CUENCAS FAMATINIANAS DEL NOA Y DE LA CUENCA CHACO PARANENSE
Federicoantonio30 de Octubre de 2013
11.098 Palabras (45 Páginas)420 Visitas
CUENCAS FAMATINIANAS DEL NOA Y DE LA CUENCA CHACO PARANENSE
CÁMBRICO Y ORDOVÍCICO DEL NOROESTE ARGENTINO
Las sucesiones cambro-ordovícicas del noroeste de la República Argentina están ampliamente representadas en el territorio de las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, La Rioja y el subsuelo de Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Las mismas se acumularon en dos amplias cuencas (cuenca del noroeste argentino y cuenca del Famatina), las cuales han sido objeto de una particular evolución tectogenética, lo que derivó en la articulación de diferentes modalidades deposicionales. Sus respectivas unidades estratigráficas merecen un minucioso análisis tendiente a establecer con claridad sus características, sus relaciones verticales y laterales y las particularidades de los eventos acaecidos durante su historia geológica.
En el marco regional es factible hacer una adecuada descripción de los diferentes afloramientos que hoy se observan en Puna, Cordillera Oriental, Sierras Subandinas y Sierras Pampeanas septentrionales. Sin embargo, existe una mayor dificultad para interpretar en este conjunto a las rocas aflorantes en el Sistema de Famatina y, normalmente, el panorama es mucho más complejo cuando se trata de incorporar al modelo regional la cuenca de Precordillera (Ramos et al., 1984; Aceñolaza y Toselli, 1988; Dalla Salda et al., 1992).
Las unidades analizadas en esta revisión representa el ciclo Famatiniano (Aceñolaza y Toselli, 1981) y expresan una amplia gama de ambientes marinos, desde sistemas turbidíticos hasta plataformas de variadas dimensiones, regiones litorales y abanicos deltaicos. A su vez, las sedimentitas pueden ser tanto de naturaleza siliciclástica, carbonática y volcanoclástica, albergar intercalaciones volcánicas, estar intruidas por cuerpos plutónicos y, en algunos sectores, presentar un bajo grado de metamorfismo.
A continuación se exponen las características y distribución de las distintas unidades estratigráficas de edad cambro-ordovícica de las denominadas cuencas del noroeste argentino, haciendo referencia al contenido fosilífero de las mismas y enfatizando la naturaleza de los ambientes en los cuales se originaron. Asimismo, se discuten los marcos tectónicos postulados para los distintos lapsos estudiados.
CÁMBRICO
El Cámbrico muestra un importante desarrollo en la cuenca del noroeste argentino, encontrándose afloramientos en las provincias geológicas de Puna, Cordillera Oriental y Sierras Subandinas. Es necesario señalar que el mismo forma parte del ciclo Famatiniano (Cámbrico medio-Devónico superior). Entre el ciclo Pampeano y el Famatiniano media un importante evento orogenético (Fase Tilcárica) que dio lugar a una neta discordancia angular entre ambos ciclos.
Numerosos autores, desde fines del siglo XIX, han aportado valiosa información relacionada con estos depósitos. Kayser (1876, 1897), Brackebusch (1883), Keidel (1907, 1910, 1943), Bonarelli (1921), Hausen (1925), Feruglio (1931), Windhausen (1931), Sgrosso (1939, 1943), De Ferraris (1940), Herrero Ducloux (1940), entre muchos otros, proveyeron conocimientos geológico-paleontológicos que sirvieron de importante base a estudios posteriores.
CÁMBRICO MEDIO Y SUPERIOR
Discordantemente sobre las rocas del Grupo Lerma, se dispone una potente secuencia sedimentaria clástica cuyos principales afloramientos se reconocen desde la frontera argentino-boliviana (sierra de Santa Victoria) hasta Tucumán (sierra del Campo). Asimismo cabe indicar que también ha sido identificada en perforaciones profundas realizadas en Santiago del Estero y Formosa.
La secuencia comprende, en gran parte, al denominado Grupo Mesón, el cual está integrado por rocas fundamentalmente cuarcítico-arenosas que, de base a techo, se reconocen con los nombres formacionales de Lizoite (Turner, 1960a), Campanario (Turner, 1960a) y Chalhualmayoc (Turner, 1963). Así también, los tramos basales de los Grupos Santa Victoria (Cordillera Oriental) y Cachiyuyo (Famatina) son actualmente asignados al Cámbrico superior alto (ej. Benedetto, 1977; Aceñolaza, 1983; Moya, 1988; Manca, 1993; Tortello y Aceñolaza, 1993; Rao et al., 1994; Tortello y Esteban, 1997). No obstante, estos últimos grupos serán tratados con detenimiento en la sección correspondiente al Ordovícico inferior.
CAMBRICO INFERIOR MEDIO GRUPO MESON GRUPO MESON NO PERFORADO, ESCASOS AFLORAMIENTOS GRUPO LAS BREÑAS
Fm. Las Breñas
Fm. Pirané
Fm. Árbol Blanco
El Grupo Mesón alcanza su mayor desarrollo en la Cordillera Oriental, donde exhibe una potencia que varía entre 160 m en la quebrada de Incamayo hasta 3.300 m en la sierra de Santa Victoria. A continuación se describen los caracteres exhibidos por las Formaciones Lizoite, Campanario y Chalhualmayoc en dos áreas representativas de la Cordillera Oriental: la mencionada sierra de Santa Victoria y la quebrada de Humahuaca.
