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CLASE 6: LA EXPANSIÓN DEL CAPITALISMO

'Karen GermillacTrabajo11 de Junio de 2018

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CLASE 6: LA EXPANSIÓN DEL CAPITALISMO

Síntesis: En esta clase comenzamos a trabajar los contenidos correspondientes a la unidad dos de nuestro programa de estudio. Veremos el proceso histórico que se abre a partir de 1850 con la llamada Segunda Revolución Industrial y que concluye con la llamada Gran Guerra, es decir, la primera guerra mundial que se inicia en 1914 y termina en 1919. Comenzaremos haciendo un cuadro lo más ilustrativo posible que muestre a las dos revoluciones industriales consolidando el triunfo del capitalismo y consagrando una nueva sociedad y economía a escala planetaria. También veremos aquí el impacto de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana y sus significados.

Estudiaremos cómo se dio el fenómeno industrializador en tres países: Estados Unidos, Alemania, Japón y también veremos un caso atípico, como el que presentó Francia. Analizaremos sus efectos sobre otras sociedades  y haremos especial mención a otro fenómeno - el imperialismo - cuyas consecuencias anuncian las guerras mundiales del Siglo XX. Finalmente haremos un ejercicio con películas que han abordado la problemática del trabajo aprovechando el receso invernal.

Al final, transcribimos las consignas de exámenes que enviaron los alumnos de segundo primera.

Interrogatorio: ¿Cómo se denomina al segundo momento de la industrialización (1870-1914) y cuáles son sus características? ¿Qué balance podemos hacer de las revoluciones del 48? ¿Qué nuevos significados adquiere el capitalismo a partir de 1850? A partir de entonces, ¿qué se entiende por progreso? ¿A qué denominamos liberalismo económico? ¿Cuáles son las innovaciones más significativas que caracterizan a esta etapa? ¿Cuál fue el impacto del progreso científico y tecnológico en la sociedad? ¿Cuáles fueron los inventos? ¿Qué nuevos materiales se usaron? ¿Qué nuevas fuente de energía se usaron y cuáles fueron sus consecuencias en la vida cotidiana de la gente? ¿Qué transformaciones debemos tener en cuenta para reconocer el mundo después de la Segunda Revolución Industrial? ¿Cómo son las nuevas ciudades? ¿Cómo fue la división del trabajo internacional después de 1850?

¿Cuáles fueron las formas de intervención estatal en la economía?, ¿A qué se llama Zollverein ?, ¿Qué importancia tuvieron los ferrocarriles en la unificación alemana?, ¿ Qué papel jugaron los científicos y el sistema educativo en el desarrollo industrial alemán? ¿Qué aspectos de la industria alemana se destacaron  a partir de 1870? ¿ Qué factores contribuyeron al desarrollo industrial en los Estados Unidos? ¿Cómo fue el desarrollo industrial del Japón? ¿Qué características presenta el desarrollo industrial francés? ¿Cuáles fueron las consecuencias de la Revolución Industrial en el conjunto de las sociedades de todo el mundo? ¿Qué diferencias pueden establecerse entre la expansión europea de los siglos XVI y XVII y la expansión de los países industrializados entre 1875 y 1914? ¿Qué razones se usan para explicar el rebrote del imperialismo a fines del siglo XIX? ¿Cuáles fueron sus resultados? ¿Cómo explican el imperialismo de fines del siglo XIX las teorías denominadas "eurocéntricas"? ¿Qué pasó con estas teorías después que las colonias se independizaron de sus metrópolis?  

Desarrollo:

Las dos revoluciones industriales y el triunfo del sistema capitalista

Entre 1780 y 1850 Gran Bretaña se desarrolló según las nuevas pautas económicas y sociales. Entre 1870 y 1914, la industrialización entró en un segundo período. Se habla de una Primera y una Segunda Revolución Industrial como si a partir de los últimos treinta años del siglo XIX la modernización simplemente se derramara sobre un escenario geográfico más extenso. Sin embargo, lo que ocurrió  en los últimos decenios del siglo XIX no fue sencillamente la extensión del proceso de industrialización.         

El historiador inglés Geoffrey Barraclough distingue ambas etapas denominando a la primera “revolución industrial” y a la segunda “revolución científica”.  

La industrial es la revolución del carbón y del hierro e implicaba el empleo creciente de máquinas y de mano de obra (tanto hombres, como mujeres y niños) en las fábricas. Estos trabajadores eran el resultado de la transformación de una mayoría de campesinos que se habían instalado en las ciudades y convertido en obreros.

La revolución científica es denominada así porque dependió mucho menos del ingenio de los hombres prácticos y mucho más de la ciencia. A la nueva industria le interesaba más que mejorar e incrementar las comodidades existentes crear nuevas necesidades. Sus efectos no sólo fueron más extendidos en el espacio (países de Europa como Bélgica, Francia y Alemania y algunos extraeuropeos como los EE. UU. y Japón) sino también que su impacto fue más rápido, sus resultados aún más prodigiosos y sus consecuencias en la vida cotidiana y en la mentalidad de la gente más profundas.

