Alimentos ácidos Y Alcalinos
anyaberzerk24 de Junio de 2013
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Alimentos ácidos y alcalinos
El pH (acidez-alcalinidad) es uno de los temas que más abandonado tienen los sanitaristas tradicionales, incluidos los nutricionistas que elaboran la famosa y globalizada Pirámide Alimenticia. No basta con decir que hay que comer más frutas, verduras y vegetales. Hay que explicarle a la gente, incluidos los padres, profesores y niños, qué son los alimentos alcalinos y qué significa el término alcalinidad en el organismo de una persona. Si <<todas las enfermedades son ácidas y donde hay alcalinidad y oxígeno no pueden existir ni la enfermedad, ni el cáncer>>, como lo demostró el Premio Nobel Otto Warbürg, ya sería hora que las autoridades sanitarias racionalicen y averigüen porqué la inmensa mayoría de los ciudadanos están gordos y enfermos.
Los nutricionistas y sanitaristas, por ignorancia de los principios fundamentales de la fisiología descubiertos por Warbürg, aplican principios que consideran fundamentales cuando, en realidad, son contrarios a los más elementales principios de la nutrición orgánica. Estos profesionales recomiendan la leche y sus lácteos, que son ácidos, como fuentes fundamentales de Ca+ para niños de más de 4 años, adolescentes y viejos, especialmente para las damas menopáusicas. Pareciera que los médicos nunca se ha preguntado: ? de dónde sacan las vacas el calcio?. Vacas que solo comen vegetales y no beben leche. A las damas que padecen de osteoporosis, la mayoría de las veces ocasionada por la iatrogénica que, a su vez, fue “recetada” por esos mismos sanitaristas que ya se cansaron de administrarles hormonas que acabaron con la materia y densidad ósea de sus esqueletos –calcios –, motivo por el cual sufrieron de fracturas de caderas, cuellos de fémur y vértebras.
Los sanitaristas y nutricionistas, por supuesto, no le dicen a la gente que lo más importante e imprescindible para obtener y fijar una suficiente cantidad de calcio en los huesos, procedente de una nutrición adecuada, es tomar SOL, por ser sus rayos ultravioleta los que fijan o sintetizan, gratis, la vitamina D, sin la que el Ca+ es imposible que se deposite en los huesos para que el esqueleto tenga una densidad ósea óptima que aguante el peso corporal y, además, sea la “despensa” que almacene calcio para cuando el organismo lo necesite en el proceso de mantener su medio interno alcalino y equilibrado (Sistema de Regulación de Base de Pischinger). El Ca+ cumple múltiples funciones en el organismo y es imprescindible para la conservación de una buena salud. Es uno de los protagonistas más importante ya que cuando falta contribuye a la comprobación de un hecho irrefutable:
<<todas las enfermedades son por desnutrición y todas son ácidas>>.
Por ello es que analizo un poco más extensamente los factores elementales de la salud, basados en lo que representan el pH o acidez-alcalinidad, el agua de mar, el SOL, la vitamina D, el calcio (Ca+) y otros minerales.
Ácida es una sustancia capaz de liberar iones de hidrógeno (H+). Así, el ácido clorhídrico (HCl) en el agua (H2O) es capaz de descomponerse en cloro (Cl-) e hidrógeno (H+) .
Alcalina es una sustancia capaz de liberar iones oxidrilo (HO-).
La acidez de una solución depende del número de iones, o concentración de iones, de hidrógeno (H+) que la solución contenga en un volumen determinado.
La alcalinidad de una solución de la concentración de iones oxidrilo (HO-) y de su constante de disociación.
En el agua pura (H2O) la cantidad de iones H+ y de iones (HO-) son iguales.
Alimentos alcalinos son casi todos los vegetales que contienen minerales. El pescado y los mariscos, en general, son alcalinos, ya que en su origen viven en un medio ambiente alcalino, el agua de mar, o la dulce que también, si no ha sufrido la polución, es alcalina. Es conocida la propiedad alcalina de la clorofila con la que se preparan jugos y soluciones alcalinizantes, muy bien conocidas en el ambiente del naturismo. El verde de los vegetales se debe a la clorofila que en la sabia equivale a la hemoglobina de la sangre. La hemoglobina está constituida por moléculas de carbono, hidrógeno, oxígeno, y nitrógeno alrededor de un atomo de hierro. Y clorofila contiene las mismas moléculas –C,H, O2,N – pero alrededor de un átomo de magnesio. La clorofila ayuda a distribuir el oxígeno en el organismo y en las plantas. Igual que lo hace el hierro de la hemoglobina –oxihemoglobina. Y, una vez más recordamos a Warbúrg: “donde hay oxígeno y alcalinidad no puede haber enfermedad, ni cáncer”, y “todas las enfermedades son ácidas”. Es bueno destacar que la fibra de los vegetales ayuda a absorber los ácidos en el tracto digestivo. Igualmente los germinados –alfalfad – son alcalinizantes por su contenido alto en clorofila. Todas las plantas verdes contienen clorofila.
