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Consecuencias demográficas y económicas de las epidemias


Enviado por   •  16 de Octubre de 2022  •  Ensayos  •  1.362 Palabras (6 Páginas)  •  89 Visitas

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Consecuencias demográficas y económicas de las epidemias.

 La irrupción, inesperada para la mayoría de los habitantes del planeta, de la actual pandemia de SARS-Cov-2, la rápida sucesión de cifras cada vez más abultadas de morbilidad y mortalidad y la inmediata aparición de profundas consecuencias sociales y económicas, con indicadores de recesión que no se conocían desde hace muchas décadas, han despertado el interés de los historiadores o la necesidad de acudir a la historia en búsqueda de referencias útiles que sirvan para situar en sus justos términos la magnitud y gravedad de la crisis actual y que, incluso, puedan guiar las medidas que han de recomendar y aplicar los responsables técnicos y políticos. También los historiadores de diversas especialidades han sido convocados al análisis y discusión de los sucesos epidémicos del pasado, cuyas características, circunstancias y consecuencias ofrecen una clara relación con las que presenta la pandemia actual. Así, diversas asociaciones e instituciones académicas y otras importantes plataformas de discusión científica, más allá de nuestras fronteras, han reeditado trabajos «clásicos» sobre las grandes enfermedades transmisibles del pasado o han divulgado textos originales y proyectos sobre la actual pandemia de COVID-19, que también suelen incluir, de forma parcial al menos, material relativo a la historia económica o demográfica de las epidemias históricas. (Lomelí Vanegas, 2020) [pic 1]

La primera manifestación de una irrupción epidémica es, por definición, la del alza de la mortalidad y de la morbilidad específica. A partir de ahí, las reacciones demográficas se aprecian comúnmente, más pronto o más tarde, en los restantes componentes del movimiento natural, en el movimiento migratorio y en la estructura por edades y sexo de la población. Guardando por lo general relación con la gravedad de la crisis epidémica –esto es, con la magnitud del exceso de morbilidad y mortalidad que origine–, se advierte un retroceso temporal de la nupcialidad y de las concepciones, con el resultado de una caída de la fecundidad varios meses después, visible sobre todo en las cifras anuales de nacimientos del año civil posterior. (Lomelí Vanegas, 2020)

La mortalidad epidémica puede provocar cambios en la composición interna de la población, más o menos frecuentes e importantes según afecten a la estructura por edades –los de mayores implicaciones económicas–, por sexo o por el estado civil de los habitantes.

[pic 2]En cuanto a la mortalidad diferencial por sexo, no parece ser una característica frecuente en las epidemias históricas, al menos no fácilmente demostrable a través de las fuentes disponibles. (E. Llopis, V. Pérez, J.A. Sebastián, F. Sánchez y A.L. Velasco, 2021)

Los cambios que la epidemia suele introducir en el movimiento y en la estructura de la población dan origen a otra serie de consecuencias económicas, a veces solo temporales y por ello difíciles de medir y de importancia discutible. El retroceso de la fecundidad, junto con el ascenso de la mortalidad, contribuye a reducir el tamaño de la población y frenar el crecimiento demográfico, lo que en algunos casos podría ser una típica solución maltusiana a un desequilibrio previo entre población y recursos.

Pero dado que estas alteraciones de los componentes del movimiento natural registraban tendencias compensatorias una vez concluida la crisis epidémica, el crecimiento de la población se reanudaba pronto, aun sin recibir el aporte migratorio. Solo tras una serie de oleadas de grave sobremortalidad, consecutivas, generales y suficientemente próximas entre sí como para anular las ganancias demográficas acumuladas desde la epidemia anterior, la población afectada registrará una tendencia descendente, que, si a corto plazo puede aliviar problemas ecológicos o la presión sobre los recursos disponibles, a la larga no hará sino contraer la demanda agregada, reduciendo la inversión total y el crecimiento económico. Por otra parte, el tiempo de recuperación de los efectivos previos de una población sometida a una crisis aislada de mortalidad –a una epidemia, por ejemplo– guarda, lógicamente, una relación positiva con la intensidad de la misma, medida por la tasa bruta de mortalidad que alcance, y negativa con el saldo vegetativo medio durante el periodo posterior al shock epidémico, y puede ser fácilmente calculado en años como T = ln / 13. Sin duda, las más importantes consecuencias económicas del shock epidémico tienen que ver con su incidencia diferencial en distintos grupos de edad de la población. (Perez Moneda, 2020)

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