Odorologia Forense
valdes55513 de Noviembre de 2013
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TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCION
1. GENERALIDADES DE LA CIENCIA CRIMINALISTICA……………………………………………………
2. LA TECNICA CRIMINALISTICA…………………………………………………………………………………..
3. ODOROLOGIA, NOCIONES GENERALES……………………………………………………………………
4. RESEÑA HISTORICA DEL SURGIMIENTO Y DESARROLLO CINTIFICO PRACTICO…………………………………………………………………………………………………………………..
5. PRINCIPIOS GENERALES Y BASAMENTO CIENTIFICO……………………………………………….
5.1 LAS SECRECIONES SUDORIPARAS Y SEBACEAS EN LA FORMACION DE LA HUELLA OLOROSA……………………………………………………………………………………………………………………
5.2 FORMACION DEL OLOR HUMANO………………………………………………………………………..
5.3 COMPOSICION DEL ODOROTIPO…………………………………………………………………………..
6. ESPECIALIDAD DE ODOROLOGIA FORENSE……………………………………………………………..
6.1 FACTORES QUE AYUDAN A LA OBTENCION DE LA HUELLA……………………………………
6.2 FACTORES QUE INCIDEN NEGATIVAMENTE EN LA TOMA DE HUELLAS…………………………………………………………………………………………………………………….
6.3 TOMA DE MUESTRAS DE ODOROTIPO………………………………………………………………….
7. FISIOLOGIA OLFATIVA CANINA Y TEORIA DEL OLOR………………………………………………..
7.1 ANATOMIA Y FISIOLOGIA OLFATIVA DEL PERRO…………………………………………………..
7.2 ALGUNAS POSIBILIDADES DEL OLFATO CANINO…………………………………………………..
7.3 TECNICA CANINA………………………………………………………………………………………………….
8. PRUEBA PERICIAL ODOROLOGICA. FUNDAMENTACION JURIDICA Y LEGAL…………….
8.1 FUNDAMENTOS GENERALES SOBRE LA ACTIVIDAD PROBATORIA………………………………………………………………………………………………………………
8.2 LA PRUEBA PERICIAL EN EL PROCESO PENAL………………..........................................
8.3 LA HUELLA OLOROSA COMO FUENTE DE PRUEBA…………………………………………………
8.4 SU APLICACIÓN EN EL AMBITO INTERNACIONAL Y DERECHO COMPARADO……………………………………………………………………………………………………………..
9. UNIDAD DE INVESTIGACION ODORLOGICA……………………………………………………………..
9.1 RECURSOS……………………………………………………………………………………………………………..
9.2 DEPENDENCIAS MINIMAS………………………………………………………………………………………
10. CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………
11. GLOSARIO………………………………………………………………………………………………………………
12. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………………………………………
INTRODUCCION
Según la definición del Diccionario Cervantes de la Lengua Española, “olor”, es una sensación o impresión que en el olfato producen los efluvios o emanaciones de los cuerpos. Y que los “cuerpos” emiten olores, no es novedad. Lo que sí es novedoso es el uso de los olores para identificar personas. Aunque, pensándolo bien, tampoco es tan sorprendente: quien duda que un perro reconoce a su amo valiéndose de su olfato, aun cuando no pueda ni verlo ni oírlo? Evidentemente, las personas tenemos un olor que nos caracteriza aunque no sea percibible por el resto de las personas (aunque, a veces, si lo es). Tenemos una “huella olorosa”. Y si, esta huella fuera específica de cada persona (tal como las huellas digitales), podría ser identificatoria. Tal es el postulado de la odorologia forense que, plantea el uso de esta huella olorosa como método de identificación de personas vinculadas con hechos delictivos. Esta hipótesis está respaldada por diversos estudios científicos que han permitido determinar los componentes del olor de las personas y que cada persona emana un olor propio que viene determinado por la composición cualicuantitativa de estos componentes. La hipótesis siguiente plantea, que esta composición es única, específica e irrepetible. Esta segunda hipótesis no cuenta con tanto respaldo y es discutida por algunos sectores que no ven en la huella olorosa un medio fiable para identificar personas. Lo cierto es que el olor de una persona se compone de diversos productos de fermentación de la piel (por acción de la flora bacteriana normalmente presente sobre ella) como ácidos grasos volátiles, aminoácidos y otras sustancias de excreción y secreción que se forman por la propia actividad metabólica del individuo. A esto se suman otros olores provenientes de la alimentación, cosméticos, medicamentos y del entorno donde la persona habita. Los partidarios de la odorología sostienen que esta mezcla de sustancias forma un complejo que es único de cada persona e irrepetible que, por tanto, tiene carácter individualizante e identifica a la persona. Esto es, a nivel teórico, el postulado de la Odorologia Forense cuenta con cierto respaldo científico que parecería avalar su empleo como técnica identificatoria o, al menos, dejar planteada la necesidad de profundizar los estudios.
