Comentario Artículo

El gran vínculo entre la gestión de las comunicaciones y la gestión de riesgos en proyectos

Una de las cualidades más importantes de un gerente de proyectos probablemente es saber integrar las áreas del conocimiento, debido a que estas por sí solas no garantizan el desarrollo óptimo del proyecto, y, de hecho, hay áreas que están sumamente ligadas una a la otra, como lo son el área de riesgos, y el área de comunicaciones, tal y como se expresa en el artículo: La explicación del riesgo (insertar nota al pie).

La capacidad para comunicar los riesgos es clave, y la comunicación debe ser estratégica: debe estar basada en darle incentivos a los interesados para direccionen sus acciones e intereses a los objetivos del proyecto, y no en direcciones opuestas, es decir, tiene que existir un equilibrio de intereses. No obstante, la identificación y aplicación de estos incentivos, inclusive la creación de los mismos, no es una tarea sencilla, especialmente en proyectos de complejidad importante, donde la misma labor de identificación de interesados es una tarea importante.

A pesar de que un riesgo es la probabilidad de que se de un evento positivo o negativo en un proyecto, se ha demostrado que la cuantificación precisa de esas probabilidades no es lo más relevante en la gestión de los riesgos en proyectos, sino más bien, la comunicación en el momento adecuado, mediante el canal preciso, y a las personas indicadas.

Es por esto que el gerente de un proyecto debe ser capaz de transmitir de manera asertiva el mensaje, y asegurarse de que el receptor o el interesado lo comprenda, y le brinde una retroalimentación oportuna, la cual vaya acorde con los objetivos del proyecto. Para esto, la elección del tipo de comunicación es fundamental, si se trata de comunicación oral o escrita, formal o informal, vertical u horizontal, o hasta verbal y no verbal. Si bien es cierto el riesgo es un concepto de origen estadístico y matemático, el gerente de proyectos debe ser capaz de bajar el nivel de complejidad de dicho concepto para explicarlo a los interesados, de forma que los mismos perciban y dimensionen en forma adecuada de qué manera cada posible evento puede afectarles sus intereses, más concretamente, sus bolsillos.

Dicho proceso de comunicación se dificulta cuando el número de interesados es importante y, en muchos casos, cada interesado puede tener intereses completamente disímiles entre sí, u opuestos al proyecto. En este caso, no solamente se debe comunicar el riesgo al interesado, sino lograr activar o desactivar el ímpetu que tenga cada interesado de forma que sus intereses favorezcan el desarrollo del proyecto.

En el caso de proyectos en el cual se involucran agregados poblacionales, la comunicación se convierte en un elemento fundamental en la medida que logra facilitar el diálogo de todos

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