GLOBALIZACIÓN Y EDUCACIÓN

Síntesis de los Textos “Las certezas perdidas. Padre y maestros ante los desafíos del presente” Juan Vasen

La subjetividad podríamos definirla como aquello que creemos, o la forma de pensar y actuar de cada individuo.

La educación y la crianza de los niños han sido parecidas en todas las épocas, lo que ha variado es la forma de vida, el trabajo y los afectos. Y a la vez, el sujeto se adapta de acuerdo a las distintas épocas y sociedades.

A continuación realizaremos un recorrido sobre las distintas concepciones del niño a lo largo de la historia:

En los tiempos prehistóricos, la crianza se trataba más de acto de supervivencia, no estaba presente al amor y cuidado por parte de los padres hacia hijos.

Con el sedentarismo, y el surgimiento de las agrícolas y ganaderas (netamente para consumo propio), nace una nueva denominación del niño con carácter de “hijo”. Entonces, el trabajo de los padres era transmitir sus habilidades y conocimientos, gracias a ello la constitución de los mismos y los hijos era una relación recíproca, donde existían afectos entre ellos. En otras palabras, los niños fueron destinatarios de educación, material, simbólica e inclusive de lo placentero. En esta época existía una marcada diferencia entre niños y niñas, los primeros se dedicaban a la caza y las niñas a la casa.

En la antigua Grecia, el cristianismo reemplazo al politeísmo, y aparece una “religión del hijo”. Recién el año 374 d.C. el infanticidio merece la pena capital. En ese siglo, los niños comenzaron a tener alma, y el Estado se ocupó de ellos.

En la edad medieval, la sociedad creía en brujas y demonios. Por esta razón a los niños se los ataban o fajaban por largo tiempo. Ni hablar de los niños con alguna discapacidad física y mental que se los denominaban “engendro” (pequeños demonios). Estos no recibían ningún tipo de tratamiento, al contrario eran maltratados. En muchos casos abandonados y en otros se les daba muerte por considerarlos anormales.

A partir del Renacimiento, el niño dejo de ser un adulto en miniatura. Se cambió la concepción de infancia, por ello en el siglo XVIII, en Europa empieza a tener su espacio propio, como ser: plazas, parques y el cuarto del niño.

En la edad moderna, la familia cría y la escuela educa, para insertar a los niños en el futuro al mundo laboral. Esto era restringido para algunas personas, ya que no todos podían acceder a ella.

Acercándose a la posmodernidad, la familia tenía como ideales “Dios, Patria y Hogar”. Actualmente, esta ocupa un lugar decreciente en relación a otros agentes socializadores (escuela, medios de comunicación) .

La familia ha perdido su función de socialización primaria porque los medios invaden nuestras vidas. Dicha institución y la escuela están determinadas por el contexto cultural y de la época.

La globalización movimiento cultural y económico afecta naturalmente a la economía de los países debido a los elevados capitales que circulan. Por ello podrimos decir que el niño actual se caracteriza por ser consumista.

En la escuela, ya no se “moldea” (forma) a los niños, de acuerdo a los ideales de ciudadanos, sino más bien son estructurados por los medios masivos de comunicación.

El consumo genera una desigualdad entre las personas, ya que no todos poseen la misma cantidad de recursos económicos para acceder a los productos. Dicha práctica nunca acabara porque cada días surgen nuevos productos, el hombre es esclavo del consumo; porque todo lo que ve quiere.

El medio por el cual se muestra todo los productos que ofrece el mercado es la publicidad proveniente de distintos medios (radio, tv, Internet)

La relación entre padres e hijos se ve afectada por este mundo globalizado porque existen disputas por las adquisiciones de los productos. Muchos padres se desviven y trabajan todo el día para satisfacer las demandas de sus hijos, por tener la mejor ropa y el calzado, el ultimo teléfono celular, entre otros.

La infancia entre el guardapolvo y la compu

La subjetividad de la infancia ha variado a lo largo del tiempo, ya que fue irrupcionada por las nuevas tecnologías y medios.

En la modernidad liquida urbana, las interacciones entre las personas no son de manera directa, debido a que utilizan diversos medios como: mensajes de texto por celular, chat, blog, Facebook, mails, publicidad todos los días no saturan e invaden.

Con el debilitamiento de los soportes modernos, trajo como consecuencia la redistribución de viene y servicios que produjo mayor consumo.

En la década del 90, ciertas instituciones que organizaban la vida social, perdieron credibilidad política y social. a esto no escaparon padres, docentes y representantes justicia, predominaron el “mercado” y las relaciones de consumo.

La infancia es un conjunto que siempre debió escribirse en puntual. Pero, no encontramos con niños, que son hijos de marcas y monopolios. Aquí surge el término postmocosos, que hace referencia a la potmodernidad, donde la familia se ve desbordada. Con respecto a lo educativo, la escuela es moderna y el alumno es posmoderno volviendo a la relación entre padres e hijos, los primeros se encuentran en enormes dificultades frente a los nuevos hábitos de consumo de sus hijos.

El consumismo u los procesos de mercantilización han desestabilizado a la institución primaria, que es la familia.

Hoy en día no se habla de infancia si de “infancias”; es mas muchas veces hay niños que no atraviesan una infancia por que la protección y resguardo que caracterizaba a la infancia moderna no se presenta a la infancia actual.

Otra característica de la postmodernidad que atraviesa a nuestros niños es la “cultura de la imagen” que hace referencia, que se quieren parecer a ídolos deportivos, musicales o artísticos. Aquí se presenta una dificultad en la identificación por que incluye la imitación a dichos personajes. Los niños están influenciados por la masiva publicidad que abunda nuestras vidas.

Hasta el juego a cambiado su connotación, debido a que, si el niño no posee el ultimo juguete lanzado al mercado no puede jugar, es decir, crea una insatisfacción de lo que tiene y la estimulación del deseo de la novedad. Esto se debe a que la niñez se ve atraído por los avisos publicitarios, los cuales generan nuevas cosas en la sociedad de consumo, hacen que las “cosas viejas” no sean importantes.

Retomando el tema de los juguetes que adquieren

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