Historia De Arthas
ricardo5648 de Enero de 2014
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Historia de arthas
Príncipe Heredero de Lordaeron y Caballero de la Mano de Plata, era hijo del Rey Terenas Menethil II y heredero del trono. Fue entrenado como paladín por Uther Lightbringer, y tuvo una amistad romántica con Jaina Proudmoore. Pero a pesar de un futuro prometedor, Arthas se convirtió en uno de los seres más poderosos y malvados de Azeroth, el Lich King, líder de los undead. El príncipe Arthas Menethil nació de Lianne Menethil y el Rey Terenas Menethil II, cuatro años antes de comenzar la Primera Guerra. El joven príncipe creció en un tiempo en el que las tierras de Azeroth eran devastadas por la guerra y la Alianza se desvanecía en un horizonte de nubes negras. En su infancia fue amigo de Varian Wrynn.
Como adolescente, Arthas fue entrenado en combate por Muradin Bronzebeard, el hermano del rey enano Magni Bronzebeard, llegándose a convertir en un diestro espadachín. Bajo la guía de Uther the Lightbringer, Arthas entró a formar parte de la orden de paladines de la Mano de Plata a la edad de 19 años. La ceremonia de tuvo lugar en la Catedral de la Luz en la ciudad de Stormwind donde le fue entregado su característico martillo sagrado conocido como Light's Vengeance.
A pesar de su comportamiento precipitado y cabezota, Arthas se convirtió en un guerrero renombrado. Uno de sus actos más famosos fue el contrataque que lanzó sobre ofensiva que un grupo de trolls de bosque estaba realizando sobre Quel'Thalas desde Zul'Aman.
Fue durante este tiempo que Arthas conoció a Jaina, la hija más joven de Daelin Proudmoore. Al pasar los años, desarrollaron una relación romántica. Sin embargo, los estudios sobre la magia de Jaina en Dalaran y los compromisos de Arthas en Lordaeron los forzaron a mantenerse separados por largos períodos de tiempo. Los dos jóvenes decidieron mantener su fuerte amistad y olvidar el romance hasta que llegaran mejores tiempos para ellos.
Arthas, El Paladín
Los problemas empezaron en Lordaeron. Los orcos se liberaron de los campos de internamiento en los que fueron recluidos tras la Segunda Guerra mientras se hablaba de una plaga que estaba contaminando las tierras del norte. Arthas y Uther fueron enviados a Strahnbrad a defender el pueblo de emboscadas de orcos y demás ataques. El joven príncipe tuvo que vencer al dragón negro Searinox para llevarle su corazón al enano Feranor Steeltoe y forjarlo en un orbe de fuego. Arthas utilizó este objeto mágico para acabar con el orco que lideraba las emboscadas.
Sin embargo, una amenaza más vil surgió en la forma de la plaga de los muertos vivientes. Jaina y el capitán Falric fueron enviados para unirse a Arthas, e investigar la extraña plaga. Pelearon con un ejército de muertos vivientes en un granero infectado de la plaga y se encontraron con el nigromante Kel'Thuzad en el pueblo de Brill, al que persiguieron hasta Andorhal.
Kel'Thuzad ya había infectado el grano de los silos de Andorhal y había enviado partidas contaminadas a los pueblos cercanos. Antes de que Arthas lo matara, Kel'Thuzad le habló de Mal'Ganis, un Nathrezim que lideraba al Azote. Jaina y Arthas viajaron entonces a Stratholme para enfrentarse a él.
En el camino, Arthas y Jaina se detuvieron en Hearthglen, donde pretendían descansar. En lugar de eso, recibieron una advertencia acerca del ejército de muertos vivientes que se acercaba. Arthas le ordenó a Jaina a encontrar a Uther para que los ayudara, mientras él permanecía defendiendo el pueblo. Durante la lucha fue cuando Arthas descubrió que la plaga no era solamente una forma de matar, sino que convertía a personas inocentes en muertos vivientes. Los compañeros de Arthas apenas aguantaron, y casi cuando estaban a punto de ser derrotados, llegó Uther con los refuerzos para salvar la aldea. A pesar de que Uther le dio sus respetos por la batalla, Arthas se lo tomó como una ofensa y empezó a enemistarse con el viejo paladín.
Mientras viajaban a Stratholme, Arthas conoció al enigmático profeta Medivh, que le dio el mismo consejo que a su padre, el rey Terenas, viajar a Kalimdor. Arthas le espetó que su lugar estaba con su gente y juró que no los abandonaría. A pesar de que Jaina sugirió que el profeta podría tener razón, Arthas no le prestó atención y continuó hacia Stratholme.
Arthas antes de corromperse
Cuando Arthas llegó a Strathome, descubrió que el grano ya había sido distribuido por toda la ciudad y sabía que sus habitantes no tardarían en convertirse en muertos vivientes. Fue Entonces cuando ordenó a Uther y sus caballeros llevar a cabo una purga para acabar con todos los ciudadanos. Horrorizado, Uther rehusó, argumentando que no obeecería tal orden ni aunque Arthas fuera rey. Esto provocó que Uther fuera acusado de traición y cuya consecuencia más inmediata que la disolución de la orden de los Caballeros de la Mano de Plata por parte de Arthas. Muchos soldados prefirieron seguir a Uther, entre los que se encontraba Jaina, mientras el resto permanecieron leales al príncipe de Lordaeron y lo ayudaron a ejecutar a la población de Strathome que había sido contaminada.
