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¿Pepe Sierra empresario o especulador?


Enviado por   •  4 de Agosto de 2019  •  Ensayos  •  2.020 Palabras (9 Páginas)  •  225 Visitas

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¿Pepe Sierra empresario o especulador?

Por Alejandro Chamorro

La situación del país y el poder económico que a lo largo de su vida fue adquiriendo José María Sierra lo transformaron de empresario, a cazador de negocios y de rentas en complicidad con los gobiernos de turno.

José María Sierra, más conocido como don Pepe Sierra nació en 1848 en Girardota, población situada al norte de Medellín, famosa por sus trapiches, el aguardiente, los gallos de pelea y el santuario del Señor Caído. Fue en Girardota, donde sus padres Evaristo Sierra Gaviria y Gabriela Sierra Cadavid (primos hermanos), se dedicaron al campo y, en particular, al cultivo de caña de azúcar y a la producción de panela. En sus parcelas formaron a sus diez hijos, entre los que, posteriormente repartieron las tierras para que las trabajaran independientemente. Pepe Sierra se caracterizó por su trabajo fuerte y constante. A los catorce años tuvo su primera parcela. La araba de día y en las noches de luna. Sábados y domingos era arriero; subía panela a San Pedro, porque en tierra fría la pagaban mejor, y bajaba papa a Girardota y Copacabana. No recibió educación formal alguna lo que no impidió que se volviera una persona metódica en el manejo de sus bienes y en las decisiones que tomó en el transcurso de su vida, lo que lo llevo a amasar tal vez una de las más grandes fortunas en la historia de Colombia. Pepe Sierra se casó el 5 de octubre de 1868 con Zoraida Cadavid Sierra quien era ahijada y pariente de su tío Jorge Cadavid. (Mejía Quijano, 2011).

El hombre más rico de Colombia vivía de manera sencilla: nada de lujos; su fama de mujeriego iba acompañada por la de egoísta y tacaño; consideraba el ahorro como el valor fundamental. Cuando arribó a las altas esferas bogotanas, no cambió en lo más mínimo su forma de vida ni la de su familia. Las residencias en Medellín y Bogotá eran austeras y dispuestas más para tratar negocios que para ostentar. En los negocios, era implacable; su rigidez y fingido desinterés no tenían consideración: el cliente era un enemigo al que siempre había que ganarle.

 Pepe Sierra murió en 1921 en su casa de la plazuela de San Ignacio de Medellín y la fortuna que creó, a pesar de las múltiples subdivisiones, sigue siendo sólida. Su nombre es recordado como uno de los hombres más ricos en la historia del país. La repartición de sus bienes sólo fue posible después de casi diez años de su muerte ya que las notarías de Bogotá y Medellín se pelearon para ver quién administraba el manejo de esta sucesión. Su vida y obra son temas de trabajo de los especialistas, como que resulta básico para comprender muchos aspectos de la historia empresarial del país. (Mejia Quijano, 2011)

Según su nieto y biógrafo Bernardo Jaramillo Sierra (Medellín: Bedout, 1947), inició la acumulación de fortuna en la juventud, trabajando duro en el campo en la cría de ganado, siembra de caña, fabricación de panela y la arriería: a través de la cuál vendía sus productos en los municipios aledaños a Girardota, fueron los primeros pasos en la acumulación de su fortuna; la consolidó en la madurez con el remate de las rentas; y finalmente la invirtió en bienes raíces. Varias de sus propiedades las conformó a través de la adhesión de tierras adquiridas a los vecinos, iniciando con sus propios hermanos, con quienes negoció sus derechos cuando estaban en apuros financieros. Llego a poseer tantas propiedades que hasta se decía que no las conocía todas. (Mejía Quijano, 2011).

Teniendo en cuenta la definición de Eugenio Torres en su libro Funciones empresariales, cambios institucionales y desarrollo económico en donde afirma que la introducción de un nuevo método de producción es una manifestación de la innovación podemos decir basándonos en este autor que don Pepe Sierra fue innovador en el campo del cultivo de caña y la producción de panela. “A medida que perfeccionó los métodos de producción con la introducción del trapiche hidráulico, los rendimientos en este negocio crecieron y los fue invirtiendo en tierras en otros departamentos del país como Cundinamarca, Cauca, Santander, Boyacá y Tolima. Sus hermanos Lorenzo y Apolinar fueron sus socios, el primero le ayudaba con las tierras en Antioquia y Cundinamarca el otro con las de Cauca. Era un gran aficionado a las peleas de gallos, pero su mayor afición fue la consecución de tierras razón por la cual un estudioso extranjero lo denominara como el “mayor especulador colombiano en propiedad raíz”. (Dávila, El negociante campesino millonario: José María Pepe Sierra (1846-1921), 2012, pág. 173) y es por esta especulación que basados en lo que dice Carlos Dávila acerca de las funciones del empresario que  podemos clasificar la actividad empresarial de don Pepe como improductiva. “La concentración de la propiedad rural y las consiguientes rentas monopólicas de la tierra han generado una agricultura no competitiva, con limitaciones en sus articulaciones con sistemas ineficientes de procesamiento agroindustrial y comercialización.” (Dávila, La poseción de la tierra: elemento de disputa omnipresente durante siglo y medio, 2012)

Estas tierras pudo obtenerlas gracias a los dineros conseguidos en los remates y es aquí en donde encontramos tal vez la característica más predominante y duradera que tuvo don Pepe a lo largo de su vida, el estar alerta a las oportunidades, los remates de rentas (aguardiente, degüello de ganado y tabaco) fueron su especialidad. A ellos se dedicó en gran medida Pepe Sierra, además aprovechando esta actividad conjugó dos de sus negocios más importantes: la producción de caña azucarera con el aguardiente y la cría y comercialización de ganado con el degüello. A esto le sumó la renta de tabaco que, junto con el aguardiente, representaba una de las más importantes fuentes de ingreso para el Gobierno y, por lo tanto, para los intermediarios como don Pepe.

Este negocio (el de las rentas) podría decirse que transformo al empresario en un negociante al adquirir en 1877 el derecho a comercializar el tabaco y más adelante la licencia de rentas de licores y degüello. Eran negocios en los que se minimizaba la incertidumbre y el riesgo y es junto con el negocio de la propiedad raíz donde encuentra seguridad para sus inversiones. Para administrar las rentas, Sierra formó diferentes sociedades con sus hermanos, con particulares y en otras ocasiones actúo solo. En épocas de remate Pepe Sierra terminaba como protagonista y eje del negocio de remates, tomando en su nombre el mayor número de acciones. Se inventó los “subremates” para de esta forma eliminar rivales, pagaba a personas para que participaran en los remates y después se quedaba con todos y así engañaba al gobierno con esta maniobra. Aunque en las rentas de Medellín y Puerto Berrio eran intocables y siempre quedaban desde el principio en sus manos. (Mejía Quijano, 2011)

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