Almacenaje de líquidos inflamables y combustibles
ENRIKEKIKEApuntes16 de Julio de 2017
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MODULO AUTOEDUCATIVO
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“Almacenaje de Líquidos Inflamables y Combustibles”
COMPETENCIA
Aplica los conocimientos adquiridos para evitar riesgos de incendios en almacenamiento de líquidos inflamables; realiza inspecciones a los tanques de almacenamiento admitiendo los peligros de incendios e indica las normas de seguridad en el transporte y manipuleo de porte y manipuleo de los líquidos inflamables.
ALMACENAJE DE LIQUIDOS INFLAMABLES Y COMBUSTIBLES
1.1 GENERALIDADES
Los líquidos se caracterizan por el libre movimiento de las moléculas en su interior, pero dichas moléculas carecen de la tendencia a separarse entre sí, que caracteriza a los gases; los líquidos, a diferencia de los gases, sólo se pueden comprimir ligeramente y son incapaces de expansión infinita. Se diferencian de los sólidos por la facilidad de movimiento de sus moléculas, que se adaptan a la forma del recipiente que los contiene. Sin embargo, hay líquidos muy viscosos, por lo que no se puede trazar una línea que delimite claramente líquidos y sólidos; tampoco hay una clara demarcación entre líquidos y gases. Las materias adoptan uno u otro estado según la temperatura y la presión. Los líquidos tienden a convertirse en gases al aumentar la temperatura o al disminuir la presión y los gases tienden a convertirse en líquidos al disminuir la temperatura o al aumentar la presión, dándose la circunstancia de que la materia sólo puede permanecer en estado gaseoso, independientemente de la presión, si su temperatura está por encima del llamado punto crítico. (La temperatura crítica es una propiedad intrínseca de la materiales la temperatura por encima de la cual la materia solamente puede existir en estado gaseoso). En todos los casos, el estado de la materia se determina por la combinación de temperatura y presión.
En sentido estricto, los líquidos inflamables y combustibles no son causa de incendios. Son, simplemente, factores que contribuyen al incendio; una chispa o alguna fuente menor de ignición, es lo que causa el fuego o la explosión en presencia de vapores inflamables.
Lo que arde o hace explosión es el vapor de los líquidos inflamables o combustibles cuando están expuestos al aire o al calor, y no el propio líquido, siempre que dicho vapor se encuentre mezclado con el aire en ciertas proporciones y en presencia de una fuente de ignición. Por ejemplo, las proporciones (límites de inflamabilidad) para el bisulfuro de carbono van aproximadamente desde el 1 al 44%, en volumen de vapores de este compuesto en el aire; y para el alcohol etílico, del 4 al 19%, en volumen. Para la gasolina, estas proporciones oscilan entre el 1,4% y el 7,6% en volumen. Por lo tanto, el almacenamiento de los líquidos inflamables y combustibles en recipientes cerrados adecuados y la reducción de la exposición del líquido al contacto con el aire mientras está en uso son factores de importancia fundamental.
Las explosiones de las mezclas de aire con vapor inflamable en las proximidades de los límites máximo y mínimo del margen de inflamabilidad son menos intensas que las que se producen en concentraciones intermedias de la misma mezcla. Las explosiones de vapor inflamable-aire se producen más frecuentemente cuando la mezcla se encuentra confinada en espacios reducidos, como recipientes, depósitos, habitaciones o edificios.
La violencia de las explosiones de vapores inflamables depende de la concentración y naturaleza de estos vapores, así como de la cantidad de la mezcla vapor-aire y del tipo de recipiente que contiene la mezcla.
La explosión de una mezcla inflamable de vapor-aire dentro de un recipiente o depósito es un fenómeno completamente distinto al que resulta de la sobre presurización de un depósito, que produce su ruptura. Como sucede en las explosiones de vapores, la violencia de las rupturas por presión es muy variable.
Los medios de prevención de incendios y explosivos abarcan una o más de las siguientes técnicas o principios:
1. Eliminación de las fuentes de ignición. 2. Eliminación del aire. 3. Mantenimiento de los líquidos en recipientes o sistemas cerrados. 4. Ventilación para impedir la acumulación de vapores dentro de los límites de inflamabilidad. 5. Empleo de una atmósfera de gas inerte en lugar de aire.
Entre los métodos de extinción de incendios de líquidos combustibles e inflamables figura la interrupción de suministro de combustible (de ser posible), eliminación del aire, por diferentes medios, enfriamiento del líquido para detener la evaporación, o una combinación de todos ellos.
