George. c. Parker

George C Parker era un hombre nacido en Nueva York presuntamente en 1860. Su manera de ganarse la vida fue aprovechando la situación del país para vender monumentos estadounidenses como si fueran de él. Se estima que alrededor de 30 años fueron los que Parker estafó a todos los extranjeros ricos que pudo. Esto duró hasta que luego de que lo acusaran tres veces de estafa fuera condenado a cadena perpetua en prisión.

Con nueva york en pleno crecimiento nadie tenía claro qué bienes eran públicos y cuáles no. Por lo tanto, la idea de que un puente pudiese ser de propiedad privada no resultaba tan loca principalmente para los extranjeros e inmigrantes que llegaban a la ciudad.

Era de estos mismos de los cuales se aprovechaba George C. Parker vendiéndoles diferentes iconos de la ciudad de los cuales el más frecuente y fácil de “vender” era el puente de Brooklyn. Las víctimas eran segadas por promesas de millones, ya que al comprar el puente podrían cobrar peaje a los viajeros y así volverse ricos.

Muchos pensando de esa forma llegaron hasta el punto de empezar construcción de cabinas de peaje en la entrada del puente hasta que la policía llegaba y les daba las malas noticias, que el puente era propiedad de la alcaldía, que su título de propiedad por mas legítimo que pareciera, era falso y que habían sido otra víctima más de George C. Parker.

Parker "vendió" el Puente de Brooklyn a más de 4 mil hombres ricos, esto entre los años de 1883 y 1928.

El Nueva York de 1880 era uno en pleno desarrollo económico, lo cual significaba grandes construcciones por toda la ciudad, debido a esto a nadie le parecía raro cuando Parker se presentaba a su puerta diciendo ser el constructor y dueño del puente buscando venderlo debido a que no podía hacerse cargo de la explotación comercial del puente y quería recuperar parte de su inversión, ya que a lo que él se dedicaba era la construcción.

Parker dijo haber vendido el puente de Brooklyn dos veces por semana durante varios años. con respecto al precio a veces $ 5.000 dólares , otras veces $ 75 dólares, pero la mayoría del tiempo que era lo que Parker podría hacer que gastaran, lo que era más o menos cada centavo que tenían.

 Lo que hacía Parker era presentarse a extranjeros adinerados como el constructor del puente de Brooklyn. Mostraba un título de propiedad falso y los convencía de que él no era el indicado para explotarlo pero que sí lo compraban iban a ganar una fortuna poniendo peaje a la entrada del puente. Luego negociaba el dinero hasta sacarles todo lo que podía.

De esta forma, Parker vivió tranquila y muy cómodamente la mayor parte de su vida. Sus "hazañas" como estafador se hicieron tan famosas que en estados unidos surgió el término "and if you believe that, I have a bridge to sell you" ("si te crees eso, entonces tengo un puente que venderte"), usada para referirse a las personas cuando no demuestran ser muy precavidas, sino mas bien crédulas o inocentes.

Aunque el puente de Brooklyn fue su principal negocio Parker también se dio a conocer por haber "vendido" el antiguo Madison Square Garden e incluso la Estatua de la Libertad. Todo ello desde su una oficina ficticia.

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