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LA CIUDAD ANTIGUA


Enviado por   •  4 de Marzo de 2014  •  2.072 Palabras (9 Páginas)  •  172 Visitas

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Índice

Portada ………………….………………………………………1

Índice…………………………………….……………………....2

Libro I

Creencias antiguas…………………………………….………3

Libro II

La familia…………………………………................................3

Libro III

La ciudad……………….……………………………….……….4

Libro IV

Las revoluciones………………………..………………………6

Libro V

Desaparece el régimen municipal……………………………7

Conclusión……………………………………………………….8

Creencias antiguas

En este libro nos dice que en la antigüedad las personas creían de otra existencia después de la presente y miraron la muerte como un simple cambio de vida.

En las antiguas ciudades tenían creencia iguales donde a los muertos les llamaban dioses manes y les hacían cultos donde les ofrecían comida, a ellos se les consideraba dioses subterráneos la felicidad de los dioses manes dependían de los vivos y la familia que no les ofreciesen la comida y le hacia los cultos necesarios vivirían en desgracia.

En la casa de los griegos de los romanos debía haber siempre un altar y un poco de ceniza y carbones encendidos que representaban al fuego sagrado. La religión también exigía que este fuego estuviera siempre encendido y fuese puro. Tenían que ser alimentado con leña, el fuego del hogar era la providencia de la familia y si el fuego se apagaba dejaba de existir un dios

La humanidad admitía una doctrina religiosa en la que alabara a un solo dios Una de las reglas de la religión domestica era que cada familia podía atributar adoración solo a los muertos que eran sus antepasados. Cada familia tenía sus ceremonias propias, sus fiestas particulares, sus formulas de oración y sus himnos. El muerto que no deja hijo no recibe ofrendas y está expuesto a sufrir un hambre perpetua.

La Familia

La religión fue el principio de las familias, cada casa tenía allí su altar donde descansan las generaciones de sus antepasados. En el hogar la familia ofrece la comida fúnebre y los cultos a los mismos antepasados.

La religión del hogar y los antepasados se transmitía de varón en varón quien es el que representa a la familia en estos cultos. La mujer no tiene su religión definida, ya que cuando es soltera recibe los actos religiosos e su padre, y cuando es casada recibe los de su marido.

En esta parte del libro nos dice que el padre solamente hereda al hijo varón tanto la religión como los viene. También dice que la mujer no tiene estos derechos

Nos dice que también se puede adoptar en caso de que no tuviese hijos para poder heredar su patrimonio y que este no se extinguiera, pero al adoptar esa persona perdería la religión que había tenido anteriormente con su antigua familia.

El patrimonio era obtenido para el hijo mayor y este no podía dividir el patrimonio.

También nos habla de la “gens” donde e aquella que pertenece a las personas de generación en generación, es como un sobre nombre en donde pertenece varias personas.

La ciudad

La religión de la fratria, como la de la familia no se transmite como la de la sangre. Cada fratria o curia tenía un jefe, curion o fratriarca, cuya principal función era recibir los sacrificios, por más que en su origen caso tendría otras más extensas. La fratria tenía sus asamblea, su tribunal y facultad dictar decretos, la asociación continuo creciendo naturalmente y del mismo modo, agrupándose muchas curias o fratrias y formando una tribu.

Examinando las creencias más antiguas de los pueblos, hemos encontrado una religión que tenía por objeto los antepasados y como símbolo el hogar, siendo la que construyo la familia y estableció las primera leyes; pero esta raza tubo también en todas sus ramas otra religión, cuyas principales figuras fueron Zeus, Hera, Atenea, Juno, o sea, la religión del Olimpo helénico y del capitolio romano.de estas dos religiones, la primera tomaba sus dioses del alma humana; la segunda, de la naturaleza física, y el hombre de los primeros tiempos se encontraba constantemente en presencia de la naturaleza.

La tribu, así como la familia y la fratria, estaba constituida para ser un cuerpo independiente, puesto que tenía un culto especial de que se excluía a los extraños. Una vez formada, no podía admitirse en ella una nueva familia, ni dos tribus podían refundirse en una sola, porque la religión no lo permitía. La ciudad fue confederación de grupos constituidos antes que ella y la sociedad no se desarrollo si no a medida que la religión se fue ensanchando. La creencia es la que ejerce más poder sobre el alma y esta es obra de nuestra imaginación.

Ciudad y población no eran palabras sinónimas entre los antiguos, la ciudad era la asociación religiosa y política de las familias y tribus; la población era el sitio de reunión, el domicilio y sobre todo, el santuario de esta asociación.

El fundador era el hombre que celebraba el acto religioso sin el cual no podía existir una población, el que colocaba el hogar en el que debía arder eternamente el fuego sagrado, y el que con sus preces y ritos llamaba a los dioses y les hacia fijar para siempre su morada en la nueva población. Fácil era concebir el respeto que debía tributarse a aquel hombre sagrado.

Entre los antiguos, el culto era lo que formaba el lazo que unía toda sociedad. Así como el altar domestico tenia agrupados a su alrededor los miembros de una familia, la ciudad, a su vez, era la reunión de los que tenían los mismos dioses protectores, y celebraban los cantos religiosos en el mismo altar.

La principal ceremonia de culto en la ciudad fue también un banquete de igual naturaleza que debía celebrarse en común por todos los ciudadanos y en honor de la divinidades protectoras, el antiguo uso de los banquetes es muy común en las antiguas generaciones, todo lo que se había consagrado daba lugar a una fiesta. Una de las ceremonias más importante de la ciudad era la que tenía el

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