En la sierra de Santa Victoria, la Formación Lizoite se inicia con un conglomerado basal con clastos de cuarcitas que llega a tener 27 m de potencia en la zona del cerro Cóndor. Se suceden areniscas cuarcíticas de colores claros, rojizos, rosados y blanquecinos, de grano mediano a fino, muy coherentes, masivas y con estratificación cruzada. Se intercalan paquetes delgados de lutitas verde oliva que varían a colores pardoverdosos.
En la zona de Iruya son frecuentes las intercalaciones conglomerádicas. Las mismas se componen de clastos subangulosos de cuarzo, cuarcitas moradas, rojizas y esquistos oscuros, distribuidos en capas que no sobrepasan los 2 a 3 m de potencia.
Hacia arriba, en concordancia, se dispone la Formación Campanario, que en el cerro homónimo tiene su localidad tipo. La misma está constituida por areniscas rojizas y moradas con intercalaciones pelíticas de igual color. Son abundantes las estructuras sedimentarias y particularmente se destacan los niveles que contienen Skolithos. El paso de esta unidad a la Formación Chalhualmayoc es normal y se reconoce por el cambio neto de las características de las cuarcitas, las cuales pasan a constituir bancos homogéneos de color blanquecino o grisáceo, interrumpidas por escasos niveles pelíticos.
En la región de la quebrada de Humahuaca, la Formación Lizoite presenta caracteres litológicos similares a los arriba mencionados. En general está constituida por bancos cuarcíticos homogéneos, de coloración blanquecina, con una notable continuidad lateral. Su base exhibe un conglomerado basal fino a mediano. El contenido fosilífero está representado casi exclusivamente por icnofósiles. En la misma zona, la Formación Campanario se distingue por su coloración generalmente rojiza a verdosa, estando integrada por cuarcitas finas, laminadas, que presentan potentes intercalaciones de bancos pelíticos morado oscuro, verde y rosa. La abundante perturbación biogénica, que en algunos sectores se presenta como verdaderas pipe rocks, es otro carácter distintivo. Estudios sobre la icnofauna realizados por Aceñolaza (1978) y Manca (1986) permitieron identificar, en distintos niveles, la existencia de Cruziana semiplicata, Didymaulichnus, Bergaueria, Laevicyclus, Rusophycus, Planolites, Conostichus, Arthrophycus, Isopodichnus, Gordia y Monomorphichnus.
Por último, la Formación Chalhualmayoc está representada por cuarcitas de color rosado a gris blanquecino, con delgadas intercalaciones conglomerádicas y de areniscas laminadas. En distintas localidades de la quebrada de Humahuaca donde afloran niveles de granulometría más fina se han reconocido trazas fósiles, tales como Cruziana y Planolites, y fundamentalmente Skolithos, cuya frecuencia no es tan importante como en la unidad anterior.
En el área de Aguilar, constituyendo el núcleo del anticlinal de la sierra de Cajas, afloran cuarcitas blanquecinas y grises bien estratificadas que se interpretan equivalentes a la Formación Chalhualmayoc y que se identifican localmente con el nombre de Formación Padrioc (Aceñolaza, 1968). Su espesor es cercano a los 500 metros. Las mismas pasan transicionalmente y en concordancia a pelitas de edad cámbrica superior pertenecientes a la base del Grupo Santa Victoria, con Parabolina (Neoparabolina) argentina (Aceñolaza, 1968).
En la provincia geológica de Puna, estas rocas han sido registradas fundamentalmente en las localidades de Potrerillos, sierra de Cobres, Lipán, Cangrejillos, sierra de Aguilar y Abra Pampa. Es en la primera localidad donde Aceñolaza (1973) describió una secuencia de aproximadamente 200 m constituida por cuarcitas conglomerádicas de matriz verdosa que dan lugar a cuarcitas masivas, con abundantes estructuras sedimentarias y con pseudomorfos de pirita. En el flanco occidental de la sierra de Cobres, Schwab (1973) describió una secuencia de 350 m de cuarcitas en las que reconocen abundantes estructuras sedimentarias tales como óndulas y estratificación diagonal, especialmente en los bancos que se superponen al conglomerado basal.
En la zona de Potrerillos (Salta) se reconoció, en la Formación Lizoite, al trilobite Asaphiscus, indicativo de una edad cámbrica media-alta (Aceñolaza y Bordonaro, 1989). Asociado a este fósil, se identificaron restos de braquiópodos articulados y las trazas Cruziana y Rusophycus. Son también notorios los afloramientos de las Formaciones Campanario y Chalhualmayoc en la zona de El Moreno y Laguna Blanca, donde Ramos (1973) determinó la presencia de Rusophycus bilobatus.
En las Sierras Subandinas se han localizado afloramientos cuarcíticos que, en base a su litología y sin que se hallan detectado fósiles, han sido asignados como equivalentes del Grupo Mesón.
En
...