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Culturas Juveniles


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2012  •  1.174 Palabras (5 Páginas)  •  631 Visitas

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El concepto de culturas juveniles

En un sentido amplio, las culturas juveniles refieren la manera en que las experiencias sociales de los jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintivos, localizados sobre todo en el tiempo libre, o en espacios intersticiales de la vida institucional. En un sentido más restringido, definen la aparición de “microsociedades juveniles”, con grados significativos de autonomía respecto de las “instituciones adultas”, que se dotan de espacios y tiempos específicos, y que se configuran históricamente en los países occidentales tras la Segunda Guerra Mundial, coincidiendo con grandes procesos de cambio social en el terreno económico, educativo, laboral e ideológico. Su expresión más visible son un conjunto de estilos juveniles “espectaculares”, aunque sus efectos se dejan sentir en amplias capas de la juventud. Hablo de culturas (y no de subculturas, que técnicamente sería un concepto más correcto), para esquivar los usos desviados predominantes en este segundo término. Hablo de culturas juveniles en plural (y no de Cultura juvenil en singular, que es el término más difundido en la literatura), para subrayar la heterogeneidad interna de las mismas. Este cambio terminológico implica también un cambio en la “manera de mirar” el problema, que transfiere el énfasis de la marginación a la identidad, de las apariencias a las estrategias, de lo espectacular a la vida cotidiana, de la delincuencia al ocio, de las imágenes a los actores.

La noción de culturas juveniles remite a la nación de culturas subalternas. En la tradición gramsciana de la antropología italiana éstas son consideradas como las culturas de los sectores dominados y se caracterizan por su precaria integración en la cultura hegemónica, más que por una voluntad de oposición explícita. La no integración –o integración parcial– en las estructuras productivas y reproductivas es una de las características esenciales de la juventud. Los jóvenes, incluso los que provienen de las clases dominantes, acostumbran a tener escaso control sobre la mayor parte de aspectos decisivos en su vida y están sometidos a la tutela (más o menos explícita) de instituciones adultas. Lo que diferencia a la condición juvenil de otras condiciones sociales subalternas (como la de los campesinos, las mujeres y las minorías étnicas), es que se trata de una condición transitoria: los jóvenes pasan a ser adultos, pero nuevas cohortes generacionales los reemplazan. Este carácter transitorio de la juventud, una enfermedad que se cura con el tiempo, ha sido utilizado a menudo para menospreciar los discursos culturales de los jóvenes. A pesar de ello, en condiciones desiguales de poder y recursos, determinados grupos

juveniles han sido capaces de mantener niveles de autoafirmación considerables (Lutte, 1984; Juliano, 1985). La articulación social de las culturas juveniles puede abordarse desde tres escenarios (Hall y Jefferson, 1983):

a)

La cultura hegemónica refleja la distribución del poder cultural a escala de la sociedad más amplia. La relación de los jóvenes con la cultura dominante está mediatizada por las diversas instancias en las cuales este poder se transmite y se negocia: escuela, sistema productivo, ejército, medios de comunicación, órganos de control social, etcétera. Frente a estas instancias, los jóvenes establecen relaciones contradictorias de integración y conflicto que cambian con el tiempo. Las culturas juveniles provenientes de una misma cultura parental pueden negociar de forma diferente sus relaciones con la cultura hegemónica: las culturas juveniles obreras pueden adoptar soluciones adaptativas (el “buen estudiante”, el “chico laborioso”) o disidentes (el “bandolero”, el “gamberro”); las culturas juveniles de clase media pueden seguir itinerarios normativos (“situarse”, “hacer carrera”) o contestatarios (“desmadrarse”, “rebelarse”).

b)

Las culturas parentales pueden considerarse como las grandes redes culturales, definidas fundamentalmente

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