Buenas Practicas De Manufactura

INTRODUCCIÓN

Las herramientas de Calidad, han sido el soporte básico para que muchas industrias en general hayan salido adelante, pues lo que ofertan contiene innumerables cualidades que le confieren al mismo una preferencia de primer orden cumpliendo con las expectativas del cliente.Toda empresa tiene sus objetivos: el crecimiento, las utilidades, un buen desempeño y sobre todo la permanencia en el mercado.

Pero todo esto dependerá de la excelente calidad de los productos, incluyendo costumbres, hábitos, actitudes, que son necesarios para una producción higiénica y obtener alimentos saludables.

Las localidades que merecen especial atención son las que cuentan con centros turísticos, ya que en determinadas épocas del año concurren gran cantidad de personas y con ello aumenta el consumo de alimentos. En estos lugares un sistema de control de alimentos favorecería sustancialmente la mayor afluencia del público, ya que se dan en lugares sujetos a control el ingreso de divisas beneficiará a la región y contribuirá al desarrollo de la comunidad en general.

Es por esto que muchos países han establecido normas, reglamentos, directrices y sistemas que aseguren la provisión de los alimentos inocuos y aptos para el consumo. La pequeña y mediana empresa presenta muchos desafíos cada vez más complejos para salvaguardar la salud de los consumidores y ganarse su confianza, está claro que el reto es aún mayor para las pequeñas empresas que se localizan en territorios rurales por las condiciones, muchas veces adversas de infraestructura, saneamiento, transporte, y falta de personal capacitado. Con frecuencia en este tipo de empresas la responsabilidad recae en tan solo una persona que tiene que ver con la producción y la comercialización.

La importancia es brindar a los sectores orientaciones prácticas que les ayude a comprender los requisitos de higiene que debe cumplir para logar la inocuidad de los alimentos con absoluto respeto de las normativas existentes y con pensamiento creativo.

ANTECEDENTES

Históricamente, las Buenas Prácticas de Manufactura surgieron en respuesta hechos graves relacionados con la falta de inocuidad, pureza y eficacia de alimentos y medicamentos. Los antecedentes se remontan a 1906, en Estados Unidos, cuando se creó el Federal Food&DrugsAct (FDA). Posteriormente en 1938, se promulgó el Acta sobre alimentos, drogas y cosméticos, donde se introdujo el concepto de inocuidad. El episodio decisivo sin embargo, tuvo lugar el 4 de julio de 1962, al conocer los efectos secundarios de un medicamento, hecho que motivó la enmienda Kefauver – Harris y la creación de la primera BPM.

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