La gasolina es el líquido inflamable más usado; es de conocimiento público su facilidad para generar vapores inflamables a temperaturas atmosféricas. Hay otros muchos productos inflamables volátiles; la NFPA publica una lista de productos patentados en su "Índice de puntos de inflamabilidad de los líquidos por nombre comercial". En la publicación número 325M aparece una lista completa de los líquidos inflamables o combustibles de uso más generalizado, con las características de cada uno, denominada "Propiedades respecto al riesgo de incendio de los líquidos o gases inflamables y de los sólidos volátiles".
El punto de inflamabilidad no es el único factor en que debe basarse la evaluación del riesgo, aunque constituya el criterio más aceptado e importante. Temperatura de ignición, límites de inflamabilidad, índice de evaporación, reactividad en estado impuro o expuesto al calor, densidad e índice de difusión y otros factores también influyen. El punto de inflamación y los otros factores que determinan la susceptibilidad relativa de un líquido inflamable o combustible de la ignición, tienen comparativamente poca influencia sobre las características de su combustión cuando el fuego lleva encendido cierto tiempo.
El empleo de líquidos combustibles e inflamables producidos por empresas químicas y petroquímicas aumenta rápidamente. Aunque muchos de estos productos pueden considerarse líquidos normales o estables, hay otros que plantean problemas de estabilidad o reactividad.
El almacenaje, manipulación y empleo de líquidos combustibles o inflamables inestables (reactivos) exige una atención especial. Podría ser necesario aumentar las distancias con otros bienes y el distanciamiento de los depósitos entre sí o, en su defecto proporcionar una protección anti incendio adicional. Por ejemplo, es desaconsejable situar próximos entre sí dos depósitos de líquidos inflamables o combustibles siendo uno de ellos reactivo el agua y otro al calor. En caso de iniciarse un fuego, si se aplicase agua al depósito que contiene el líquido reactivo al calor para protegerlo, podría caer dentro del tanque que contiene el líquido reactivo al agua y provocar su violenta reacción.
1.2 ALMACENAJE EN TANQUES AEREOS
La construcción de recipientes debidamente proyectados y herméticos, que permitan la descarga de los vapores cuidadosamente regulada en caso necesario, constituye la primera condición para almacenar líquidos combustibles e inflamables. Los recipientes van desde los tanques verticales de gran tamaño de almacenaje a la intemperie, que contienen miles de galones, hasta los bidones y latas pequeñas que contienen onzas de líquido.
Este texto analiza los recipientes de distintas clases utilizados para almacenar y transportar líquidos inflamables o combustibles, y, las precauciones necesarias para manipular los líquidos, al cargarlos, descargarlos o distribuirlos.
La instalación de los tanques puede ser aérea, subterránea o, en ciertos casos, dentro de edificios. Las aberturas y conexiones con los tanques para ventilación, medición, llenado y extracción pueden originar riesgos si no están debidamente protegidas.
Si los tanques están debidamente construidos, bien instalados y cuidados, el almacenaje de líquidos inflamables y combustibles encierra menos peligros que su transporte o trasvase. La gravedad de los riesgos del almacenaje puede parecer relacionada con la cantidad almacenada. Sin embargo, el tamaño del tanque e el número de tanques tiene menos importancia que ciertos factores como son las características del líquido almacenado, la construcción del tanque, sus cimentaciones y apoyos, las dimensiones y posición de los conductos de ventilación, de las tuberías y de sus conexiones.
Los líquidos inflamables aumentan de volumen al calentarlos. Las gasolinas aumentan hasta 1% en volumen por cada 10C de aumento de la temperatura dentro de los límites de variación de la temperatura atmosférica normal. La influencia del aumento de la temperatura sobre el volumen de la acetona, el éter etílico y ciertos líquidos inflamables que tienen coeficientes de dilatación más elevados, es más importante que en el caso de la gasolina. Para evitar que los líquidos rebosen, los tanques no deben llenarse completamente, especialmente cuando se vierte un líquido frío en un tanque situado en un ambiente caliente. Se da este caso cuando se llena el tanque de un automóvil con gasolina procedente de un tanque subterráneo en un día caluroso.
Para evitar las pérdidas por evaporación y las fugas de vapores al llenar los tanques, se dispone de varios métodos. Los tanques subterráneos reducen las pérdidas por evaporación dado que hay menos variación de la temperatura. Los tanques aéreos suelen pintarse con aluminio o pintura blanca para reflejar el calor, disminuir el aumento de la temperatura del líquido contenido y reducir la evaporación. Los tanques de techo flotante reducen la evaporación y, por lo tanto, los riesgos de incendios. El almacenaje a presión de la gasolina en tanques presurizados reduce las pérdidas de vapores. En algunos casos, para conservar los vapores se utilizan tanques con techo móvil y tanques con cúpula para vapores o se unen los conductos de ventilación de varios tanques de techo cónico a través de unos colectores a un tanque de cúpula para vapores o tanque presurizado.
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