Si la primera revolución había sido la época del hierro, el carbón y el acero, la que se abre desde 1870 es la del acero, el petróleo y la electricidad.

Ahora bien, si el primer período de la industrialización termina cerca de 1850 y el segundo se inicia alrededor de 1870, pareciera que en las dos décadas que van del fin de una al principio de la otra no ocurrió nada importante. Sin embargo, en esa veintena de años  se establecieron las bases del triunfo mundial del capitalismo y las bases para la segunda revolución en la industria.

Habíamos visto en la unidad uno que el mundo contemporáneo comenzaba a fines del siglo XVIII  con la “doble revolución”: la Francesa en lo político y la Industrial británica en lo económico. Estos procesos que son las dos caras de la misma moneda y marcan los episodios decisivos del ascenso de la burguesía de esos países en el control de sus sociedades, tiene un final claro: las revoluciones de 1848. Salvo en Inglaterra (donde las protestas de los cartistas terminan en ese año sin llegar a producir disturbios), en el 48 Europa parece incendiarse en una serie de revoluciones políticas que comenzaron en Francia, se expandieron al resto del Continente e hicieron trastabillar el orden establecido por los distintos reyes. El poeta Georg Weerth escribía en esos momentos a su madre: “Lee por favor los periódicos con mucho cuidado; ahora vale la pena leerlos... Esta revolución cambiará la hechura de la tierra -¡como tenía que ser! -. ¡Viva la República!”

Pero luego de un éxito momentáneo, las revoluciones de 1848 fueron derrotadas en todas partes y el mundo no cambió.  Como dice Hobsbawm, fue sólo la realización momentánea de los sueños de la izquierda y de las pesadillas de la derecha. Los movimientos del ’48 parecían ser la consecuencia lógica de la “doble revolución” pero fracasaron universal, rápida y definitivamente. El tono radicalizado que tomaron estas rebeliones hizo que la burguesía se apartara de las clases populares y de allí en más tuviera miedo de las consecuencias de los reclamos de los sectores bajos de la sociedad y verdadero horror ante la posibilidad de nuevas rebeliones. En estas conmociones, los pobres y los burgueses actuaron como aliados contra de la monarquía por última vez.

El otro aspecto de las revoluciones de 1848 que resulta de interés para nosotros es que, más allá de las diversas circunstancias políticas que explican las revueltas en cada uno de los países donde se produjeron, en todas partes la rebelión popular estuvo precedida por el mismo factor económico: un ciclo de malas cosechas. La del ‘48 fue la última crisis económica “a la antigua”, correspondiente a un mundo que dependía de manera dramática de la suerte de las cosechas. Aún en ese momento, una crisis era determinada en el conjunto del Continente (aunque ya no en Inglaterra) por las barreras tecnológicas que habían agobiado a los europeos por milenios:  la imposibilidad de producir de alimentos suficientes para las necesidades de la población.

Pero a partir de 1850, puede decirse que algo en la vida económica había cambiado ya no sólo para Inglaterra, sino también para algunos otros países. Es cierto que Gran Bretaña aceleraba su crecimiento (si entre 1820 y 1850 había exportado 1.000 millones de metros de telas de algodón, entre 1850 y 1860 exportó 1.200 millones; si entre 1820 y 1845 se habían creado 100.000 puestos nuevos en las fábricas  de géneros de algodón, entre 1845 y 1850 se emplearon a 200.000 obreros más) pero también que había síntomas de industrialización fuera de la Isla. Veamos dos ejemplos. En Bélgica - el país que logró seguir  más temprano que ningún otro a Inglaterra en el camino de la industrialización - se habían duplicado las exportaciones de hierro entre 1851 y 1857. En  Prusia - el reino que pocos años después conseguiría unificar a Alemania - se establecieron en el mismo período 115 sociedades anónimas que reunían un capital muy importante para la época.

Otro dato es significativo: en la década de 1860, la palabra capitalismo comienza a escucharse en los discursos de los políticos y en la voz de los hombres de negocios. ¿Qué significaba el término en boca de estos personajes? Que el mundo iba en camino de un progreso económico ininterrumpido gracias a la acción de las empresas privadas y de la competencia entre ellas. Que la ampliación de la economía permitía comprar en el mercado más barato absolutamente todo (incluido el trabajo de los hombres) y hacer buenos negocios al venderlo en el mercado más caro. La inteligencia, el mérito y la energía eran los valores que iban a hacer triunfar a las personas capaces de aprovechar  las ventajas de este nuevo mundo donde todo se reducía a precios y mercancías. Junto con el progreso de los individuos pensaban que correría parejo el bienestar del país. Y todo parecía darles la razón: desde 1850 hasta entrada la década del ’70, el mundo parecía marchar sin tropiezos por ese camino.

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