qué es el curriculum. Esto no es, a mi parecer, un inicio trivial, especulativo o simplemente académico. Por el contrario, hoy con los cambios profundos a nivel social y del conocimiento se hace muy necesario precisar la complejidad de los elementos que intervienen en las decisiones curriculares. De esta manera, el curriculum se hace más pertinente y por sobre todo más inteligible, en especial para los docentes que son en definitiva quienes lo implementan.
Por su parte, la transversalidad es un enfoque dirigido al mejoramiento de la calidad educativa, y se refiere básicamente a una nueva manera de ver la realidad y vivir las relaciones sociales desde una visión holística o de totalidad, aportando a la superación de la fragmentación de las áreas de conocimiento, a la aprehensión de valores y formación de actitudes, a la expresión de sentimientos, maneras de entender el mundo y a las relaciones sociales en un contexto específico. De esta manera, se hace posible introducir las preocupaciones de la sociedad, tanto en el diseño curricular como en las prácticas educativas. Desde esta visión se busca aportar a la formación integral de las personas en los dominios cognoscitivo, procedimental y actitudinal; es decir, en los ámbitos del saber, saber hacer y del ser, a través de los procesos educativos; de manera tal, que los sujetos sean capaces de responder de manera crítica a los desafíos históricos, sociales y culturales de la sociedad en la que se encuentran inmersos.
El hacer curricular
1. La primera pregunta que surge es qué estamos entendiendo por curriculum y por el acto de hacer curriculum. Por supuesto que reafirmo lo que dijera hace ya un tiempo, que el curriculum es el resultado de un proceso de selección y organización de la cultura para su enseñabilidad y su aprendizaje (Magendzo, 1986). Es importante reiterar que este proceso no sólo tiene lugar en las esferas societales, para usar un término acuñado por John Goodlad, sino que también en el nivel local, institucional y de aula (Goodlad, 1966). Se selecciona y se organiza la cultura al definir las políticas educacionales, al identificar los grandes fines de la educación, al determinar los marcos curriculares mínimos del sistema, al elaborar los programas de estudio, al redactar y estructurar los textos escolares, al seleccionar las páginas computacionales, al desarrollar los instrumentos de evaluación, entre otros.
1.
Debemos recordar que cuando estamos haciendo referencia al curriculum, estamos definiendo el conocimiento al que se espera los estudiantes accedan y aprendan de acuerdo con determinados procedimientos. El currículo escolar, entonces, representa el conocimiento que se ha codificado de una cierta forma. Esto es lo que Michael Apple ha denominado elconocimiento oficial (Apple 1997).
1.
Elaborar curriculum es una tarea bastante más compleja hoy de lo que lo fue en el pasado. En el presente intervienen, como nunca antes, una diversidad de actores sociales que antes estaban marginados de este proceso. Además de los especialistas y profesores, participan empresarios, trabajadores, padres y madres de familia, apoderados, miembros de la comunidad, estudiantes, etc. Cada uno aporta desde sus muy personales visiones de mundo y desde la concepción que tienen del rol que le cabe a la educación en la sociedad. En muchas ocasiones estas visiones son discrepantes y a veces antagónicas ya que están en juego intereses distintos. Esto significa que para elaborar un curriculum consensuado necesariamente hay que “negociar saberes”. Por lo tanto, hacer curriculum hoy, es buscar consensos en las diferencias, tarea que como todos sabemos no es del todo simple.
1.
Si pudiéramos caracterizar nuestra época debiéramos decir que el proceso de producción y difusión del conocimiento está en el centro de los desafíos. Se deben considerar dos planos; el plano interno, esto es el de la ciudadanía; y el plano externo, que abarca la globalización y la competitividad internacional (Drucker, P. 1987). En esta perspectiva, si el curriculum desea ser pertinente, necesariamente debe buscar un equilibrio adecuado entre la dimensión ético-valorica y los comportamientos propios de la moderna democracia y ciudadanía. Se exige del curriculum que tenga en consideración tanto la generación de capacidades y destrezas indispensables para el crecimiento basado en el progreso técnico compatible con el crecimiento económico, como con la equidad social y la democratización política.
1.
