CAMBIO CLIMÁTICO Y GANADERÍA: IMPACTOS, ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN

CAMBIO CLIMÁTICO Y GANADERÍA: IMPACTOS, ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN

Se espera que la demanda mundial de productos pecuarios se duplique para 2050, principalmente debido a la mejora en el nivel de vida mundial. Mientras tanto, el cambio climático es una amenaza para la producción ganadera debido al impacto en la calidad de los cultivos de alimentación y forraje, la disponibilidad de agua, la producción de animales y leche, las enfermedades del ganado, la reproducción animal y la biodiversidad. Este estudio revisa los impactos globales del cambio climático en la producción ganadera, la contribución de la producción ganadera al cambio climático y las estrategias específicas de adaptación y mitigación del cambio climático en el sector ganadero. La producción ganadera estará limitada por la variabilidad climática ya que se espera que el consumo de agua animal aumente en un factor de tres, la demanda de tierras agrícolas aumente debido a la necesidad de un 70% de crecimiento en la producción y preocupación por la seguridad alimentaria ya que alrededor de un tercio del cereal mundial la cosecha se usa para la alimentación del ganado. Mientras tanto, el sector ganadero contribuye con el 14.5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), impulsando aún más el cambio climático. En consecuencia, el sector ganadero será un actor clave en la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la mejora de la seguridad alimentaria mundial.

Por lo tanto, en la transición a la producción pecuaria sostenible, existe la necesidad de: a) evaluaciones relacionadas con el uso de medidas de adaptación y mitigación adaptadas a la ubicación y el sistema de producción ganadera en uso, y) políticas que apoyan y facilitan la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.

1. Introducción

Se espera que la población humana aumente de 7,2 a 9,6 billones en 2050 (ONU, 2013). Esto representa un aumento de la población del 33%, pero a medida que aumente el nivel de vida global, la demanda de productos agrícolas aumentará aproximadamente un 70% en el mismo período (FAO, 2009a). Mientras tanto, el área global de tierras cultivadas no ha cambiado desde 1991 (O'Mara, 2012), lo que refleja el aumento de la productividad y los esfuerzos de intensificación.

Los productos ganaderos son un bien agrícola importante para la seguridad alimentaria mundial porque proporcionan el 17% del consumo global de kilocalorías y el 33% del consumo mundial de proteínas (Rosegrant et al., 2009). El sector ganadero contribuye a los medios de subsistencia de mil millones de la población más pobre del mundo y emplea a cerca de 1.100 millones de personas (Hurst et al., 2005). Existe una demanda creciente de productos pecuarios, y su rápido crecimiento en los países en desarrollo se ha considerado la "revolución del ganado" (Thornton, 2010; Wright et al., 2012). Se espera que la producción mundial de leche aumente de 664 millones de toneladas (en 2006) a 1077 millones de toneladas (para 2050), y la producción de carne se duplicará de 258 a 455 millones de toneladas (Alexandratos y Bruinsma, 2012). Es probable que la producción pecuaria se vea negativamente afectada por el cambio climático, la competencia por la tierra y el agua y la seguridad alimentaria en el momento en que más se necesita (Thornton, 2010).

El cambio climático global es causado principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que resultan en el calentamiento de la atmósfera (IPCC, 2013). El sector ganadero contribuye con el 14.5% de las emisiones mundiales de GEI (Gerber et al., 2013) y puede aumentar la degradación de la tierra, la contaminación del aire y del agua y la disminución de la biodiversidad (Bellarby et al., 2013; Reynolds et al., 2010; Steinfeld et al., 2006; Thornton y Gerber, 2010). Al mismo tiempo, el cambio climático afectará la producción ganadera mediante la competencia por recursos naturales, cantidad y calidad de alimentos, enfermedades del ganado, estrés por calor y pérdida de biodiversidad, mientras que se espera que la demanda de productos ganaderos aumente en un 100% a mediados del siglo XXI. (Garnett, 2009). Por lo tanto, el desafío es mantener un equilibrio entre la productividad, la seguridad alimentaria familiar y la preservación del medio ambiente (Wright et al., 2012).

Existe un interés creciente en comprender la interacción del cambio climático y la producción agrícola y está motivando una cantidad importante de investigación (Aydinalp y Cresser, 2008). Todavía hay investigaciones limitadas sobre los impactos del cambio climático en la producción ganadera (IPCC, 2014). Este documento revisa los impactos del cambio climático en la producción ganadera y la seguridad alimentaria, y la contribución del sector pecuario al cambio climático. Los objetivos son: (1) abordar los impactos del cambio climático en la producción ganadera; (2) describir los impactos del sector ganadero en el cambio climático; y (3) resumir las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.

2. Revisión tópica

2.1. Impacto del cambio climático en el ganado

A pesar de las incertidumbres en la variabilidad climática, el Quinto Informe de Evaluación del IPCC identificó el "rango probable" de aumento en la temperatura superficial global promedio para el año 2100, que está entre 0.3 C y 4.8 C (IPCC, 2013). Los posibles impactos en la ganadería incluyen cambios en la producción y calidad de los cultivos de forraje y forraje (Chapman et al., 2012; FIDA, 2010; Polley et al., 2013; Thornton et al., 2009), disponibilidad de agua (Henry et al. , 2012; Nardone et al., 2010; Thornton et al., 2009), crecimiento animal y producción de leche (Henry et al., 2012; Nardone et al., 2010; Thornton et al., 2009), enfermedades (Nardone et al. al., 2010; Thornton et al., 2009), la reproducción (Nardone et al., 2010) y la biodiversidad (Reynolds et al., 2010).