Alimentos ácidos son todos los <<blancos>>, leche, azúcar, harina, pastas, arroz, y similares, o los productos elaborados con ellos, como los helados y las tortas o pasteles, quesos y caramelos. Sin olvidar todas las bebidas gaseosas, tan de moda y entre las carnes la roja es la más ácida.
Corales marinos acidificados por culpa de humanos ácidos
A nivel mundial el tema de moda es el calentamiento del planeta. En Europa los “green-peace” y en América los científicos de la Oceanografía, están de acuerdo con Al Gore y su combo en que el planeta, además de calentarse, se está acidificando. La doctora Sarah Frias-Torres, oceanógrafa de la Universidad de Miami, en un artículo publicado por el diario El Periódico de Barcelona, España, denunciaba cómo los santuarios coralinos de Florida están sufriendo la acidificación del agua del mar por culpa del CO2 que estamos acumulando en la atmósfera y que el agua de mar también se encarga de descontaminar. Problema, el de los corales, que se presenta de la misma manera en otros mares, especialmente, en el mar Mediterráneo.
Los ecosistemas marinos tienen un comportamiento “fisiológico-homeostásico” muy similar al de los humanos. En el ambiente marino el agua de mar es alcalina con un pH de 8.4, como hemos repetido varias veces. Por culpa del CO2 de la atmósfera que el agua de mar se ve obligada a descontaminar, ese pH 8.4, ha bajado a 8.2, como lo han demostrado los doctores Frank Millero y Héctor Bustos-Serrano en su investigaciones en la Universidad de Miami –RSMAS. Es por ello que la doctora Frías alerta de los daños y las lesiones que esa tendencia hacia la acidez provoca en los corales cuya estructura está, básicamente, compuesta de calcio. Calcio coralino que el mar utiliza para contrarrestar la acidez que ocasiona el CO2 que nosotros lanzamos a la atmósfera, con lo que al desequilibrarse el pH de los corales, éstos enferman. –(Esta sería la versión oficial, nosotros podríamos ofrecer otra)–. Según la versión oficial sucede en los corales, exactamente, lo mismo que pasa en los humanos cuando en el “Sistema de Regulación de Base Celular” (Pischinger) se rompe la homeostasis equilibrada entre un pH 7.37 y otro pH 7.47. Desequilibrio que desencadena las enfermedades del “homo sapiens”, especialmente la osteoporosis, ésta víctima del robo del calcio de los huesos que el organismo ejecuta para utilizarlo como apaga-fuegos de la acidez del medio interno que arde en sus entrañas. Ya lo había dicho el Premio Nobel Otto Warbürg <<todas las enfermedades son ácidas>>. De manera similar, en el mar la tendencia a la acidez sería la causa de las enfermedades y destrucción de los corales. Seres vivos como los humanos.
Mantener la alcalinidad del agua de mar para los habitantes oceánicos, es tan importante como para los vertebrados –incluidos los humanos – tener constante su alcalinidad en el medio interno. Medio interno, repetimos, que constituye el agua de mar isotónica que ocupa del 70% del volumen de un organismo. Por supuesto, en los humanos el “Sistema de Regulación de Base” de Alfred Pischinger, se encarga automáticamente de mantener constantes la homeostasis, la temperatura y el pH. El agua de mar, para controlar el ecosistema marino se maneja en “forma similar”.
Otra moda que se ha impuesto en los medios naturistas es promover la ingesta del calcio coralino de la isla japonesa de Okinawa, al que consideran como el más “puro” y orgánico de la naturaleza. Estos “conservacionistas” hacen la “salvedad” de que ese calcio procede de los esqueletos de los corales y no de los corales vivos. Norma que demuestra cómo los colegas naturistas ignoran que las algas y los corales son los mayores consumidores de agua de mar que, real y verdaderamente, es la que en forma orgánica y biodisponible para todos los “sistemas de vida” posibles del planeta, contiene el auténtico y más puro calcio que conforma las diferentes combinaciones de las que se benefician los reinos animal, vegetal y mineral. No sería lo más recomendable y económico importar calcio de Okinawa, cuando ese mismo calcio el lector lo puede obtener gratis en el agua de mar de la playa, o en el pedazo de costa de la esquina marina que le quede más cerca de su casa.
Cuando los humanos desequilibramos nuestro medio interno acidificándolo, lo pagamos con las enfermedades. El agua de mar tiene inmensos recursos, muchos más que los “humanos”, y puede que en este combate ambiente–hombre los huéspedes marinos sufran algunas bajas. Pero, inexorablemente nunca los océanos perderán una guerra que los científicos le han declarado a través de una industrialización y unas tecnologías absurdas
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