Características generales de las epífitas

Características generales de las epífitas

Las epífitas vasculares son plantas que, principalmente, forman parte de los ecosistemas tropicales y se definen como aquellas plantas que crecen sobre otras, por lo general árboles (hospederos), sin tener contacto metabólico con ellos (Zotz y Andrade, 1997), excluyendo los muérdagos y otro tipo de plantas parásitas.

El ámbito epífito por lo general se caracteriza por encontrarse en condiciones extremas, ya que están expuestas a una baja disponibilidad de agua y nutrimentos, cambios bruscos de temperatura, altas velocidades de viento, fuerza de gravedad, alelopatía, distribución en parches del hábitat colonizable e

inestabilidad del sustrato (Benzing, 1981, 1990; Nadkarni, 1984; Bennett, 1991), situación que ha favorecido el desarrollo de adaptaciones anatómicas, fisiológicas y morfológicas que les permitan sobrevivir en este ambiente (Padilla, 1973; Hietz y Hietz-Seifert, 1994).

Este tipo de plantas es importante dentro de los ecosistemas en donde se encuentra, ya que interviene en la incorporación de nutrimentos, especialmente en la captura de nitrógeno provenientes de la lluvia, polvo y aire, así como la formación de humus por la descomposición de detritus y hojarasca, además de que tienen la capacidad de captar y almacenar agua proveniente de las escorrentías foliares y corticales, las cuales obtienen minerales y materia orgánica (Nadkarni, 1984; Veneklaas et al., 1990).

Las epífitas no sólo son parte importante de la flora, sino que también tiene una fuerte influencia sobre parte de la fauna. Muchas de ellas, sobre todo las epífitas pertenecientes a la familia Bromeliaceae, proveen de hábitats y alimento a numerosos organismos como son insectos, ácaros, crustáceos, moluscos y en algunos casos a pequeños anfibios y bratacios (Zaragoza, 1974; Privat, 1979; Bermudes y Benzing, 1991; Janos, 1993; Ackerman et al., 1996; Richardson, 1999).

5.1.1. Hábito epífito

Por las condiciones adversas en las que se encuentran este tipo de plantas, han tenido que desarrollar estructuras fisiológicas, anatómicas y morfológicas, para su sobrevivencia, ya que se han enfrentado a la difícil tarea de obtener agua y nutrientes. Muchas especies epífitas tienen una capa cerosa en su superficie externa, que les ayuda a retener el agua y poseen hojas suculentas. La mayoría de las Orchidaceae poseen tallos, que son tubérculos fusiformes, elípticos comúnmente conocidos como pseudobulbos (Benzing, 1990).

En este tipo de plantas la función de las raíces ya no es para absorción de nutrientes y agua, ahora solo funcionan como órganos de adhesión o soporte al sustrato (Benzing, 1990).

Algunas bromelias entre sus hojas forman una especie de recipiente o tanque en donde se acumula el agua y detritus, para después absorberla, como estos depósitos pueden contener bastante agua, con frecuencia se desarrolla en ellos una abundante microflora y microfauna. También presentan una densa cobertura de escamas peltadas, donde la principal función es la intervención en la absorción de agua y nutrientes de la atmósfera (Benzing, 1990).

El rocío, la humedad del aire y la lluvia que corre por las ramas y troncos de los árboles, son consideradas como las mejores fuentes de agua para estas plantas (www.colombiaaprende.edu.co/html/.../articles-101063_archivo.doc).

Otro mecanismo al que recurren estas plantas es conocido como “consumo redundante” el cual consiste en absorber más nutrientes de los que se necesitan, con el fin de obtener reservas para tiempos de escasez. Casi todas las orquídeas tienen un hongo asociado a sus raíces (micorriza). Este hongo provee a la raíz de algunas sustancias nutrientes que se obtienen de la materia orgánica acumulada sobre las ramas de los árboles. La epífita le devuelve el “favor” al hongo, suministrándole azúcares y otras sustancias que éste necesita para vivir (Coshow et al., 2003).

5.1.2. Polinización en epífitas

La polinización es un proceso vital para el mantenimiento de la biodiversidad en la tierra. De ella depende la reproducción de cerca del 90% de las plantas con flor, mismas que desaparecerían si sus visitadores no las polinizaran. En este proceso los animales colectan el polen (gameto masculino) producido por las plantas, lo transportan hacia las partes femeninas de la flor y fecundan los óvulos, produciéndose así las semillas y los frutos (http://www.conabio.gob.mx/otros/biodiversitas/doctos/pdf/biodiv85.pdf).

Uno de los aspectos más importantes de la ecología de las plantas del dosel es el estudio de sus estrategias reproductivas, las cuales generalmente implican procesos a nivel comunidad (Olensen y Jordano, 2002; citado por Carranza-Quinceno y Estévez-Varón, 2008).

Los patrones fenológicos de las comunidades de epífitas y la fenología de la floración pueden tener como consecuencia competencia por polinizadores o facilitar procesos en los que varias especies de plantas mantienen una población de polinizadores (Carranza-Quinceno y Estévez-Varón, 2008).

Madison (1977), menciona que la polinización por animales es una característica generalizada en las epífitas vasculares, llegando inclusive a existir una tendencia en la polinización a algunos grupos de polinizadores. Particularmente en los trópicos, la polinización por colibríes ocurre con mayor frecuencia en epífitas que en otros grupos de plantas (Gentry y Dodson, 1987), sin embargo se han reportado un amplio espectro en los modos de polinización que incluyen desde pequeños insectos hasta murciélagos en algunas especies de bromelias (Van Dulmen, 2001; citado por Carranza-Quinceno y Estévez-Varón, 2008).

5.2. Familias de plantas vasculares con hábito epífito

Autores como Madison, (1977); Kress, (1986); Gentry y Dodson, (1987); Benzing, (1990) y Dickinson et al.,(1993) han señalado que las epífitas y las hemiepífitas representan el 10% de toda la flora vascular en el planeta, estimando que existen entre 65 a 84 familias con 850 a 896 géneros que agrupan de 23,466 a 29,505 especies de plantas vasculares con esta forma de vida. De las familias espermatofitas con representantes epífitos, solo 32 de ellas incluyen cinco o más especies con forma biológica, mientras que el 20% de las pteridophytas son epífitas. Dentro de las angiospermas son las monocotiledoneas las que cuentan con la más alta representación de epífitas principalmente las familias Orchidaceae, Bromeliaceae y Araceae.

5.2.1. Descripción

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