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Pensamientos


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2013  •  2.240 Palabras (9 Páginas)  •  230 Visitas

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LECTURA RECOMENDADA: “LA CAÍDA DE ICARO”

Dédalo fue el más ingenioso y solicitado de los constructores de artefactos de la antigua Grecia. A su famoso taller de Atenas acudían los más variados personajes en busca de soluciones para los problemas relacionados con su oficio.

Dédalo les diseñaba aparatos especiales para que su trabajo fuera más productivo, mas rápido y menos duro. Durante años no hubo quien lo igualara y su prestigio se extendió por todas las islas griegas.

Un día su hermana Poli casta le pidió que admitiera a su hijo Talos como aprendiz en el taller, Dédalo accedió y tomo a Talos bajo su mando. Pronto el joven se revelo como un inventor genial, su inteligencia era muy superior a la de Icaro, el hijo de Dédalo, lo cual avergonzó mucho al viejo. Las cosas empeoraron cuando Talos empezó a superar a su maestro y los atenienses se dieron cuenta de la genialidad de este muchacho de doce años que ya había inventado la sierra para los carpinteros, el torno para lo alfareros y el compás para los matemáticos, ingenieros y arquitectos.

Enloquecido por la envidia Dédalo mató a Talos.

Esto fue una gran tragedia para la ciudad de Atenas, pues al enterarse de lo sucedido, Poli casta también se quito la vida, Dédalo e Ícaro fueron expulsados de la ciudad y tuvieron que buscar refugio en la isla de Creta, donde el rey Minos los acogió y puso a Dédalo a trabajar para él.

Su primer gran encargo fue un laberinto para encerrar al minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro al que Minos le ofrendaba sacrificios. Dédalo construyo un complicadísimo laberinto del que no pudieron escapar ninguna de las victimas que Minos ofrendaba al minotauro, hasta que Teseo lo recorrió para salvar a su amada Ariadna y mató al monstruo. Enfurecido por el fracaso de Dédalo, Minos lo mando encarcelar junto con su hijo.

En su obsesión por escapar, Dédalo construyó dos pares de alas para él y para Ícaro, de manera que pudieran abandonar la isla por aire. Las alas estaban hechas de plumas sobre un armazón de cera. El día planeado para la huida Dédalo le pidió a Ícaro que fuera muy prudente, que no volara ni demasiado cerca del sol ni demasiado cerca del mar.

Las alas funcionaron muy bien y padre e hijo lograron escapar de Creta. Pero cuando se encontraban en alta mar, Ícaro quiso saber hasta donde podría elevarse con sus alas y tomó tanta altura que el sol derritió la cera que sostenía las plumas y el imprudente muchacho se precipito en el mar. Desconsolado, Dédalo comprendió que este era el precio que debía pagar por su soberbia y por sus crímenes.

Justicia

LECTURA RECOMENDADA: “EL CUERVO VANIDOSO”

Un día Júpiter decidió elegir un rey entre las aves, y ordeno que comparecieran todas ante él, para decidir cual era la más bella. Un cuervo poco agraciado y ciegamente vanidoso, se propuso alzarse con el título a como diera lugar. Lo primero que pensó fue en sacar de la competencia al os candidatos mas opcionados, como el papagayo, el pavo real, el guacamayo y el ave del paraíso. “si les robo los huevos de sus nidos el día de la elección, los mantendré ocupados buscándolos y no podrán asistir, eso es pensó, riéndose con su chillido característico.

Pasó varios días acechando los nidos de sus rivales, mientras diseñaba su plan. Cuando averiguó todo lo que necesitaba (las horas en que salían a buscar de comer, en que dormían o estaban jugando en las ramas de los árboles), puso patas y pico a la obra. Lo que no calculó fue que los huevos de estos pájaros eran muy grandes y ni siquiera podía levantarlos. ¿Que voy a hacer ahora? Graznó contrariado mientras picoteaba con rabia un puñado de plumas de papagayo, en cuyo nido se encontraba. “Ya sé – exclamó con un chillido de jubilo- ¡voy a robarme las mejores plumas de todos los nidos y me las voy a poner entre las mías¡ ¡así no puedo perder¡.

El día del concurso, Júpiter hizo desfilar a los pájaros, y al ver el espectacular atavío del cuervo lo declaró rey. Terriblemente enfadados al descubrir que el plumaje del granador era robado, los demás pájaros se lanzaron sobre él y le quitaron una a una las plumas con las que había pretendido engañar a todos. Júpiter, decepcionado, lo despojo de inmediato del título, no sin recalcarle que la justicia sé había impuesto y él mismo se había buscado lo que le acababa de pasar.

Fortaleza

LECTURA RECOMENDADA: “BALDER EL HERMOSO”

Entre los antiguos personajes de la mitología noruega, Balder el hermoso es especialmente recordado por las gentes de su pueblo. Cuenta la leyenda que no hubo un niño mas añorado y querido por todos, empezando por sus padres, Odin el rey de los dioses y su esposa la reina Frigg.

Era tal el amor que la tenían que su madre se empeño en hacer de él un ser inmortal, fuerte e invulnerable. Para ello habló con todas las cosas que existen en el mundo y les hizo prometer que no le harían jamás daño alguno a su hijo. Tempestades y volcanes, animales feroces y selvas, abismos y océanos, metales y minerales dieron a Frigg su palabra de respetar la juventud y la belleza de Balder y no dirigir por ningún motivo sus inmensos poderes contra él. Sólo una planta no fue tenida en cuenta por Frigg, la mas común y modesta de cuantas crecen en Noruega, un pequeño árbol silvestre sin nombre conocido que asomaba sus tímidas ramas por entre el follaje del bosque, confundido con la maleza y despreciado por todos.

La noticia que Balder el hermoso era inmortal e indestructible causa gran conmoción entre los dioses. Movidos por la curiosidad, todos acudieron al palacio de Odin para comprobar por sí mismos si era verdad que Balder era indestructible. Lo atacaron con piedras y cuchillos y flechas, lo encerraron con bestias feroces y hambrientas, lo abandonaron desnudo en medio de las más aterradores tempestades y nada le hizo el menor daño. Balder resistió como si nada estas mortales agresiones con una picara sonrisa en la cara, como si se tratara de un juego.

Embriagado por el triunfo y convencido de su inmortalidad, Balder el hermoso salió corriendo por el bosque que rodeaba el palacio de sus padres. en su loca carrera tropezó y sé hirió ligeramente un brazo con una de las ramas de la planta sin nombre. Un sueño profundo lo invadió desde ese momento y cayó al suelo inconsciente. Cuando lo encontraron estaba a punto de morir. Frigg, su madre, desesperada, le rogó al dios de la muerte que

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