Diagnóstico psicológico NOTA PRELIMINAR

Diagnóstico psicológico

NOTA PRELIMINAR

En la actualidad no se concibe el proceso del entrenamiento deportivo sin el mecanismo de control. El mismo permite al entrenador y al propio deportista determinar los niveles de desarrollo que poseen las diferentes capacidades motrices, la forma en que se asimilan las cargas, la efectividad de los métodos y medios seleccionados para el aprendizaje técnico táctico, el dominio alcanzado en aquellos fundamentos que son la base de la disciplina deportiva de que se trate y sobre todo, informar sobre las deficiencias que aún se confrontan y que se requiere superar para el logro de altos rendimientos.

Las actividades de control del entrenamiento forman parte de la labor cotidiana del entrenador, pero lamentablemente son muy pocos lo que tienen en cuenta que la esfera psicológica también pertenece a ello. ¿Cómo trabajar diariamente con equipos deportivos sin conocer el nivel de desarrollo de los motivos que mueven al deportista a asistir cada jornada a nuestras sesiones de entrenamiento? ¿Cómo no precisar si cada uno de los miembros del equipo posee adecuadamente desarrolladas las cualidades de voluntad requeridas en el deporte que entrena? Cuando un jugador realiza deficientemente un saque por zona en Voleibol, un tiro al aro en Baloncesto, un pase en Fútbol o Balonmano, un lanzamiento a una base en Beisbol, ¿sabemos cuáles son los componentes psicológicos que se encuentran en la base de la regulación de estas acciones y que pueden encontrarse pobremente desarrollados? ¿Acaso controlamos periódicamente el nivel de eficiencia que posee el deportista en sus percepciones de distancia, sus sensaciones motoras, la calidad de las imágenes de movimiento por el cual se guía para ejecutar sus acciones? Cuando en el juego varios de los miembros del equipo reaccionan tardíamente a atacantes o defensores del equipo contrario que se le acercan por detrás y por sus laterales ¿llevamos a cabo mediciones de visión periférica? ¿Cuántos entrenadores determinan periódicamente antes del inicio de una competición el tipo de tensión psíquica que presenta cada uno de sus deportistas, para poder regularla?

Son muchos los ejemplos que pudiéramos citar que demuestran la necesidad del control psicológico, ya que esta esfera en un componente importante del sistema de la preparación del deportista y no puede ser olvidada ni relegada a un segundo plano, si se desea obtener buenos resultados y al propio tiempo, es la base para la elaboración de un plan de preparación psicológica a tono con las necesidades del equipo.

Este libro está dirigido a entrenadores deportivos, que son los más interesados en dominar los procedimientos que le permitan detectar las posibles deficiencias que presenten sus deportistas en los diferentes aspectos psicológicos que determinan el éxito de sus acciones. Es por ello que lo que ofrecemos al lector son formas de diagnóstico sencillas, de fácil aplicación y al alcance de todos. Desde el entrenador con mayores recursos y financiamiento para sus labores, hasta el que posea medios mínimos para entrenar, podrá llevar a cabo cada uno de estos procedimientos, ya que en cada caso se han seleccionado los que con mayor facilidad pueden realizarse en la práctica, sin requerir para su ejecución, ni de aparatos de medición, ni de profundos conocimientos de la Psicología del Deporte para su evaluación e interpretación.

La aplicación de las técnicas de diagnóstico en esta esfera es requisito indispensable para la elaboración del  plan de preparación psicológica general, que persigue la educación y/o perfeccionamiento de todos los componentes psicológicos que se encuentran en la base de la regulación de las acciones en la Educación Física y el Deporte y no se concibe sin las mismas, si deseamos en realidad llevar a cabo un entrenamiento individualizado con los miembros del equipo con el cual laboramos.