Estos impactos se deben principalmente a un aumento de la temperatura y la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2), la variación de la precipitación y una combinación de estos factores (Aydinalp y Cresser, 2008; Henry et al., 2012; FIDA, 2010; Nardone et al. , 2010; Polley et al., 2013; Reynolds et al., 2010; Thornton et al., 2009). Los impactos del cambio climático en los factores de producción ganadera se presentan en la figura 1. La temperatura afecta a la mayoría de los factores críticos para la producción ganadera, como la disponibilidad de agua, la producción animal, la reproducción y la salud. La cantidad y la calidad del forraje se ven afectadas por una combinación de aumentos de la temperatura, el CO2 y la variación de la precipitación. Las enfermedades del ganado se ven principalmente afectadas por un aumento en la temperatura y la variación de la precipitación.

[pic 1]

2.1.1. Cantidad y calidad de alimentaciones

La cantidad y la calidad de la alimentación se verán afectadas principalmente por un aumento en los niveles y la temperatura del CO2 atmosférico (Chapman et al., 2012). Los efectos del cambio climático sobre la cantidad y la calidad de los alimentos dependen de la ubicación, el sistema ganadero y las especies (FIDA, 2010). Algunos de los impactos en los cultivos de forraje y forraje son:

• El aumento de la concentración de CO2 dará lugar a cambios en el crecimiento del forraje, con un mayor efecto sobre las especies C3 y menos sobre los rendimientos de grano (Chapman et al., 2012; Hatfield y Prueger, 2011; Thornton et al., 2009, 2015). Los efectos del CO2 serán positivos debido a la inducción del cierre parcial de los estomas, la reducción de la transpiración y la mejora de la eficiencia del uso del agua de algunas plantas (Rotter y van de Geijn, 1999; Wand et al., 1999).
• Las especies C4 (que representan menos del 1% de las plantas en la Tierra) se encuentran en ambientes cálidos y tienen una mayor eficiencia en el uso del agua que las plantas C3. La temperatura aumenta a 30-35 ° C y podría aumentar el crecimiento de forraje, con mayores efectos sobre las especies de C4. Sin embargo, los efectos pueden variar según la ubicación, el sistema de producción utilizado y las especies de plantas (Hatfield y Prueger, 2011; FIDA, 2010; Thornton et al., 2009; Thornton y Herrero, 2010a, b).
• Los cambios en la temperatura y los niveles de CO2 afectarán la composición de los pastos al alterar la dinámica de competencia de las especies debido a cambios en las tasas de crecimiento óptimas (FIDA, 2010; Thornton et al., 2008; Thornton et al., 2009, 2015). La competencia de plantas está influenciada por cambios estacionales en la disponibilidad de agua (Polley et al., 2013). La productividad primaria en los pastizales puede aumentar debido a los cambios en la composición de las especies si aumenta la temperatura, la precipitación y la deposición concurrente de nitrógeno (IPCC, 2007).
• La calidad de los cultivos de forraje y el forraje puede verse afectada por el aumento de las temperaturas y las condiciones secas debido a las variaciones en las concentraciones de carbohidratos solubles en agua y nitrógeno. Los aumentos de temperatura pueden aumentar la lignina y los componentes de la pared celular en las plantas (Polley et al., 2013; Sanz-Saez et al., 2012), lo que reduce las tasas de digestibilidad y degradación (FIDA, 2010; Polley et al. una disminución en la disponibilidad de nutrientes para el ganado (Thornton et al., 2009). Sin embargo, a medida que aumenta la concentración de CO2, la calidad del forraje mejorará más en las plantas C3 que en las plantas C4. Las plantas C3 también tienen un mayor contenido de proteína cruda y digestibilidad que las plantas C4 (Polley et al., 2013; Thornton et al., 2009; Wand et al., 1999).
• Los eventos climáticos extremos, como las inundaciones, pueden afectar la forma y la estructura de las raíces, cambiar la tasa de crecimiento foliar y disminuir el rendimiento total (Baruch y Mérida, 1995).

Los impactos en la cantidad y calidad del forraje dependen de la región y la duración de la temporada de crecimiento (Polley et al., 2013; Thornton et al., 2009). Un aumento de 2 C producirá impactos negativos en la producción de pastos y ganado en las regiones áridas y semiáridas y un impacto positivo en las regiones templadas húmedas. La duración de la temporada de crecimiento también es un factor importante para la calidad y la cantidad de forraje porque determina la duración y los períodos de forraje disponible. Una disminución en la calidad del forraje puede aumentar las emisiones de metano por unidad de energía bruta consumida (Benchaar et al., 2001). Por lo tanto, si la calidad del forraje disminuye, es posible que deba compensarse disminuyendo la ingesta de forraje y reemplazándolo con granos para evitar emisiones elevadas de metano por el ganado (Polley et al., 2013).

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