NOTAS PRELIMINARES SOBRE BAYLE

NOTAS PRELIMINARES SOBRE BAYLE (NOV. 9, 2014)

I.- La vida de Pierre Bayle

Pierre Bayle nació en 1647, en Carla-le-Compte, en el actual departamento de Ariège, en el llamado “pays de Foix”. Era hijo de un ministro calvinista, que intervino en su formación inicial y su formación escolar, en la academia de Puylaurens, aunque cuidadosa, padeció de las condiciones de extrema pobreza de su familia. Junto a sus hermanos, Jacob y Joseph, aprendió a leer y escribir en la única academia del pueblo, además su padre continuó su educación, enseñándole latín y griego, así como diversos libros que se encontraban en su propia biblioteca y la de los amigos que se encontraban cerca. La modesta situación en la que se encontraba Jean Bayle, su padre, hizo imposible para él poder enviar a su hijo más joven a cursar estudios secundarios al menos hasta que Jacob finalizara sus estudios sobre teología.

Esa formación se llevó a cabo en dicha escuela que era de obediencia protestante hasta 1669 cuando, ya algo mayor, se trasladó a estudiar al Colegio Jesuita de Toulouse. En este lugar logró conocer aspectos básicos de la filosofía cartesiana gracias a sus maestros jesuitas. Aun así, el clima intelectual que se desarrollaba allí tendía a ser bastante hostil hacia la nueva forma de pensamiento obstaculizando de esta manera la formación de una base sólida cartesiana.

En un primer momento, su tránsito por la formación católica lo incitó a convertirse al catolicismo pero en poco tiempo,  (   ) decidió reconvertirse al protestantismo. La peculiaridad de esta oscilación de sus creencias religiosas sería un detalle casi curioso si no implicase, en aquel particularmente convulsionado siglo, que Bayle se transformó en un herético contumaz para los dos bandos enfrentados lo que le hacía candidato a ser acusado de herejía.

La solución más razonable fue su salida de Francia, hacia Ginebra, la cuna del calvinismo, a la edad de 23 años donde permaneció cuatro años en el Colegio Calvinista de esa ciudad para culminar sus estudios. Uno de los elementos decisivos de su estadía en esa ciudad fue su conocimiento de la obra de René Descartes. En Ginebra Bayle estrechará relaciones con Louis Tronchin y Jean-Robert Chouet. Las enseñanzas, tanto de Tronchin como de Chouet, ejercieron una gran influencia en Bayle en lo relativo a los usos de la física cartesiana dentro de la controversia protestante. Si bien Bayle reconocía la genialidad de autores como Gassendi, Leibniz y Spinoza serán dos cartesianos los cuales considerará como los grandes filósofos de la época, Malebranche y Descartes.

Retornará a Francia bajo un nombre falso (se cree que solía hacerse llamar Bèle), pasará un año como tutor privado en Rouen y París para luego, en 1675, transformarse en profesor de filosofía en el colegio protestante de Sedan. En esta ciudad el comenzara a profundizar sus lecturas sobre Malebranche y Spinoza, y comenzara a producir sus propios escritos.

Fue en Sedan donde Bayle tuvo su primer contacto con Pierre Jurieu, un teólogo calvinista el cual fue en un primer momento el mentor de Bayle y más tarde su más acérrimo crítico. Bayle y Jurieu tenían una relación tal que cuando el gobierno francés decidió cerrar la academia de Sedan en 1681, Bayle siguió a Jurieu a la Ecole Ilustre, una academia protestante que se encuentraba en Rotterdam.

Una de las razones del distanciamiento entre los dos personajes fue el rechazo de Bayle a un matrimonio arreglado con una joven cuya mano había sido ofrecida por la familia de Jurieu. Bayle mostró más interés en centrarse en su vida como erudito. Sin embargo, igualmente cabe la hipótesis de que también había razones intelectuales para la disputa.

Jurieu criticó duramente la publicación de Commentaire philosophique escrito por Bayle en 1687: un texto el cual aboga por la tolerancia religiosa. Más tarde, en 1690, Jurieu atacó el texto de  “Avis important aux refugiés sur leur prochain retour en France”, una publicación anónima de Bayle la cual consideraba profundamente anti protestante.

Jurieu vio el “Avis aux refugiés… » como una confirmacion del giro anti-protestante en el pensamiento de Bayle, y comenzó a denunciar públicamente al autor como hereje. Estas proclamaciones públicas de Jurieu, sin embargo, fueron desmentidas por la devoción de Bayle a la comunidad protestante de Rotterdam, evidencia biográfica parece apoyar el hecho de que Bayle se adhirió fielmente a la religión calvinista para el resto de su vida.

Sus años iniciales como profesor no durarán mucho. En 1681, dos años después que su amigo y mentor Arnauld hubiese de partir al exilio, Bayle verá como el colegio de Sedán es cerrado por el gobierno francés e, invitado por los notables de la ciudad, su destino será Rotterdam donde vivirá el resto de su vida. Hacia este destino partirán igualmente otros 400.000 hugonotes desterrados por Francia en siglo XVII. En esta ciudad será profesor de Filosofía e Historia de la nueva École Illustre que iniciaba sus actividades.

Un año después, en 1682, publicó su “Lettre sur la comète de 1680”^[1] que publicaría, de nuevo, de manera ampliada, en 1683, con el título de “Pensées diverses sur la comète de 1680”,^[2][3] su primera obra de cierta envergadura que se le reconoce. Así también, en 1686 publicó “Ce que c’est que la France toute catholique”, textos que se enfocaban en criticar y atacar a la teología y la practica católica.

En el mismo año, Bayle publicaría la “Critica General a la Historia del Calvinismo de M. Malbourg” en la cual toma la defensa de los calvinistas contra las acusaciones de un “sacerdote católico”. Tres años después, en 1685, Bayle publicará sus “Nuevas cartas por el autor de la Crítica General”. La publicación de la respuesta de Bayle a Malbourg trajo gran controversia, y si bien fue algo bien recibido entre protestantes e inclusive algunos católicos, provocó la ira de las autoridades. La quema del libro por el verdugo público de Paris, en 1683, no hizo más que aumentar las ventas. Las autoridades, al no poder capturar el autor de la Critica General, decidieron encarcelar a su único familiar Jacob, quien murió en la cárcel el 12 de noviembre de 1685.

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