Pepe Sierra

José María Sierra Sierra

José María Sierra Sierra, más conocido como Pepe Sierra, ha sido el mayor prestamista del Estado colombiano, además de ser uno de los más grandes empresarios en la historia del país; los presidentes Rafael Núñez, Miguel Antonio Caro, Carlos y Jorge Holguín, José Manuel Marroquín, Rafael Reyes, Ramón González Valencia y Carlos E. Restrepo estuvieron en su lista de clientes. Don Pepe Sierra, un hombre de origen humilde, nació en Girardota, Antioquia, en 1848, y desde muy joven comenzó a crear una de las fortunas más grandes del siglo XIX y principios del siglo XX.

Pepe Sierra nace en una familia endógena, pues sus padres son primos hermano, él fue el segundo hijo de la pareja. Su educación no sobrepasó el silabario, la suma y la resta. Pepe Sierra trabajó duro en el campo criando ganado, sembrando caña y produciendo panela, y a los 14 años tuvo su primera parcela (entregada por su padre, Evaristo Sierra), en la cual araba, era arriero y además vendía panela y papa en diferentes sitios para obtener su máxima ganancia. También tenía gallos de pelea, para las apuestas, y bueyes, para trabajo en la parcela y venta; estos lo ayudaron a obtener más dinero, con lo cual se apoderó de las parcelas de sus hermanos. Más adelante, a los 20 años, se casa con Zoraida Cadavid (ahijada de su tío Jorge Cadavid) con la cual tiene cuatro hijos. A la edad de 28 años, es dueño de varias haciendas desde Itagüí hasta Barbosa en el departamento de Antioquia, en donde gracias a la construcción de una instalación hidráulica que le permitió aumentar su producción de 3 a 20 cargas diarias de panela, controlaba los precios de la panela, la vara y podía permitirse comprar cuanto lote le ofrecían, al punto de fijar él mismo el precio de la tierra.

“Los recursos obtenidos con el negocio agrícola le permitieron entrar en una actividad mucho más lucrativa, y de paso empezar a financiar a los pobres gobiernos de la época. El remate de las rentas. En ese entonces, el gobierno subastaba las rentas de licores, degüello de ganado, cuero y sal para obtener por anticipado recursos que le permitieran operar, y en este negocio se destacó como nadie. Incluso, llegó a manejar el monopolio del hielo en Panamá y de la sal marina en Antioquia. Don Pepe le imprimió todas sus energías a este negocio y nunca dejó nada a la casualidad. Escogía calculadamente las rentas con que se iba a quedar. Hacía un estudio de la capacidad de consumo del municipio, su número de habitantes, las empresas de importancia y todos aquellos datos que le permitieran proyectar las ventas en la región. Incluso, llegó a organizar fiestas para incrementar el consumo de licor”.

En 1886 se fue a vivir a Medellín, en donde fundó varias sociedad dedicadas a la administración de rentas, pero la más importante de estas fue “La Cuarta Compañía”, dedicada a la cría de

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