EL ZOO HUMANO

EL ZOO HUMANO

Desmond Morris

En esta obra, Desmond Morris compara el comportamiento de los animales en cautiverio con el del ser humano, señala que no es lo mismo encontrarse en su “hábitat natural” que detrás de una reja, cosa que pasa con los seres humanos que siembre hemos vivido en tribus, el cambio de comportamiento se da cuando migramos de las pequeñas tribus a la gran tribu, siendo esta ultima las grandes ciudades, a diferencia de las pequeñas en las que todos nos conocemos, en la gran ciudad todos somos unos extraños.

En condiciones normales, los animales salvajes no se mutilan a sí mismos no atacan a sus crias, no tienen colitis o gastritis, no forman parejas homosexuales ni se divorcian, ni cometen homicidios, todo esto ocurre en los habitantes de las grandes ciudades pareciendo así que entre los humanos y los animales hay una diferencia abismal, pero… también los animales observan este tipo de conductas en condiciones antinaturales como lo es el cautiverio que padecen dentro de los zoológicos concluyendo entonces el autor que la ciudad no es una jungla de asfalto, sino un zoológico humano.

Encontramos en este libro una descripción y análisis de las sociedades humanas y de la forma en que estas se comportan, ya que mientras mas luchamos por alejarnos de nuestros orígenes animales, nuestro comportamiento nos lleva cada vez mas al fondo de dicho hueco.

Habla también de cómo el ejercicio sexual tiene consecuencias claras en la identidad personal y desencadena una serie de comportamientos habituales, lo asemejo a la diferencia de “zoológicos” por decirlo de alguna manera, como el sexo se ve desde diversas culturas, así como en México sigue siendo un tema “tabu” en donde hace 30 años la virginidad era lo mas valioso que una mujer poseía y ahora, como dicen mis papas “les estorba”, en otras culturas como la estadounidense, a nadie le importa siendo hombre o mujer, cuantas parejas sexuales has tenido.

Desmond Morris, describe categorías de sexo y en cada una hace claro un posible ciclo antinatural, la mas común de las formas es el supersexo o sexo de estatus ritual que va dirigido a la dominación y sumisión, en la cual las mujeres cumplen con la segunda en su mayoría y los hombres con la primera, de ahí se denota como incluso en las relaciones homosexuales, existe quien funge con el papel dominante y quien es el sumiso.

Lo anterior trae como consecuencia un desplazamiento del ego sexual, entre mas intensa es la necesidad de autoafirmarse a través del sexo, las medidas tomadas para lograrlo pueden ser desesperantes y en la mayoría de los casos innecesarios. Las variantes sexuales que bajo su medida, recompensan la apetencia sexual son mas bien la consecuencia de la presión de estatus que exige y pera en nuestra sociedad. De este modo un individuo con necesidad de estatus, fácilmente caerá en el sadismo donde el estímulo sexual se desencadena en la ansia de poder y dominación.

Es así como al crecer las civilizaciones fue aumentando también la arrogancia del hombre. Cerro los ojos al hecho de que el tenia la misma naturaleza que cualquier otra especie. Con el paso del tiempo el afán de desarrollo, de bienestar y en otros casos la avaricia y las ganas de poder de algunos, han generado dominios, desigualdades y abusos.

En nuestro incansable progreso social, hemos liberado nuestros poderosos impulsos exploradores e inventivos, no hay en ellos nada artificial ni antinatural. Ellos nos suministran nuestra gran fuerza, así como nuestra gran debilidad, mostrando asi nuestra el creciente precio que tenemos que pagar por satisfacerlos y los ingeniosos métodos que

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