La cultura de diseño en México

La cultura de diseño en México

El Diseño como profesión en México existe hace poca más de cincuenta años. Un Diseñador Industrial es capaz de crear y desarrollar productos de consumo integrando diversas áreas de conocimiento del arte, ingeniería y antropología; además de habilidades estético-creativas que al ser relacionadas bajo un esquema de innovación, funcionalidad, tecnología y utilidad crean un producto que satisface necesidades y que resuelve problemas.

A continuación se planteará la situación actual de los profesionales del Diseño en México. Si bien, este ensayo se enfocará en los problemas u obstáculos de diseño en México, al mismo tiempo veremos que cada situación es un punto potencial de crecimiento para el desarrollo de productos y del país.

Una cultura esta formada por un conjunto de conocimientos y practicas que definen a un grupo. En las empresas de países como Estados Unidos y algunos países europeos, se ve marcada una cultura de innovación, investigación,desarrollo y diseño. Es una cultura en la que se logra crear una botella para un perfume o bebida que sea reconocida por todo el mundo, pero el núcleo de una cultura de diseño no sólo esta en la creación de productos estéticos y agradables, también está en el diseño funcional, innovador e integral de productos como coches, computadoras, electrodomésticos, mobiliario, aviones etc. Productos que destacan a nivel mundial como los que hacen marcas como Apple, Lamborghini, GE, 3M, Samsung, Vondom, Acme, etc.

¿Por qué en México no es así?, la cultura de diseño y desarrollo de producto en México es prácticamente inexistente, además de una evidente carencia de servicio al cliente, el cual llega a jugar un papel importante en algunos proyectos de diseño y desarrollo de productos. Es cierto que existen empresas en México haciendo diseño y desarrollando productos, pero generalmente son empresas extranjeras que maquilan sus productos en nuestro país, y aunque esto resulte bueno para México, es malo para el diseño, pues estas empresas tienen su proceso de diseño fuera de México, empresas como Henkel, Procter & Gamble, GE... o sólo tienen una cultura interna de lo que es el diseño como Panasonic, Whirpool, Bosch, etc. que desgraciadamente sólo adoptan rasgos de la cultura mexicana y los adaptan a los productos que venden dentro del país para ganar mercado.

En las empresas mexicanas se tiene esa “curiosidad” por hacer diseño, pero una vez inmersos en el proceso deciden dar por satisfecha esa curiosidad por la falta interés en invertir tiempo y capital en el desarrollo, construcción de un prototipo y realización de pruebas una vez pasada la etapa creativa o “artística” del diseño. En otras palabras, la gente cree que el diseño es sólo plasmar las ideas en papel o hacer que las cosas se vean “bonitas”. Parece que muchos clientes o empresas mexicanas simplemente no logran comprender la razón de las etapas de desarrollo y pruebas por las que tiene que pasar cualquier producto, con las que se pueden resolver problemas, mejorar características, proponer materiales y dimensiones con la finalidad de obtener un producto que cumpla sus funciones mas allá de lo requerido, que satisfaga las necesidades del cliente y usuario y que además sea estético.

A consecuencia de no invertir en diseño, vemos en el mercado muchos productos de muy baja calidad, mal diseñados, que no aportan un beneficio real para el usuario, para las empresas y menos para el país, sino que siguen contribuyendo a la idea de que México es un país dedicado sólo a la manufactura de productos simples, poco agradables estéticamente y a veces hasta de mala calidad.

A pesar de la inexistente cultura de diseño en México, siguen "naciendo" diseñadores, por lo cual surge la pregunta, ¿cuál es el destino de los diseñadores de México? Actualmente algunos, de los pocos despachos de diseño que existen en el país, junto con una gran cantidad de diseñadores que trabajan como freelance, se dedican a generar sus propios productos: muebles, joyería, artículos decorativos o cualquier tipo de accesorio, para luego venderlos a algunas tiendas que acepten vender el producto.

Ahora, ¿qué piensa una persona cuando entra al Museo Mexicano del Diseño sobre el diseño en México? En el MUMEDI exponen diseñadores mexicanos que son buenos y creativos pero, casi sin excepción, todos los productos son lo que nosotros llamamos "chucherías", en el sentido de que son productos que se compran por simple curiosidad y atracción sin sentido o, por la creencia errónea de que son “innovadores.”

No quiere decir que esto esté mal, es un buen paso para el diseño mexicano, pero es preocupante que los diseñadores se queden estancados en esa área, en donde no se ven productos diseñados para resolver una necesidad existente o emergente con producción y distribución masiva en todo el mundo. Se necesitan productos que, mas allá de decir que hay gente creativa en México puedan gritar a las empresas: "¡En México podemos diseñar su nuevo producto mundial!" o "¡Resolvemos las necesidades de tu empresa!", "¡Te ayudamos a mejorar tu producto!", "¡Invierte en el diseño y tendrás más utilidad!"

Para poder generar una cultura de diseño, antes de diseñar y desarrollar productos, es necesario enfrentar éste tipo de situaciones, que son muy graves para la supervivencia no sólo de los diseñadores sino también de todos aquellos productos que se deben reconocer por ser ¡buenos productos!. Cuando se logre difundir la profesión y que México esté enterado de qué es el diseño, entonces se debe crear y promover una cultura de diseño que haga entender a los empresarios que invertir en diseño es la mejor opción para crear más utilidad, ofreciendo productos de calidad que promuevan una mejor competencia, y se obtenga una satisfacción total por parte del cliente o consumidor.

Es muy ilógico creer que si en las empresas mexicanas no existe una cultura de diseño, aun así habrá una demanda por éste. Los usuarios se están conformando con lo que las empresas les ofrecen actualmente: un producto que funciona, pero se olvidan de ofrecer también un producto

que lleve a los usuarios y consumidores, mas allá de la simple satisfacción. Antes de la existencia del diseño industrial se podía justificar

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