Consumo De Bebidas Gaseosas Y Su Incidencia En Los Jovenes Adolescentes

CAPITULO I

EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La historia del refresco se inicia cuando Jhon Mattew, en 1832 inventa una máquina para mezclar agua, gas y saborizante. En aquella época la gaseosa se vendía en farmacias como un remedio para curar y aliviar malestares generales tales como dolores de cabeza y subir la tensión. Estas bebidas eran de distintos sabores como naranja, limón y uva, que eran los de mayor demanda. El primer refresco se creó por W.B. Morrisson en 1885 en Texas. Este farmacéutico desarrolló un distinguido sabor en su fuente de soda mezclando más de los 20 sabores de su catálogo con el fin de crear algo novedoso y se llamó “Dr Pepper”, que no fue el original, pero, que cambió para vender algo más que una bebida. Así creó, la más antigua bebida gaseosa que aún se vende en Estados Unidos. La Coca Cola fue creada por Jhon S. Pemberton como un medicamento para aliviar el dolor de cabeza. En la receta inicial se incluía nuez de cola y coca. Es así como nace la bebida que terminó conociéndose como Coca Cola. En 1898 Caleb Bradham, preparó una bebida medicinal a la que le agregó Pepsina, una enzima para facilitar la digestión. En 1903, registró la marca de esta bebida como Pepsi. La eterna competencia inesperada de Coca Cola. Es así como nace la gran industria de las gaseosas en el mundo.

En San Luis, Estados Unidos, se crea una fórmula con sabor a lima-limón que es lanzada el año 1929 y se llamó 7 up.

En 1963, Coca-Cola Company introduce la primera gaseosa dietética o de bajas calorías.

A través de los años, todos hemos consumido, o al menos escuchado de las bebidas gaseosas y lo que en su momento se pensó que eran medicinas para aliviar los dolores de cabeza, hoy en día están causando más dolores de cabeza porque a la misma vez están originando otras enfermedades más graves que están comprometiendo cada vez más el organismo de los seres humanos como el sistema nervioso central, el sistema óseo, el sistema digestivo, entre otros sistemas. Todo esto ocurre porque somos los primeros consumidores de estas bebidas. Se ha sustituido el agua por las bebidas gaseosas.

En la actualidad el consumo de estas bebidas no solo abarca a una determinada región. El consumo de las bebidas gaseosas trasciende las fronteras y, hasta se podría decir que de manera muy silenciosa se ha convertido en un problema de epidemia mundial.

Es increíble cómo, a pesar de que muchos saben de los severos daños que estas bebidas causan a la salud; parece no importarles a sus consumidores, ya que a medida que pasan los años este mercado no solo va aumentando; inclusive, algunos expertos dicen que todavía falta muchísimo mercado por abarcar.

Los consumidores, en su mayoría, son niños y adolescentes, sin embargo existe una gran cantidad de adultos que la consumen, aun sabiendo que estas bebidas pueden causar enfermedades graves y a corto plazo, como la obesidad, o a largo plazo como la diabetes. Por otro lado se ha demostrado que estas bebidas no solo afectan físicamente. Estudios recientes refieren que las personas que consumen estas bebidas gaseosas adquieren adicción psicológica y están más propensas a la violencia y a la depresión, esto, originado por el ingrediente de la famosa formula denominado cafeína.

Castro (2005), al respecto sostiene, “Los refrescos de Coca Cola contienen una sustancia ´potencialmente adictiva´ la cafeína, que es extraída de la nuez de cola. Esta sustancia, consumida en módicas cantidades (20mg) es un estimulante del sistema nervioso que produce sensaciones agradables, pero si se ingiere en cantidades elevadas (400 a 600mg), puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad”.

El consumo de estas bebidas, a nivel mundial ha encendido la alarma. Tal es así que desde el año 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS), está trabajando cada vez más sobre los temas de la obesidad y la diabetes relacionadas con la bebida gaseosa. Según un informe reciente publicado por la OMS (2008), aconseja restringir la venta y la publicidad de gaseosas en las instituciones educativas. El informe supone que existe una relación entre el incremento de enfermedades como la obesidad y la diabetes; con el marketing agresivo de las empresas de gaseosas. Este informe sostiene, que la obesidad es una de las enfermedades que afecta cada vez más gente de los países industrializados, y la tasa de niños y niñas obesos se está incrementando rápidamente en países como Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Alemania, Italia y España; y no solo eso, países en vías de desarrollo de América del Sur, como: Brasil, Argentina y Venezuela; el consumo de bebidas gaseosas se ha incrementado en los últimos 10 años desde un 2% a un 3% respectivamente.

Las multinacionales del sector alimentario se dedican a producir alimentos con bajo valor nutritivo y alto beneficio económico. Las redes de distribución de la industria de refrescos funcionan a la perfección asegurando el fácil acceso y la disponibilidad de sus productos a cualquier hora y en cualquier lugar, a través de expendedoras de refrescos, por ejemplo en institutos, colegios, universidades y otros lugares públicos.

Las empresas de las industrias de las gaseosas compiten con empresas que producen jugos naturales, agua embotellada, bebidas con sabor y bebidas lácteas. Tanto Coca Cola como Pepsi Cola compiten en algunos mercados del mundo con marcas de la gigante Suiza de alimentos Nestlé. Es de hacer notar que la división de bebidas Nestlé es la tercera más importante del mundo con ingresos anuales para 2009 de 27.000millones de dólares. También compiten con empresas que producen bebidas energéticas como la austríaca Red Bull quien en el año 2009 obtuvo ingresos superiores a los 4,600 millones de dólares y que según estimaciones, logró en ese año que se consumiera en todo el mundo unos 3,9 billones de latas. Así, el desarrollo potencial de productos sustitutos se convierte en una fuerza competitiva para estos productos.

. Por otro lado, América Latina no está ajena a esta situación. La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC-2010), sostiene “el consumo de los refrescos de cola constituye la más grave distorsión de nuestros hábitos de alimentación. Los refrescos de cola no tienen ningún valor nutritivo, no contienen vitaminas, proteínas ni minerales y sí gran contenido de endulzantes y aditivos como conservadores y colorantes”.

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