Cuando Arthas comenzó a masacrar a los ciudadanos de Stratholme, se encontró con Mal'Ganis, que estaba ocupado reclamando las almas de los infectados para que revivieran bajo el aspecto de muertos vivientes al servicio del Azote. Arthas trató de destruirlas antes de que Mal'Ganis pudiera hacer uso de ellas y finalmente, consiguió hacer huir a Mal'ganis, no sin antes instarle a un combate final que el demonio decidió que debía tener lugar en el continente helado de Northrend.
Al llegar a Northrend, Arthas desembarca en Bahía Cubredaga, desde donde continua su camino, en busca de un lugar donde establecer una base, allí encuentra a su maestro Muradin Bronzebeard, el cual le habla de una poderosa y mística espada llamada Frostmourne, la cual se escondía en alguna parte del Cementerio de Dragones, y podría ayudarle a vencer a los muertos vivientes y a su cruel líder, Mal'Ganis.
Mientras Muradin y Arthas estaban buscando a Frostmourne, un emisario de Lordaeron llegó en un zepelín al campamento base del ejército de soldados que estaban al cargo del capitán Luc Valonforth. Traía órdenes de Uther y el Rey Terenas, para que a Arthas y sus hombres regresaran a casa lo antes posible. Cuando Arthas volvió a la base, sus hombres habían recogido y estaban regresando a través del bosque hacia los barcos apostados en la costa. Arthas, que no tenía intención de irse antes que Mal'Ganis fuera destruido logró quemar las naves con la ayuda de algunos mercenarios antes de que sus hombres llegaran. A la hora de dar explicaciones, Arthas traicionó a los mercenarios, acusándolos de destruir las naves, por lo que fueron ejecutados. Sin forma de regresar a casa, Arthas le dijo a sus hombres que la única manera de irse de de allí era saliendo victoriosos.
Arthas reclama a Frostmourne
Arthas y sus tropas continuaron hasta Drak'Tharon Keep en búsqueda de Frostmourne. Al llegar, Mal'Ganis se apareció ante Arthas, y predijo su muerte. Junto a Muradin, fue a buscar a Frostmourne, dejando a su capitán al cargo de la defensa del campamento.
Al adentrarse en la caverna donde se encontraba Frostmourne, Arthas encuentra a un Espectro de Escarcha, el Guardián, defendiendo la entrada de la gruta, espectro que es luego derrotado por Arthas y Muradin. Antes de morir, el espectro advierte a Arthas acerca de la maldición y el gran mal que hay en esa caverna, afirmando que él esta allí, no para proteger a la espada de los mortales, sino para proteger a los mortales de la espada.
Al llegar al pedestal de Frostmourne, Arthas y Muradin encuentran una inscripción:
"Aquel que empuña esta hoja, portará un poder eterno, pero así como la hoja desgarra la carne, así el poder marcará el espíritu"
Muradin rápidamente comprende que la espada está maldita, pero Arthas afirma que está dispuesto a cargar cualquier maldición y pagar cualquier precio, con tal de liberar a su pueblo, e invoca a los espíritus del lugar para que le permitan reclamar a Frostmourne. El casquete de hielo en el que se encontraba Frostmourne explota y hiere de gravedad a Muradin y Arthas le da la espalda a la luz, dejando a Light´s Vengence y empuñando el nuevo poder oscuro de Frostmourne.
Armado con Frostmourne, Arthas asalta el campamento de Mal`Ganis. Una vez frente al Señor del Terror, este lo saluda, pensando que ya están del mismo lado, pero Arthas le responde que ahora solo escucha la voz de la espada, que le dice que ha llegado la hora de su venganza, y de un tajo hiere al Señor del Terror.
Al internarse en los helados páramos de Rasganorte, Arthas pierde los últimos vestigios de su razón, pasando a servir a su nuevo amo: El Rey Lich.
Arthas regresa a casa. Arthas antes de asesinar a su padre.
Meses más tarde, Arthas viajó a Lordaeron, ante el jolgorio de su reino por ver como regresaba su campeón. Tras entrar en el castillo bruscamente, Arthas se arrodillo en el salón del trono y avanzó hacia su padre desenvainando a Frostmourne. La alegría inicial del Rey Terenas se diluyó rápidamente cuando se dio cuenta de las intenciones de su hijo. La corona real rodó por el suelo ensangrentada mientras Arthas se autoproclamaba nuevo Rey de Lordaeron, ante el cadáver de su padre.
Tras abandonar la escena, Arthas se dirigió a la Hacienda Balnir donde invocó sus nuevos poderes nigrománticos para levantar a su fiel corcel Invincible, permitiéndole ser su montura una vez más.
Meses más tarde reapareció en la aldea de Vandermar por petición de su nuevo maestro, el Rey Lich.
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