Van Gogh: Obra y Personalidad

UNA EXISTENCIA ATORMENTADA:

Hijo de un pastor protestante y sobrino de ricos comerciantes de cuadros, Van Gogh nació en marzo de 1953 en Groot Zundert (Holanda). Dejó el colegio para entrar, gracias al interés de su tío paterno, como empleado en la sucursal de La Haya de la compañía Goupil, especializada en el mercado del arte contemporáneo. En 1873 fue trasladado a la sucursal de Londres donde se enamoró de la hija de su casera, Ursule Loyer, aunque fue rechazada su petición de matrimonio. Para tratar de ayudarle a superar la profunda depresión en la que había caído, su tío le consiguió el traslado a París en 1875, pero al año siguiente fue despedido por incompetente. Regresó al hogar paterno, en Etten, para volver poco después (abril 1876) a Gran Bretaña como profesor de inglés en un colegio privado de Ramsgate, para ser luego ayudante de un pastor metodista en Isleworth (Middlesex). La continua lectura de la Biblia y el conocimiento de las difíciles condiciones en que vivían los obreros fueron orientándole hacia una visión mística de la vida.

En 1877 aceptó un empleo de librero en Dordreht, cerca de Rótterdam, aunque siguió obsesionado con la idea de hacerse pastor. Para ello fue a Amsterdam a seguir cursos de latín y griego para ser admitido en la universidad local, lo que no consiguió; más tarde siguió un curso de un trimestre en una escuela de evangelistas de Bruselas, al cabo del cual no se le consideró idóneo debido a su carácter impulsivo y rebelde. Gracias a la ayuda de su padre se trasladó, en diciembre de 1878, a Paturages donde enseñó las Sagradas Escrituras y ayudó a los enfermos y a los pobres. Este contacto con la realidad le hizo perder la fe y comenzó a dibujar. Durante este periodo de angustia y soledad escribió largas cartas a su hermano menor Théo. Éste le ofreció ayuda económica y le animó a perseverar en el arte. En octubre de 1880, Van Gogh se intaló en Bruselas y se matriculó en la academia de bellas artes, en la cual estudió con especial atención a Millet, pintor de vida humilde del campo. Luego volvió a Teten, pero su carácter intratable hacía difícil la vida en la casa paterna, más aún cuando aquel verano se enamoró de su prima Kate, siete años mayor que él, quien acabó por retirarse a La Haya. En otoño de 1881, cuando Kate regresó a Amsterdam, Van Gogh intentó verla por última vez, pero ella se negó.

A comienzos de 1882 se instaló en La Haya, donde hizo numerosos dibujos. Allí conoció a una prostituta, Clasina Maria Hoornik, conocida como Sien, cuya miseria le conmovió; vivió con ella y con sus hijos, e incluso tuvo la intención de contraer matrimonio, lo que provocó la foribunda reacción de sus padres.

NUENEN, AMBERES Y PARÍS: LOS PRIMEROS CUADROS.

Van Gogh dejó a Sien tras un año de convivencia y se estableció en Drenthe, en el norte de París, y más tarde en Nuenen, adonde había sido trasladado su padre. Éste falleció en 1885, año en que Van Gogh pintó su primera obra importante, Comiendo patatas, síntesis del uso expresionista de los tonos oscuros propio de esta primera época. Consciente de las insuficiencias de su técnica, a fines de 1885 se inscribió en una academia y en una escuela privada de dibujo de Amberes, ciudad donde quedó hondamente impresionado por los brillantes colores de Rubens y donde descubrió las estampas japonesas. Falto de dinero e incapaz de amoldarse, una vez más, a la disciplina pedagógica, en febrero de 1886 se reunió en París con Théo, que dirigía una pequeña galería de arte en el boulevard Montmartre.

Durante los dos años de su estancia parisiense, Van Gogh entró en contacto con toda la riqueza de la pintura impresionista: trabajó en el estudio de Cormon, donde encontró a Touluse-Lautrec, Émile Bernard, Picasso y Signac, determinantes en su adopción de la luz y los colores impresionistas.

Entre 1886 y 1887 conoció a Gaugin, quien le confirmó su creencia de que ‘el color expresa algo por sí mismo’, iniciándose entre ambos artistas una fructífera aunque tormentosa amistad. En este periodo, la paleta del artista fue aclarándose, tal como se puso de manifiesto en sus aproximadamente doscientos lienzos, de factura cada vez más libre, de composiciones florales, vistas de París (algunas pintadas desde su ventana de Montmartre), y numerosos autorretratos. Van Gogh empezó a exponer sus cuadros en la tienda de Tanguy y en el Tambourin, un cabaret del boulevard de Clichy. Al mismo tiempo descubrió la técnica puntillista y divisionista de Seurat y Signat, aunque no acabó de convencerle . Los que le conocieron aludieron a su naturaleza excesivamente irritable.

ARLES: EL SOL DE PROVENZA.

En febrero de 1888, Van Gogh deja París porque tenía problemas con el alcohol, y fue a Arles con la esperanza de encontrar un clima más benigno y una vida menos cara. Estimulado por el paisaje y la luz de Provenza, pintó algunas de sus obras maestras, siendo los temas predilectos los frutales en flor (Campo de melocotones en flor, 1888), ciertos puentes levadizos (El puente de Langlois, 1888) y la luz del sol bañando las casa, los campos, las naturalezas muertas e incluso los retratos (La siega, El campesino, 1888;

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