CAPITULO 1

INTRODUCCIÓN AL DIAGNÓSTICO EN PSICOLOGÍA DEL DEPORTE

En el proceso de preparación del deportista, el entrenador organiza sus tareas, planifica las cargas de la mejor forma posible y comúnmente, se guía por los resultados que obtiene en los test pedagógicos que efectúa para controlar la efectividad de sus métodos y medios de enseñanza y la forma en que ellos se han traducido en fortalecimiento de capacidades motrices, dominio técnico, táctico y en valores concretos de rendimiento. A pesar de que el aumento o decrecimiento de la forma deportiva de los miembros de su equipo dependa en mucho de

• la motivación hacia el deporte y hacia el alto logro,
• la voluntad desplegada en cada sesión diaria,
• del control fino de los esfuerzos musculares conscientes,
• de la claridad y precisión con que se hayan establecido las huellas de los movimientos y su intencionalidad en la memoria,
• del desarrollo de sus percepciones espaciales, motoras y temporales,
• de la comprensión cabal de sus tareas (incluyendo las fases de los movimientos, sus momentos más importantes, la relación causa – efecto de los mismos, etc.),
• de la calidad de las relaciones interpersonales que se establezcan entre los miembros y que favorece la cohesión del equipo,
• del control de las tensiones psíquicas, que en exceso pueden influir negativamente en la conducta y los resultados de los deportistas, etc.

 La esfera de la preparación psicológica se deja por lo general como obra de la espontaneidad y dentro de éste, el control de los parámetros psíquicos es aún mas ajeno al contenido de las tareas del especialista en Cultura Física. Lamentablemente  no se tiene en cuenta en la actualidad la importancia de este tipo de diagnóstico y en muchos casos se ignora que constituye una imprescindible responsabilidad que es necesario enfrentar en el trabajo con deportistas, para poder comprender con mayor profundidad las esferas deficientes que presentan los mismos, como base para trazar estrategias de  desarrollo a través de tareas de intervención.

1. Etapas del trabajo psicológico con equipos deportivos

Cuando deseamos llevar a cabo la preparación psicológica con nuestro equipo, no comenzamos de inmediato a probar algunas tareas que conocemos y que a otros entrenadores le han dado resultado. Se requiere de una planeación en el trabajo, al igual que enfrentamos la tarea de confeccionar un plan de entrenamiento para el macrociclo de que se trate y este proceso consta de varias etapas, en las cuales se encuentran las tareas de diagnóstico. (Cuadro No. 1) Primeramente debemos aislar el o los problemas que confrontan nuestros deportistas en el cumplimiento de sus acciones. Posteriormente debemos analizar cuáles componentes psicológicos pueden estar involucrados y solo entonces es que nos disponemos a diagnosticarlos, a fin de poder determinar aquellos que presentan dificultades y que son los causantes del bajo rendimiento, la conducta motora inadecuada, etc.

                    Cuadro No. 1:  Etapas del trabajo psicológico con equipos deportivos.

[pic 1]

Pero como se observa en el cuadro anterior, es necesario comprobar si las tareas que hemos seleccionado están influyendo positivamente sobre el desarrollo de los componentes psicológicos y sobre la calidad de ejecución del deportista y para ello, en aras de no invertir tiempo en acciones de intervención que no solucionen nuestros problemas, debemos volver a realizar una etapa de diagnóstico, es decir, es necesario constatar la efectividad de nuestro plan de preparación psicológica general.

1. Sistema de la regulación psicológica de las acciones motrices

Para comprender la importancia del diagnóstico de los componentes psicológicos que permiten al deportista realizar con eficiencia sus movimientos en cualquier deporte, es imprescindible conocer de forma general el sistema de la regulación psicológica de las acciones motrices, a fin de poder reflexionar sobre aquellos procesos, cualidades, formaciones de la personalidad, estados, etc. que se encuentran en la base de una ejecución deficiente.

Como podemos observar en el Cuadro No. 2, la función básica del psiquismo es regular conducta del hombre y ello se produce de dos formas dialécticamente intervinculadas: a través de la regulación inductora, a la cual pertenecen todos aquellos componentes psicológicos que impulsan al deportista a llevar a cabo sus acciones y de la regulación ejecutora, que le permite “hacer” con éxito las mismas.

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