En esta perspectiva, Michael Young (1999) identifica algunos rasgos centrales que distinguen a un Curriculum del pasado de unCurriculum del futuro. El primero implica un concepto de conocimiento y aprendizaje “para sí mismo“ (for its own sake); está preocupado preferentemente por transmitir el conocimiento existente; valoriza más el conocimiento de las materias que aquel referido a las relaciones entre materias; y asume una jerarquía que establece fronteras entre el conocimiento escolar y el de la vida cotidiana, creando de esta forma el problema de la transferencia del conocimiento escolar a contextos no escolares. Por el contrario, el Curriculum del futuro manifiesta un concepto transformativo del conocimiento, donde radica su poder y sentido, ya que intenta mostrar a los estudiantes que ellos pueden actuar sobre el mundo. Se focaliza en la creación de nuevos conocimientos, así como en la transformación del existente y hace hincapié en la interdependencia de las áreas del conocimiento y en la relevancia del conocimiento escolar en los problemas del diario vivir.
1. Podríamos sumar a la mirada del “Curriculum del futuro” la definición que Flores (1993) tiene sobre la flexibilidad auténtica o verdadera para diferenciarla de los extremos de la rigidez y la hiperflexibilidad, cada una de las cuales encarnan agentes sociales y espacios sociales diferentes. Según este autor, la rigidez encuentra su mayor auge en el espacio cartesiano y se entroniza en la idea del control en la vida intelectual y social. Su estilo expresa las características de este espacio social, fundado en la jerarquización, la disciplina y la predictibilidad; donde los agentes sociales más apreciados eran los de la conocida tríada: burócrata-experto-planificador. La hiperflexibilidad, por otra parte, corresponde a la tríada mercenario-especialista en know-how-nómada-electrónico, tres personajes que expresan las características de una heterarquía radical (niveles de poder heterogéneos), siendo el conocimiento dominio de artefactos útiles y ámbito de acción donde cualquier cosa es posible. La flexibilidad auténtica ubica a un actor social que no está presente en ninguno de los modelos anteriores y la tríada que la caracteriza es la de emprendedor-democrático-solidario. Este personaje, creador de futuro, es designado con el nombre de “agente transformador”, una persona que está en contacto con una sensibilidad histórica de los espacios sociales y sus prácticas, que es donde surge la identidad de las personas y las cosas. El agente transformador sabe que en el mundo de la hora presente hay flujo y movimiento y que es posible aprovechar ese flujo para desplazar poderes y proponer productos, servicios y nuevas ofertas. No le preocupa no saber (lo cual paralizaría, por ejemplo, al burócrata y al experto). El agente transformador se conduce con prudencia y sabe cómo contactar y fundar redes de gente que le aporten las capacidades necesarias para llevar a buen fin un proyecto: trabaja en equipo, los moviliza y los forma. Tiene una sensibilidad atenta a las situaciones de ruptura y las aprovecha como posibilidades de atracción a los demás por el futuro que sabe proponer un futuro destinado a hacer la vida más significativa tanto para él como para los otros. Se nutre espontáneamente en la vida comunitaria. Considera la innovación como un fenómeno asociado al trabajo y no como un rayo que desciende de las elites. Se auto impone el compromiso de aunar voluntades y sabe aceptar la disidencia y el conflicto con espíritu positivo, reconoce en ellos la variedad de la vida humana, componentes indispensables para llegar a una resonancia y no a la unificación hegemónica.
1. En la literatura curricular existe en la actualidad una marcada tendencia –como producto de la complejidad de demandas sociales, culturales, morales y productivas que se le hacen al curriculum– de dimensionarlo como algo más que una colección de disciplinas y de contenidos. Se exige precisar, además, las habilidades, actitudes, competencias y patrones de comportamientos que deben ser aprendidos, los valores implícitos y explícitos que se incorporan a la educación, las formas de enseñar y aprender, los aprendizajes esperados, niveles de logro que se desea alcanzar (estándares), etc.
La transversalidad
1.
La transversalidad ha sido incorporada en casi todas las reformas curriculares de distintos países. En algunos en calidad de temas-contenidos; en otros, como habilidades, actitudes y/o valores transversales.
1.
La transversalidad se plantea como ligada a una educación cuyo propósito central es la formación para la vida, atendiendo
...