Los defensores de la Odorología Forense incluyen dentro del área de incumbencia de esta disciplina tanto el estudio del mecanismo de formación de la huella olorosa como de los medios y métodos empleados para su captación, conservación y posterior comparación con las impresiones olorosas de los individuos relacionados con el caso bajo investigación. El desarrollo de esta disciplina es aún incipiente y presenta grandes desafíos de aplicación por las dificultades para la captación de la muestra y para su empleo en una identificación asertiva con un margen de error compatible con las técnicas probatorias. Sin embargo, varias líneas de investigación científica se encuentran en desarrollo con el objetivo no sólo de avanzar en el entendimiento de la formación de la huella olorosa sino también en el desarrollo de equipamiento que permita la aplicación de la disciplina con validez jurídica. Porque, seamos sinceros, una cosa es admitir la existencia de la huella olorosa propia y otra muy distinta poder contar con “narices”, objetivas e infalibles, para la captación de estas huellas y tener disponible un “banco de olores” para su posterior comparación e identificación. Esta disciplina plantea ahora un desafío tecnológico: el desarrollo de equipamiento para la captación de olores, para su almacenamiento, evitando dispersión o contaminación, y para poder comparar muestras e identificar aquellas que sean iguales con un grado de precisión adecuada.
Cuba es uno de los países donde más avanzado esta el desarrollo de la odorología forense. Los criminalistas cubanos han comprobado que el olor en las diferentes partes del cuerpo de un individuo es el mismo y que incluso perdura después de su muerte.
1 .Generalidades de la Ciencia Criminalística.
La ciencia Criminalística contribuye al esclarecimiento de los delitos sin perder de vista que, ante todo, se deben observar las exigencias planteadas por la Ley de Procedimiento Penal.
Está comprobada la utilidad de las huellas y evidencias en los diferentes aspectos de la investigación criminal y todos los factores encargados del cumplimiento de la Ley recurren, cada vez más, a los resultados de Laboratorios de Criminalística para conseguir elementos difíciles de obtener por otros medios. A medida que progresa la investigación científico-criminalística, aumenta la importancia y el uso de las huellas, evidencias y muestras en la investigación de los hechos delictivos.
Prácticamente cualquier cosa puede convertirse en una evidencia. Puede ser tan insignificante como una partícula de polvo o tan grande como la caldera de un ingenio azucarero. Puede asumir la forma de un gas o de un líquido, o bien puede tratarse de un patrón muy simple o abarcar miles de páginas de documentos.
El principio básico para examinar las huellas y evidencias es bastante simple. Siempre que alguien abandona un lugar, se lleva algo consigo y a la vez deja algo suyo. Corresponde al perito criminalista examinar aquello que quedó en el lugar del suceso, formular una hipótesis acerca de su procedencia y a quién pudo pertenecer.
La Criminalística representa una herramienta indispensable que contribuye a establecer la objetividad necesaria en la ejecución de los dictámenes periciales, por
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