APLICACIÓN PROBATORIA DE LA ODOROLOGÍA FORENSE (EL PERITAJE DEL OLOR CORPORAL)"

“APLICACIÓN PROBATORIA DE LA ODOROLOGÍA FORENSE

(EL PERITAJE DEL OLOR CORPORAL)”

JUAN DAVID VÉLEZ SUAZA

TECNOLÓGICO DE ANTIOQUIA - INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA

FACULTAD DE INVESTIGACIÓN JUDICIAL, FORENSES Y SALUD

INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES

REGIONAL NOR-OCCIDENTE (MEDELLÍN)

MEDELLIN, COLOMBIA

2014

TABLA DE CONTENIDO

Página.

1 Antecedentes________________________________________________________________3

2 Definición del problema_______________________________________________________4

3 Justificación_______________________________________________________________5-6

4 Objetivo____________________________________________________________________7

4.1 Objetivo general__________________________________________________________7

4.2 Objetivos específicos______________________________________________________7

5 Marco teórico________________________________________________________________8

5.1 Definición_______________________________________________________________8

5.2 El Olor Humano_________________________________________________________8-9

5.3 La Huella Olorosa______________________________________________________9-10

5.4 El Odorotipo_________________________________________________________10-11

5.5 Metodología Pericial______________________________________________________11

5.5.1 Técnica de Recolección Básica_______________________________________11-12

5.5.2 Pistola de extracción de huellas olorosas STU-100___________________________12

5.5.3 Banco de Olores______________________________________________________13

5.5.4 La Nariz Electrónica________________________________________________13-14

5.5.5 Cromatografía de Gases acoplada a la Espectrometría de Masas (GC-MS)________14

5.5.6 Técnica de Cotejo Canina____________________________________________14-17

5.5.7 Factores influyentes para la pericia Odorologica_____________________________17

5.6 El Olfato del Perro (Canis Lupus Familiari)_________________________________17-18

5.7 Entrenamiento Canino__________________________________________________18-19

5.8 Nociones Jurídicas_____________________________________________________19-20

6 Anexos_________________________________________________________________21-25

7 Bibliografía______________________________________________________________26-29

1 ANTECEDENTES

La primera vez que se utilizó canes en investigaciones delictivas fue iniciática del criminalista Austriaco Hans Gross en 1896, resultando en la implementación de 12 perros entrenados para el trabajo policiaco en la ciudad de Guildesgueim, Austria. (Posada Jeanjacques)

La odorología forense dio sus inicios entre los años 1964-1965, el método comenzó a ser introducido en el trabajo investigativo de los órganos de la Milicia de la República Socialista Federativa de Rusia (Odorologia, 2014); el primer laboratorio de odorología forense fue instalado en la URSS de 1976 realizando así los primeros experimentos con olores en conserva, se usaban canes entrenados para determinar la fuentes de huellas de olor, las cuales se conservaban y recolectaban con ayuda de jeringuillas y preservadas en recipientes fabricados de polietileno.

Esta idea de los criminalistas soviéticos de recolectar, conservar e identificar los olores de las personas fue tomada por los criminalistas del Ministerio del Interior de la antigua República Democrática Alemana los cuales expusieron sus avances en el Simposio Internacional de Criminalística de Alemania en el año 1972, y elaborada definitivamente de forma sistemática por el cuerpo de la Policía Alemana en el mismo año, a partir de allí fue adoptada por todos los países socialistas Europeos de la época. (La Odorología: Peritaje Del Olor, 2011)

En la década de los 70, Cuba comienzan a desarrollar conocimientos sobre la identificación de olores humanos con los cursos de preparación de especialistas en los países del este de Europa, originando los primeros conceptos, principios y fundamentos teorico-practicos con la visión de introducirlo en la práctica pericial de su cuerpo policial. En 1991 se hacen las primeras pruebas de campo en la novena unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (Arroyo Naranjo), obteniéndose los primeros resultados, decidiéndose extender la técnica a Ciudad de La Habana y, posteriormente en 1993, al resto del país. (Hernandez de la Torre, 2003) Además de Cuba como pionero en la Odorología Forense, Holanda, Polonia, Alemania, Hungría, República Checa, Argentina, Finlandia, Bélgica, China también la tienen implementada en sus labores investigativas forenses; países como Estados Unidos, España, México, Suecia y Dinamarca la practican parcialmente, o están en vía de acoplarla a su normatividad penal. (Miguez Cruz, 2014)

2 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

La escena del crimen siempre tendrá elementos de valiosa información, sin embargo, por la naturaleza del hombre no se logra percibir variedad de rastros y elementos los cuales portando gran valor y se desperdician en el camino a conocer la verdad de los hechos.

A consideración propia, a la llegada de una escena del crimen se debe lograr obtener todo elemento de cualquier dimensión, incluso aquellos no perceptibles para el hombre. La ausencia de eficientes técnicas en la investigación es uno de los mayores causantes del fracaso en esta, llevando así a la impunidad quienes realmente han obrado delictivamente.

Siempre son frecuentes rastros y huellas que demandan particulares técnicas y conocimientos que logren hallar, recolectar, fijar, e identificar la gran gama de dichos elementos; es así que emerge la necesidad de métodos en la investigación criminal y pruebas forenses que abarquen la mayoría de ciencias y disciplinas posibles.

El actuar delictual es dinámico y evolucionante, incluso con las avanzadas tecnologías de nuestra Policía Judicial, los criminales siempre van un paso adelante; como evidencia las nuevas técnicas y métodos de delinquir que surgen en el día a día y que son desconocidas.

A ejemplo y como tema de desarrollo en el presente trabajo, surge la necesidad de incorporar lo pertinente para el debido análisis de las huellas de olor humanas en el desarrollo de una investigación, ya sea que su fin logre ser como elemento probatorio en el marco de un proceso penal, o como un criterio de investigación judicial.

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